viernes, 25 de junio de 2010

Vencer al odio

"Cuando más pequeño es el corazón, más odio alberga”

Víctor Hugo


Que no te pase lo que a otros,
que ni la mesa pueden compartir,
por culpa de uno
que los hizo dividir.

Que el odio no gane fuerza en ti,
de una forma tal
que cuando quieras dar marcha atrás
no sabrás por dónde ir.

Que la semilla del odio
jamás germine en tu corazón,
¡no la riegues nunca!,
¡jamás la protejas!.

Y es que en el mundo actual,
las raíces del odio
crecen con facilidad,
y sin darte cuenta llegas a odiar,
llegas incluso a pensar
en que el contrario es un enemigo,
en que el que piensa distinto
merece el desprecio y el olvido.
Ya te lo digo,
y sobre todo lo he sentido
en lugares, en países,
donde sus gobiernos dicen
ser los verdaderos amigos
de la libertad, del progreso,
de la esperanza, del nuevo estado,
de la reivindicación… de la tolerancia.
Es ahí donde las raíces del odio
han tomado la mayor fuerza,
donde poco a poco,
de una forma perversa,
a través de mediáticas campañas,
de mensaje subliminales
de discursos y retóricas siniestras,
se desdibuja el estado de las cosas,
de manipula, se tergiversa,
la realidad de las cosas,
la capacidad de las personas
para pensar y meditar,
para decidir, para analizar.
Es momento y terreno ideal,
para sembrar el odio
a manos llenas.

Y miras como se odia el pasado,
como se aprende a odiar al contrario,
como se odia al que está al otro lado,
como el odio da paso al la intolerancia,
como, de a poco, perdemos la capacidad
de meditar con tranquilidad
de pesar las palabras,
de tratar de entender qué pasa.

De a poco,
el odio se toma la sociedad,
y entonces es momento ideal
para gobernar con tranquilidad,
a quienes el odio sembraron con facilidad.

De a poco el odio se convierte
en la lógica de las cosas,
en la respuesta a nuestra mala suerte,
en la forma idónea de gobernar.

Sembrado el odio,
la intolerancia hace presencia,
y no lo hace sola,
llega acompañada de la violencia,
en sus formas tradicionales:
física, espiritual y estructural,
al maltrato, se unen de a poco,
el acoso y el ajuste de las leyes
y las instituciones del Estado
para que el odio gobierne a su antojo.

Dirás que exagero,
o dirás que miento,
y aunque respeto lo que dices,
o defiendo lo que piensas,
creo mi deber sincero,
advertirte del odio
y de sus terribles efectos.

Frente al odio: amor,
amor a tu trabajo,
amor a tus ideas,
a tus buenas maneras,
a tus sentimientos y creencias.

Frente al odio: tolerancia,
tolerancia hacia las ideas,
hacia las propuestas vacías,
hacia las palabras huecas.

Frente al odio: noviolencia,
una noviolencia activa,
que protesta, que educa, que enseña,
que construir la paz,
no es una tarea de “pacifistas”,
es una tarea de mujeres y hombres,
que han aprendido primero a ser verdad
y luego que sea verdad
el mundo en que vivimos.

viernes, 18 de junio de 2010

Controlar lo incontrolable

“No es que el libre intercambio haya puesto en peligro a la cultura, sino que ha puesto al descubierto una carencia cultural de contenidos provocada por el monopolio de unos pocos privilegiados.”
David “Riobravo”.


En los últimos meses,
en los últimos días,
un tema recurrente
de discusión para la gente
es el proyecto de Ley
llamado “Ley Mordaza”,
y que busca, creo yo,
con temor a equivocarme,
regular el ejercicio
de la comunicación social.

La discusión o el debate,
poco ha tratado
los principios y la filosofía
de la palabra y sus libertades,
de la palabra y sus limitaciones,
del fin social de la comunicación,
del derecho a conocer la verdad,
o las verdades de los hechos.

La discusión o el debate,
se encamina de a poco
en el intento de tomar por asalto
el control y la capacidad,
de poder abrir y poder cerrar,
cualquier medio de comunicación,
de intentar enmarcar en ámbitos geográficos,
el ejercicio de la comunicación social.

