viernes, 26 de octubre de 2007

Los colores de la violencia


En estos días agitados,
sobresalen varios colores,
son todos animados,
y me producen temores.

Son ellos,
los colores de la violencia,
aquellos que juntos o solos,
nos muestran la diferencia.

Diferencias de opinión,
de lugar de nacimiento,
de bandera política,
de color de la piel,
del color del pensamiento,
del color del pasado,
del color del presente,
del color del futuro,

Los colores de por sí son buenos,
un claro ejemplo de ello
es el bello arcoiris,
que nos muestra que juntos,
en la diversidad compartida,
en la comunión de culturas,
está el sabor de la vida,
un sabor que mezcla,
lo amargo y lo dulce,
lo desabrido y lo picante,
un sabor que nos sabe,
agradable por momentos.

Y es que en las diferencias,
se encuentra la razón verdadera,
de la humana convivencia.
Nadie que persona sea,
desea que todos,
a su pensar se adhieran,
sin mediar siquiera,
la opinión diversa,
el criterio contrario.
Mas no aquel que nace
por el deseo solo
de llevar la contraria,
sin sustento de nada,
solamente por gusto,
de contribuir a la nada.

Por ello los colores existen,
como culto pleno,
a la diversidad entera,
a la existencia de todos,
los que su pensamiento expresan,
y por ello debemos
apreciarlos plenos,
en un arcoiris de vida.

Pero de pronto,
los colores se han vuelto
el pretexto vano,
el terreno perfecto,
para la violencia extrema,
entonces atacamos,
herimos,
quemamos,
matamos,
escupimos,
odiamos,
perseguimos,
insultamos,
condenamos,
nos vengamos,
porque alguien,
porque pocos,
porque muchos,
son de un particular color,
expresan ese color,
solamente por el gusto de hacerlo,
o porque así su piel lo muestra,
su alma lo proclama,
su corazón lo palpita,
su garganta lo habla.

Son ellos,
los colores de la violencia,
que están en banderas,
que están en las pieles,
que están en las cunas,
que están en las mentes,
y por ese hecho,
nos marcan la diferencia,
una diferencia extrema,
que en violencia termina.

Son ellos,
los colores de la violencia,
que impiden estar juntos,
compartir un trozo de tierra,
compartir una bandera entera,
compartir una sociedad plena,
viajar de un lado a otro,
caminar tranquilos,
sin pensar que nuestros hijos,
puedan ser herencia,
de nuestra brutal violencia.

Son ellos,
los colores de la violencia,
que ocultos se encuentran,
en falsas muestras
de patriotismo rancio,
de la autoproclamada
supremacía aria,
del Norte sobre el Sur,
del blanco sobre el negro,
de lo que hemos llamado,
el bien y el mal.

El arcoiris humano,
destruido de plano,
por un falso orgullo,
que cual venda impide,
vernos como un todo.

Me da pena pensarlo,
me da miedo vivirlo…
me da ira no hacer nada,
mientras escribo estas palabras,
pienso y deseo
que los colores de la violencia
sean los colores de la esperanza,
y ojala podamos pintar el lienzo
de nuestras vidas con éstos,
los últimos que espero en algún momento
sean los primeros.

jueves, 11 de octubre de 2007

Cartas a Santiago, mi hijo


Hijo Mío:

Construir la democracia,
es formar para la noviolencia,
es quitar la violencia de la vida diaria,
es acabar con la violencia que nos domina,
una violencia que está presente día a día.

Y me dirás, ¿pero cómo si aún soy niño?,
es cierto… pero desde pequeño,
debes preparar tu corazón para el bien
y las buenas costumbres de vida,
debes estar listo para reconocer
la injusticia y la violencia
que nos envuelve día a día.

Por desgracia hasta ahora,
los ejemplos de democracia
servicio público, responsabilidad
y representación electoral,
han estado en manos equivocadas,
los ejemplos no son los mejores,
pero tienes en la historia,
mujeres y hombres,
que nos han sabido,
dejar buenas lecciones.

