No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna.
Mahatma Gandhi
Cuando salgas…
no olvides lo vivido.
O, si regresas,
que lo vivido
no te amargue la existencia.
Los que quieren salir,
los que quieren regresar,
todos presos de sus realidades,
de sus tiempos
y de sus momentos.
Cuando salgas,
donde quiera que te encuentres,
escribe con fuego,
todos los sentimientos,
todos los pensamientos,
todos los miedos,
y todas las sonrisas,
que ese tiempo raro,
que ese momento oscuro,
se posó en tu camino.
Cuando salgas,
que hagas realidad,
la promesa por lo sencillo,
por lo cercano,
por lo auténtico,
por lo que te da vida.
Cuando salgas,
que tus buenas ganas,
que tus buenos deseos,
que tus buenas promesas,
se junten, se sumen,
a las de otros,
a las manos y a los abrazos de otros,
y se sienta de verdad,
que es otro momento,
una nueva oportunidad
ganada… y no perdida.
Cuando salgas,
cuando te sientas liberado,
espero que hayas logrado
purificar tus pensamientos,
tus sentimientos y tus deseos.
Que logres dejar de lado,
ojalá en gran parte,
de aquellos sentimientos extraños,
que nos hacen intolerantes,
lejanos y distantes.
Hoy la distancia es importante,
pero es durante un tiempo.
No podemos seguir distantes,
ante tanta diferencia,
inequidad y sufrimiento.
Cuando salgas,
que te sumes
a aquella gran cadena,
que intenta sostener
la dignidad humana.
Cuando salgas,
que no te olvides,
de lo que pensaste
en medio del miedo,
del pánico, de la histeria
y de la reflexión constante.
Que esas horas y días,
hayan sido la siembra
para mejores momentos.
Cuando salgas,
no olvides,
aquel viaje interior,
que viviste en esos días,
que parecieron de terror
y también de reflexión.
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