La discusión se ha enmarcado
en torno al poder de los medios,
a sus dueños y a sus entenados,
a lo mal que lo han hecho tantos años,
a lo bien que lo hace ahora el gobierno
con los medios incautados,
al utilitarismo que se le puede dar
a los medios de corte estatal,
que están al servicio del gobierno,
debiendo estarlo al servicio del Estado,
que se traduce a su vez, en servicio público.

Más allá de todo esto,
más allá de posiciones antagónicas,
de disposiciones e imposiciones,
el proceso me deja sinsabores,
en relación a que los receptores
poco opinamos u opinaremos
del texto de esta Ley,
o de cualquier otra.

Y es que en la era digital,
los medios, la comunicación,
los mensajes, las imágenes,
los contenidos, la información,
la opinión, la desinformación,
en general todo…
no tiene barreras,
no tiene control.
Incluso en países,
donde el control de la opinión pública
es total y absoluto,
las nuevas tecnologías
permiten a los ciudadanos
y también a los medios
expresar su malestar,
transmitir su llanto,
ante tanta inequidad,
ante tanto agravio.

No entiendo entonces…
cómo pretendemos controlar
lo que es ya incontrolable,
¿no será mejor ordenar, educar,
la manera de comunicar,
con ética, valores y principios
que respeten a la humanidad?.

La era digital transmite contenidos
que poco podemos controlar,
es necesario entonces: educar
para que podamos ordenar,
aprovechar o desechar,
lo que es bueno frente a los que nos puede dañar.

Por qué no hablamos entonces
de una legislación,
que fomente intensamente,
el uso de la palabra,
el ejercicio libre de la comunicación social,
y a la vez oriente,
fomente la educación de la gente
para que sea ella la que elija,
la que oriente, la que exija
calidad y verdad de contenidos.

Mientras esto pasa,
las generaciones vulnerables,
que no solo son los niños,
sino también los ignorantes,
son presos de una serie de contenidos
que acaban con los conceptos básicos
con los fundamentos esenciales
del respeto, de la honestidad, de la honra,
de la familia… del ser humano en general.

viernes, 11 de junio de 2010

Nos estás sola

Intenta que la pena
sea un ave pasajera,
ahuyentada por tu voz,
atemorizada por tu amor.

Sabes muy bien
que nada tienes que ver,
con el desamor que a tu puerta llega.

Lo has dado todo sin cesar,
te has dado toda al andar,
no es justo que al final
solo queden cenizas en el mar.

Levanta la mirada,
y aquel horizonte que asoma
es el que te espera,
el que de verdad llega
con tu luz y tu amor.

Sabes que no estás sola,
jamás lo has estado,
ni lo estarás nunca,
siempre hay y habrá
una mano amiga,
un hombro para llorar,
una boca para sonreír,
unos amigos para querer,
unos hijos para soñar,
y unos hermanos que siempre
te apoyarán hasta el final.

Miedo... temor... inseguridad

“El miedo es la inseguridad a lo desconocido.
El pánico es la seguridad de lo conocido”.


Camina un niño por la calle,
ignora el asecho, ignora al maleante,
que se acerca de frente,
que intenta decirle
algo convincente,
para que se vaya con él,
y consumar el acto cruel
de vender su cuerpo
como mercancía al mercado negro
de órganos y personas.

Una historia cruel,
que pasa en nuestra ciudad,
y que nada podemos hacer
pues no tenemos la capacidad
de luchar contra el crimen organizado
contra las bandas delincuenciales,
contra los sicarios a sueldo,
que se toman por asalto
lo que antes eran calles y veredas nuestras.

Una sociedad,
una ciudad insegura,
transmite miedo y temor
a quienes la habitan,
deja de ser flor
y se transforma en infierno,
donde los demonios del mal
agreden a los ciudadanos buenos.

Y las historias crueles,
por desgracia siguen,
la vida pierde el valor espiritual
y se convierte en un bien material
que se puede cegar
con el pago de unas cuantas monedas
que ponen fin a la deuda,
que consagran el odio,
el deseo maligno
de acabar con el prójimo.

El miedo, el terror, la inseguridad,
es parte de nuestro tiempo,
nos lo recuerda a diario
la prensa, la televisión y la radio,
que dan cuenta de las muertes,
de los secuestros, de los robos,
de las violaciones y tantos otros
actos de terror
en contra de nosotros, los ciudadanos.