En nuestra historia,
en la del Ecuador profundo,
gente que hizo y hace historia,
no en la primera plana
de algún periódico,
ni en declaraciones
a la prensa escrita o radial,
hacen historia siendo
gente de verdad.

Por ello te animo Santiago,
a que cuando puedas,
te unas a la noviolencia,
pienses en ella como
una forma de vida,
Es y son momentos,
de hacer frente a la miseria política,
al enfermizo ejercicio del poder,
al abuso y al robo descarado,
pero hay que hacerlo
con inteligencia plena,
no puedes caer en sus redes perpetuas.

Debes estar vigilante,
y saber responder a la vida,
jamás con violencia,
sí con fuerza y energía,
que se transforme en acciones
que venzan, de una vez por todas,
a la justicia lenta y mezquina,
a la educación sin sentido,
sin guía ninguna.
Hay que hacer frente
a la violencia que por debajo
carcome corazones y almas,
que impide a la gente,
sus males curarlas.

La violencia dijo Gandhi,
es el miedo a los ideales de los demás,
por ello debes tener ideales,
debes trabajar en ellos,
debes hacerlos crecer,
debes hacerlos realidad,
solo de esa forma podrás,
vencer la violencia
que tu corazón acechará.

Los que han promovido
los cambios violentos,
nos han dejado una democracia
sumida en la violencia,
de palabra y de obra,
y esa diabólica hija,
pasa factura a sus padres,
dejándolos solos,
sumidos en el olvido.

Los cambios,
en tu vida,
en la vida de los demás,
en tu ciudad,
en tu país,
en el mundo,
deben ser noviolentos,
deben ser pensados,
analizados y sopesados,
que no pasen factura luego,
que no afecten al prójimo,
que no provoquen sonrojo.

Un ejercicio complejo,
lo sé,
hasta el punto de no saber,
si lo podré hacer,
toda la vida,
todos los días de la vida,
pero eso es lo que hay,
la verdad es sencilla,
lo complejo es vivirla
y compartirla si más ni más.

Y si por el camino de la vida,
te encuentras a la violencia,
de la mano de la injusticia,
la mentira y la corrupción,
no reacciones,
como esperan que lo hagas,
no cometas sus errores,
reacciona como lo han hecho,
mujeres y hombres que por derecho,
han sido noviolentos y con ello
han provocado cambios,
que aún ahora,
nadie puede borrarlos.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Sé que leerás estos pensamientos


Tengo la seguridad que los leerás,
y cuando lo hagas,
te darás cuenta lo desesperado que estoy,
desesperado por verte,
por tocarte, por estar contigo.

Tengo la seguridad que los leerás,
y tal vez compartas conmigo,
el deseo inmenso de estar juntos,
no por esta lejanía temporal,
sino por el gusto de compartir,
nuestra vida en común.

Tengo la seguridad que los leerás,
sin importar que otros los lean,
si al final, somos tu y yo,
es lo que importa ¿verdad?.

Tengo la seguridad que los leerás,
y mientras lo haces,
recordarás poco a poco,
el tiempo vivido,
el camino recorrido,
las alegrías y las tristezas,
las alegrías que son muchas,
las tristezas, necesarias.

Tengo la seguridad que los leerás,
y mientras lo haces,
pensaremos en el futuro,
en el tiempo que nos queda juntos,
en las cosas que tenemos por hacer,
el los lugares que debemos visitar,
en las palabras que nos tenemos que decir,
en los besos que tenemos que intercambiar,
en fin…
en el ocaso compartido,
cuando nuestros pensamientos
se hayan unido.

jueves, 4 de octubre de 2007

Confianza, compromiso, esperanza


El resultado de las urnas,
de lo que sabemos hasta ahora,
nos muestra una confianza que asombra,
al Gobierno y al Presidente Correa.

