Estar unidos no es sinónimo de ser iguales
ni de estar siempre de acuerdo
Lucas Leys
En un mundo de inequidades,
la unión hace la fuerza.
En un mundo de desigualdades,
estar unidos, hace la diferencia.
Parece lo más lógico,
parece lo más adecuado,
parece lo más normal,
parece… solamente parece,
porque la realidad es otra.
Lograron dividirnos,
y lograron que pensáramos
que somos tan diferentes,
que no hay forma de reagruparnos.
Lograron dividirnos,
lograron hacernos pensar
que es imposible una realidad
en la que unidos, hagamos más.
Luchamos de forma segmentada
por lo que llamamos “nuestra causa”
y nos alegramos por conseguir
una victoria, que es a la vez
la derrota de otros,
que se vieron afectados
directa o indirectamente
en aquello por lo que luchaban.
Estar unidos para escucharnos,
para conocernos,
para entender cada realidad.
Estar unidos,
para comprender el por qué de una lucha
el por qué de un pensamiento
el por qué de un anhelo
el por qué de unos deseos.
Estar unidos
para desarrollar la asombrosa capacidad
de convivir en medio de las diferencias.
Estar unidos
para construir un beneficio común
que pasa por el beneficio individual,
de unos en particular y todos al final.
Estar unidos,
no como adoctrinamiento
peor aún como uniformidad.
Estar unidos para trabajar
por el beneficio personal,
conectado al beneficio de la sociedad.
Estar unidos para sumar
las fortalezas de todos
y trasformar
las debilidades de todos:
en nuevos espacios de oportunidad.