Las lágrimas, los llantos,
la desesperación y el desencanto,
se incrementan
con la inseguridad que se observa
en las instancias del Estado
que tiene por mandato
cuidar de los ciudadanos.

Nuestra Policía, no tiene los medios,
y si los tiene, no son suficientes.
La Fiscalía, no se da abasto,
ni encuentra el rastro de los delincuentes.
Nuestros Jueces, afectados
por la pugna de poderes,
y los políticos de turno,
diciéndonos a voz en coro,
que todo está bien,
que en el país exageran los medios,
que nada tienen que ver,
las políticas de puertas abiertas,
donde circulan sin control,
delincuentes de origen nacional
y también del extranjero.
Que la revolución terminó,
con la oficina de inteligencia contra el crimen,
y mientras la vuelve a reorganizar,
el miedo, el temor y la inseguridad,
se instalan en nuestras ciudades.

Los únicos felices quizá,
serán los narcotraficantes,
los tratantes de blancas,
los fabricantes de armas,
los delincuentes desalmados,
los que viven del caos,
que miran a un pueblo,
a una sociedad acostumbrada a la paz,
sucumbir ante el miedo, el temor
y la inseguridad.
¿Qué podemos hacer nosotros,
los que independientemente del poder,
seguiremos la vida y construimos el futuro,
asumiendo un presente complejo,
y por momentos evocando
un anhelado pasado.

Que sería

Que sería de la vida sin ilusiones
y sin el vino que las ilumina.

jueves, 3 de junio de 2010

"Muchas especies. Un Planeta. Un Futuro", en el día del medio ambiente.

Salvaguardar el medio ambiente... Es un principio rector de todo nuestro trabajo en el apoyo del desarrollo sostenible; es un componente esencial en la erradicación de la pobreza y uno de los cimientos de la paz.
Kofi Annan


No creo posible celebrar
el día del medio ambiente
a nivel mundial,
si enfrentamos sin lugar a dudas
la peor catástrofe ambiental:
un derrame continuo de petróleo
que avanza intensamente
por el mar que lo rodea
y está a punto de llegar,
si no ha llegado ya
a lugares donde vive la gente.

Como siempre
en casos como estos,
poco se sabe de los ineptos
que no supieron cuidar
el patrimonio que iban a explotar.

Como siempre
en casos como estos,
poco sabemos qué irá a pasar
con los responsables del siniestro,
de qué manera van a recuperar
el daño que se ha hecho al entorno ambiental.

En el día mundial del medio ambiente
debemos del plano reclamar
por los medios que nos sea posible,
pues ese desastre mundial
requiere del mundo
para poderse arreglar,
o quizá remediar el daño causado,
o decir la verdad sobre lo ocurrido.

En el día mundial del medio ambiente
los ciudadanos debemos conocer
la verdadera magnitud de la tragedia
lo irreversible del daño causado,
y la manera en cómo se rendirán las cuentas
y qué responsabilidad tienen las empresas
y los gobiernos que autorizan sus agendas.

Este año,
el día mundial del ambiente
se recuerda con la frase:
"Muchas especies. Un Planeta. Un Futuro",
y yo me pregunto
sin son muchas la especies de cuidar
o muchas, las que se han ido,
si es un planeta para crecer,
o uno, en el que habita el olvido,
si hay un futuro por construir,
o es quizá, un pensamiento destruído.

No creo por tanto
que este día
sea una efemérides más,
es quizá un momento
para de verdad reflexionar
sobre nuestro papel en el mundo,
de nuestro rol social.

¿Qué decimos que somos
y qué somos en realidad?.

No creo posible celebrar
el día del medio ambiente
a nivel mundial,
si la violencia y el hambre
están presentes cada vez más,
si el narcotráfico
y el tráfico de especies,
no dan tregua en ningún lugar,
si la ambición desmedida por lucrar
nos hace creer que el mañana
puede esperar.

Miremos más allá,
renunciemos al “qué dirán”
defendamos nuestro ambiente,
debiendo recordar siempre,
que somos uno,
con el aire, la tierra y el agua,
con las especies, con la flora y la fauna.