Confianza en el discurso político,
en la oferta temporal de campaña,
en la sonrisa del primer mandatario,
sin importar a quienes se vota,
la confianza abrazó a todos,
aquellos candidatos de la 35,
que con el soporte de Rafael,
se encuentran cerca del pueblo aquel
en que nació con la luz en mano,
el General Eloy Alfaro.

Confianza de un colectivo pobre,
confianza de un colectivo joven,
confianza de un colectivo confundido,
confianza en un mañana que no se sabe,
confianza en un futuro que se presume,
confianza en el nunca más a la corrupción,
confianza en el nunca más al engaño,
confianza… confianza de la mayoría de la nación.

Ya no hay pretexto para el cambio social,
no hay quien detenga hacer el bien,
no hay pretextos para tronchas ni trincas,
se prometió bienestar y eso hay que dar.

La confianza exige compromiso,
el compromiso con la palabra dicha,
el compromiso con la palabra empeñada,
el compromiso con la transparencia,
el compromiso con la honestidad desarropada.

La confianza del voto ha sido por el cambio,
el compromiso es entonces por el cambio,
por el cambio de lo que está mal,
por el nunca más a los caudillos,
por el nunca más de la apropiación del poder,
por el nunca más de una democracia débil.
La confianza exige trabajo tesonero,
exige tolerancia con quienes opinan diferente,
exige respeto a las ideas de todos,
exige reconocer a la oposición y a las minorías,
exige justicia social y compromiso nacional,
compromiso con todos,
compromiso en construir e invitar a todos
a esa construcción nacional.

Un compromiso que nos lleva a la restauración
de una moral, de una ética y de unos valores comunes,
que nos hacen humanos, nos hacer hermanos,
una restauración de los sueños dormidos
y de aquellos heridos o quizá muertos,
por el vil ejercicio de la politiquería.

Entonces, ese compromiso genera esperanza,
esperanza en que no seremos engañados,
en no convertirnos en borregos,
en un mañana mejor,
en una educación para todos,
en una salud decente,
en unas autoridades responsables,
en el cambio personal y luego en el social.

La confianza se gana poco a poco,
y el presidente y su gobierno la tienen,
pero también se quita,
mas temprano que tarde.
La confianza no ha sido,
una entrega de la Patria,
para que hagan lo que les de la gana,
la confianza es fruto del deseo,
por ser mejores,
por querer ser mejores.

El compromiso exige trabajo,
es ajeno al descanso,
no tolera el ocio,
es un valor constante,
que despierta otros,
que nos envuelve a todos,
porque todos somos
corresponsables del futuro.


La confianza es plena
de alegría llena,
beneficia a todos,
es como la vida eterna,
que se entrega pura
que se recibe fresca,
que si se traiciona,
deja la garganta seca,
como si de pronto la vida,
de la tierra se fuera.

La esperanza es motor,
de lo que puede el amor,
es llevar la vida
hacia la tierra prometida.
Es sentir que hay futuro,
es caminar por seguro,
por una senda que lleva
a la eternidad verdadera.

Confianza, compromiso, esperanza,
que no lo olviden los ganadores,
que se lo ganen los perdedores,
que lo exijamos los electores,
que lo ejerzamos los ciudadanos,
que de una buena vez la Patria,
sea el hogar que queremos todos,
sea el calor que a todos calienta,
sea el agua de la que todos beban,
sea el plato del que todos coman,
sea la mano que todos eduque.

martes, 2 de octubre de 2007

Aung San Suu Kyi, algo más sobre esta líder


Tomado de: http://www.mujereshoy.com/secciones/826.shtml

La noticia de la detención de la líder opositora birmana y Premio Nobel de la Paz 1991, Aung San Suu Kyi, ocurrida recientemente, significa un duro golpe a las esperanzas de una apertura política en un país gobernado desde 1962 por una junta militar. La comunidad internacional teme por la vida de Suu Kyi.

En 2002, Aung San Suu Kyi fue liberada tras un año y medio de arresto domiciliario. No era la primera vez que esta mujer de 56 años de apariencia frágil y aspecto juvenil experimentaba este tipo de sanción. La primera vez que fue recluida en su casa, acusada de conspirar contra el régimen, fue en 1989. Durante seis años permaneció aislada, sin teléfono y con pocos contactos con el exterior.

