viernes, 22 de noviembre de 2013

Dibuja tu futuro

"Nunca se miente tanto como antes de las elecciones,
durante la guerra y después de la cacería."
Otto Von Bismarck

Empieza nuevamente,
la suerte de la tarima,
el intenso camino
del discurso político,
que ofrece de todo,
incluso felicidad y sonrisas.

Empieza nuevamente,
la ronda de ofertas
el concurso de ofrecimientos,
las frases descalificadoras,
las acusaciones,
los juicios, los lamentos.

Empieza nuevamente
el tiempo de elecciones,
con candidatos sonrientes,
con candidatos ganadores,
porque al final,
todos dicen ser del pueblo,
todos dicen recibir,
el voto popular.

Y en medio de discursos y banderas,
de esperanzas remendadas,
de ofertas sin parar,
podemos empezar a dibujar el futuro.

¿Qué quieres para ti?
¿qué quieres para tus hijos?
¿qué quieres para tu ciudad y país?,
¿qué quieres los que amas?.
¿Cómo quisieras que sea ese futuro?.
Si miras el presente,
y un pasado vivido,
¿qué han hecho esos políticos
en ese pasado y en ese presente?.

Reflexiona,
medita en tu corazón,
más allá de las palabras,
de las campañas,
de los mensajes políticos.

Camina por tu entorno,
mira tu ciudad,
mira tu provincia,
mira tu barrio,
mira tu mundo.
¿Es mejor que antes?,
¿cómo en realidad es?.
Dibuja el futuro,
dibuja tu futuro,
como quisieras que sea,
y en ese dibujo incluye
a quien, como candidato,
sea el más adecuado,
para cumplir el mandato,
para hacer verdad la palabra,
para hacer realidad la promesa.

En ese dibujo,
dibújate a ti,
como elemento central,
porque nada puede pasar
sin tu participación y actuar.
No podemos dejar pasar
la vida así como así,
no es solamente votar,
es coparticipar,
es ser corresponsable
del desarrollo de un pueblo
de una sociedad, de una nación.

Dibuja un futuro,

de lo que luego harás realidad.

viernes, 1 de noviembre de 2013

La muerte

"La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos."
Antonio Machado

Mañana día de difuntos,
mañana día de ritos,
de recuerdos, de momentos que fueron,
de momentos que se han ido,
mañana, día de los muertos.

Mañana en especial,
recordaremos a aquellos
que se adelantaron en el camino,
que se fueron antes,
que dejaron el mundo terrenal.

Muchos los recuerdan con tristeza,
por lo que fueron en sus vidas
porque ya no están para hacer felices
a quienes los amaban.
Aunque se dice, y con razón,
que no deberíamos estar tristes
por los que se han ido,
sino por aquellos que, aunque vivos,
no tienen amor por la vida,
el prójimo y la familia.

Morir,
el destino común de los humanos,
que regresan a la tierra,
tal como llegaron,
sin bienes, sin riquezas,
sin sufrimientos, sin pobrezas.

Morir y volver a la tierra,
algunos con la satisfacción
del deber cumplido,
porque lo dieron todo,
a cambio de nada,
felices de haber servido,
de haberse ganado
el dinero con el sudor de su frente,
con el esfuerzo de sus manos.

Otros mueren y morirán,
dejando una huella imborrable,
de injusticias y violencia.
Se aprovecharon en vida
del prójimo, de su dinero,
de su esperanza, de su confianza.
Llenaron sus bolsillos de dinero
y su corazón de ambición,
envidia y desconfianza.
Esos, al igual que los otros,
regresan a la tierra,
con las manos vacías,
olvidaron que nada terrenal,
nos llevamos al mundo espiritual,
o quizá si,
y que es una forma de vida eterna:
el dulce o el triste recuerdo,
de quienes en vida,
piensan en los muertos.

Hay quienes que,
a pesar de la muerte,
no han callado su voz,
porque su ejemplo,
sus acciones y su recuerdo,
hablan por ellos,
hablan y enseñan,
provocan reflexiones.
Porque fue su ejemplo,
una forma de vida a seguir,
porque fueron sus acciones
las que nos motivan a vivir.

Lo decía el poeta (Borgues),
que "La muerte es una vida vivida.
La vida es una muerte que viene."
porque en vida rendimos culto a la muerte,
le tenemos miedo,
tratamos de huir de ella,
sin pensar quizá,
que la vida se ha hecho para vivirla,
de tal manera que cuando llegue la muerte
el espíritu deje el cuerpo
con la tranquilidad del mayor esfuerzo,
con la paz que es resultado
de la buena fe,
de las buenas costumbre,
del buen hacer.

Bienaventurado el que al morir,
tiene tiempo de sonreír,
porque lo que hizo en vida,
lo hará eterno –viviendo-
en el corazón de los que lo aman,

y siguen su ejemplo.