Al salir libre de su segunda reclusión, la líder de la Liga Nacional para la Democracia (LND) declaró que el gobierno le había prometido libertad de movimientos, la liberación de cientos de presos políticos y conversaciones para llegar a un acuerdo político. Hoy estas promesas se esfumaron. Aung San Suu Kyi y un grupo de militantes de la Liga fueron apresados luego de violentos enfrentamientos durante una gira de trabajo por el país.

Fue un viaje trágico. Se estima que cerca de 100 personas fueron asesinadas, 50 heridas y un número indeterminado de militantes de la LND encarcelado. En este escenario, Suu Kyi fue detenida y se presume que ha sido llevada a una prisión militar “para su protección”. Hay versiones que aseguran que está herida.

Por la no violencia

Aung San Suu Kyi es, hoy por hoy, la mayor figura política de oposición en Birmania. Aún más, es un símbolo para quienes en el mundo entero siguen la doctrina de la no violencia. Cuando en 1991 Suu Kyi recibió el Premio Nobel de la Paz, la Academia Sueca reconoció en ella a una empecinada activista que “ha hecho una enorme contribución no violenta a la democracia”. Su vida es la mejor prueba de ello.

Descrita como una mujer fuerte y muy consecuente con sus ideas, Aung San Suu Kyi es heredera de una tradición familiar hecha de valor y compromiso. Nacida en Rangún en 1945, es hija del fundador del ejército, el general Aung San, considerado un héroe nacional por haber ayudado a terminar con el dominio inglés en Birmania. En 1947, a la edad de 32 años, fue acusado de traición por un rival político, siendo ejecutado posteriormente.

Hoy, la hija de Aung San conduce la segunda liberación de Birmania del poder de una junta militar enquistada desde 1962 y que mantiene al país bajo el terror y la censura. La primera juventud de San Sui Kyi transcurrió fuera de su país. En 1960 fue a la India acompañando a su madre que había sido designada embajadora en ese país. Sus estudios los hizo en el exterior y más tarde se graduó en Oxford, especializándose en literatura birmana, luego trabajó en Naciones Unidas por un tiempo.

Durante un viaje al Himalaya Oriental, conoció a Michel Aris, inglés que era tutor de la familia real e intérprete del gobierno. Se casaron en 1972. En esa oportunidad ella le hizo prometer a su esposo que la ayudaría a cumplir con su deber “si el pueblo me necesita”. Los acontecimientos que siguieron a su vuelta a Birmania requirieron que Michel Aris cumpliera con este compromiso.

Usando otros métodos


En el verano de 1988, Aung San Suu Kyi regresó a su país para visitar a su madre gravemente enferma. Durante su estancia presenció una serie de protestas estudiantiles contra el gobierno, las que pronto se convirtieron en un levantamiento general luego que la policía asesinara a un estudiante.

Suu Kyi no vaciló en unirse a la resistencia civil. En esa oportunidad declaró que lucharía por la democracia con métodos pacíficos, siendo nombrada líder de la Liga Nacional por la Democracia, el partido que en 1990 conquistó el 80 por ciento de los votos en las primeras elecciones libres desde 1962. Pero el gobierno militar se negó a reconocer los resultados y no entregó el poder.

Durante el tiempo que duraron las protestas, se incorporó una gran cantidad de mujeres, monjas budistas, estudiantes y amas de casa, que golpeando ollas y sartenes fueron la avanzada de la rebelión. En aquella oportunidad, la periodista birmana Maureen Aung-Thwin escribió que debido a la supremacía masculina en los partidos políticos, grupos de mujeres empezaron a conformar partidos femeninos, como la Fuerza Política Femenina Nacional y la Organización Nacional de las Mujeres Liberadas de Birmania.

Este último grupo conformó una agenda feminista “para terminar con la estrecha concepción de que las mujeres debían ocupar su tiempo en la cocina y ser responsables sólo de los deberes domésticos”. La posición de las mujeres dentro de la sociedad birmana, si bien ésta contempla una serie de derechos como el acceso a la educación y empleo, el peso de las tradiciones refrendadas por el budismo que es la religión oficial, las reduce a la condición de seres de segunda clase.

El partido de Aung San Suu Kyi atrajo a muchas mujeres jóvenes por tratarse un espacio que proclamaba la democracia y la participación plena de hombres y mujeres. Pero en la práctica, los hombres se las arreglaron para relegar a las mujeres a ocupaciones secundarias.

Un comienzo dramático

Cuando la Junta Militar accedió a realizar elecciones libres en 30 años, Aung San Suu Kyi decidió presentarse. Su solo nombre atrajo a grandes multitudes. Su discurso de no a la violencia cautivó a mucha gente. Siempre ha sostenido que “el pueblo de Birmania quiere libertad, pero en primer lugar quiere liberarse del temor”. Meses antes de las elecciones, el gobierno la recluyó bajo arresto domiciliario en su casa y le prohibió circular. Pese a ello, la LND obtuvo una aplastante victoria que encolerizó a los militares.

Su respuesta fue la cárcel y el exilio a Tailandia de cientos de correligionarios/as de Suu Kyi. En ese período, la mayoría de los locales partidarios de la Liga fueron clausurados. Uno de los costos más altos que tuvo que pagar la líder birmana, fue la separación indefinida de su marido y sus dos hijos, a quienes no vio en los siguientes seis años que duró su encierro.
Siguiendo un itinerario

A continuación una apretada síntesis del camino recorrido por esta valerosa mujer desde su primer encierro en 1989.

1988
Viaja a Birmania para asistir a su madre enferma de cáncer. Por la ventana de su casa ve las manifestaciones de los estudiantes pidiendo democracia y enarbolando el nombre de su padre Aung San. Resuelve no regresar a Londres y funda la Liga Nacional Democrática.

1989
Julio. Es arrestada “por poner en peligro al Estado”, cuando participaba en actividades de campaña en el norte de Birmania. Empieza a cumplir arresto domiciliario. Realiza una huelga de hambre de 12 días. El gobierno le ofrece liberarla a condición de que abandone voluntariamente el país. Ella se niega terminantemente. Se le corta el teléfono y prohibe visitas. Los pasaportes birmanos de sus dos hijos son cancelados y su esposo tiene prohibición de verla.

1990
Se realizan las primeras elecciones democráticas en 30 años y la Liga Nacional Democrática conquista el 80 por ciento de los votos. Este triunfo es opacado con una sangrienta represión, con cientos de personas en las cárceles y otras enviadas al exilio.

Se le otorga el Premio Sajarov a la Libertad de Pensamiento. Su hijo Kim, de 13 años, lo recibe en su nombre. El Presidente checo Vaclav Havel presenta su candidatura al Premio Nobel de la Paz.

1991
Julio. Amnistía Internacional la declara prisionera de conciencia.

Diciembre. La Academia Sueca le otorga el Premio Nobel de la Paz por su “contribución no violenta a la democracia”.

1992
Cumple tres años de arresto domiciliario. La Junta Militar no da señales de querer liberarla, pese al inmenso clamor internacional.

El 20 de julio, Birmania conmemora el Día de los Mártires correspondiente al 45 aniversario del asesinato de su héroe nacional, el luchador por la libertad, el General Aung San, pero su hija sigue presa.

1994
Agosto. En el quinto año de su detención, 13 premios Nobel de la Paz, en una carta dirigida a la Junta Militar, piden “Libertad para Suu Kyi”.

1995
Enero. En un mensaje que envía a la comunidad internacional asegura que no aceptará “ningún acuerdo secreto” con la Junta Militar para su liberación y que proseguirá en su combate por el restablecimiento de la democracia”.

Julio. Es liberada de su arresto domiciliario luego de seis años de castigo.

1996
Mayo. Denuncia la detención de 191 integrantes de su Partido. Se inicia una oleada de arrestos para impedir la realización del Congreso de la LND.

Suu Kyi inaugura el Congreso de la LND en el jardín de su casa. De los 300 diputados que ganaron las elecciones de 1990, 238 no pueden asistir por sufrir arresto. Pronuncia un discurso ante 400 delegados/as. “No lograrán nunca aniquilar los anhelos democráticos del pueblo birmano”, dijo.

Junio. La Liga Nacional Democrática realiza una gran concentración que reúne a cuatro mil simpatizantes. Sui Kyi dijo: “Hacemos esto para provocar al gobierno, porque es nuestra responsabilidad frente al pueblo”.

Julio. Se dirige a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), para que intervenga activamente a favor de la apertura de un diálogo democrático en Birmania.

Septiembre. Pese a las prohibiciones de concentraciones “ilegales”, cerca de 10 mil personas se reúnen frente a la casa de Suu Kyi, para apoyarla en su lucha. Esto lleva a la Junta a aislar a la líder durante dos días mientras son arrestadas 109 personas de su partido. Bloqueo en varias calles que llevan su casa por centenares de soldados. Su teléfono no responde.

Noviembre. Cuando se dirigía a una reunión de la Liga, unas 200 personas apedrean a la caravana de autos. Después se supo que muchas fueron pagadas por el gobierno, para lanzar piedras.

1997
Con motivo del aniversario nacional de Birmania, reitera su compromiso de seguir luchando por lograr la democracia. Continúan las restricciones impuestas a los partidos de la oposición.

1998
Agosto. Los militares ponen fin a las protestas por la fuerza.

Suu Kyi pasa ocho días sentada al interior de su automóvil, luego que se le impidiera el paso cuando se dirigía a una reunión partidaria a la localidad de Anyarsi, a las afueras de Rangún. Mediante la fuerza, el gobierno logra enviarla de regreso a su casa, “por consejo médico”.

Lanza un ultimatum exigiendo se permita reunir al Parlamento elegido en 1990.

2000
Septiembre. Nuevamente es puesta bajo arresto domiciliario después que intenta viajar fuera de Rangún, desafiando una prohibición expresa.

2002
Los militares liberan a Suu Kyi luego de un año y medio de detención domiciliaria, y anuncia que dejará en libertad a más de 600 presos políticos.

Meses después, Suu Kyi expresa su escepticismo ante los pocos avances logrados hasta ese momento. “Nos hemos visto forzados a cuestionar la sinceridad del Consejo Estatal para la Paz y el Desarrollo (SPDC, por sus siglas en inglés). Pienso que no hemos hecho ningún progreso. De hecho, creo que ha habido retrocesos”.

2003
Junio. Presión y enorme condena internacional ante la noticia de su nueva detención. Estados Unidos refuerza sus sanciones al gobierno de Birmania.

Como una vela encendida en la oscuridad, Aung San Suu Kyi sigue siendo la esperanza para Birmania.

Birmania o Myanmar, ¿a quién le interesa?


Estos días la prensa mundial recoge el conflicto de Myanmar o Birmania. Una acción noviolenta de la sociedad civil y monjes budistas que intenta poner de manifiesto un régimen asesino.
Como siempre la "comunidad internacional", lenta, torpe. Eso parece. ¿Que hay detrás de esos comportamientos mientras la gente inocente muere?. ¿Qué intereses ocultos, favores oscuros de las grandes potencias?, ¿Qué esperamos?, ¿La sangre de inocentes no tiene valor?.
Algunos datos sobre Birmania y sobre una activista noviolenta a la que hay que apoyar (wikipedia).

El país está gobernado por un régimen militar desde 1962 y no se celebran elecciones parlamentarias desde 1990, cuando la actual junta militar del SPDC perdió de manera abrumadora ante la Liga Nacional para la Democracia. Ante tales eventos, el régimen desconoció los resultados, continuando con su tiranía y arrestando a líderes opositores como la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi. Después de diecisiete años, en el 2007 la Junta Militar se ha visto afectada por masivas protestas dirigidas por monjes budistas.

Aung San Suu Kyi, una esperanza en el horizonte. Debemos acompañarla.

Nacida en Rangún, el 19 de junio de 1945, es hija de Aung San, héroe nacional que firmó en 1947 el Jtratado de independencia con el Gobierno británico antes de ser asesinado. Tras diplomarse en Oxford, trabajar en la Secretaría de las Naciones Unidas y ser profesora en la India, Aung San Suu Kyi regresó a Birmania en 1988 y participó en el "segundo combate en pro de la independencia nacional". Este combate se inspiró en el ejemplo pacífico de Gandhi y en su fe budista, que le llevó a propugnar una "revolución del espíritu que se manifiesta mediante el reconocimiento de la necesidad del diálogo y la compasión por los más humildes". A pesar de estar arraigada en la tradición birmana, supo evitar las manipulaciones nacionalistas basando su lucha en "los principios sagrados de la moral", insistiendo en la necesidad de reconciliar a las etnias de su país, profundamente divididas.

En 1989 fue sometida a arresto domiciliario en Rangún. Asumió la dirección de la Liga Nacional para la Democracia, que ganó las elecciones en 1990 por mayoría aplastante. Como las autoridades militares se negaron a tener en cuenta este resultado, su partido no pudo formar un gobierno civil. Aung San Suu Kyi, sujeta a estrecha vigilancia, prefirió permanecer al lado de su pueblo dando testimonio de su fe en "la idea del bien y de lo justo".

Recibió sucesivamente el Premio Thorolf Rafto de defensa de los derechos humanos y el Premio Sajarov de libertad de pensamiento.

Reconocida como prisionera de conciencia por Amnistía Internacional, su propósito de que el drama birmano no cayera en el olvido fue recompensado el 14 de octubre de 1991 con el Premio Nobel de la Paz gracias al cual dio a conocer su combate al mundo entero rechazando el exilio que se le proponía a cambio de su silencio.

En 1992 el Premio Simón Bolívar recompensó por primera vez el combate de una mujer visionaria que combina el idealismo y el pragmatismo ilustrado siendo consciente al mismo tiempo de que otros movimientos similares en Asia se han inspirado, en la lucha pacífica de la Liga.

En 1995, las presiones ejercidas por los Estados Unidos condujeron a su "liberación" (por poco tiempo) de su residencia y ella se dirigía cada fin de semana a una muchedumbre atenta a su mensaje de aliento antes de que las manifestaciones estudiantiles provocaran la represión, la detención de dirigentes de la oposición y el establecimiento de un bloqueo en torno a su domicilio.

Sometida de nuevo a arresto domiciliario en 1996, rara vez ha podido recibir visitas, aunque consiguió enviar a las Naciones Unidas algunos mensajes grabados que denuncian el empeoramiento de la situación de los derechos humanos en su país, pidiendo a la comunidad internacional que conceda la prioridad a los derechos políticos de la Liga Nacional cuya dirección sigue asumiendo.

La Junta de gobierno que mantiene el poder en su país no ha ahorrado las invitaciones de exilio a su eminente y enojosa semirreclusa, jugando con el elemento de la separación familiar, como una manera rápida de deshacerse de ella. Un capítulo de esta táctica de acoso psicológico sucedió cuando su esposo, Michael Aris, murió de cáncer de próstata en marzo de 1999, sin volver a ver a su mujer, esperando la visa que el Gobierno birmano nunca le concedió. Otro capítulo sucedió en abril de 1999 cuando al hijo menor, Kim Htein Lin, se le permitió reunirse con su madre por unas horas en el aeropuerto de Rangún.

Se encuentra en arresto domiciliario desde el 2003. En septiembre del 2007 fue trasladada a un nuevo recinto penal debido a las manifestaciones que se realizan en todo el país exigiendo democracia.
Su sitio web es: http://www.dassk.com/index