jueves, 15 de mayo de 2014

Una oportunidad más


Ser valiente no requiere cualidades excepcionales.
Es oportunidad que a todos se ofrece. A los políticos especialmente.
John Kennedy

Mas de cinco mil autoridades,
locales y provinciales
tomaron posesión en el país.
Se trata de aquellos que recibieron
la confianza popular
para poder gobernar,
lo que solemos llamar: la patria chica,
las provincias, los cantones, los sectores rurales.

Algunos llegan por primera vez,
otros ya, son expertos en lides
y en periodos de ejercicio en el poder.
Pero todos,
absolutamente todos,
tienen una oportunidad en sus manos,
una oportunidad de cambio,
de cambio para mejorar,
de cambio para servir mejor,
de cambio para bien,
para bien de todos,
del colectivo popular.

Todos representan,
por estos días y en este tiempo,
la esperanza de días mejores,
el ejemplo del político honesto,
el ejemplo del ejercicio público,
sin corrupción alguna,
sin parecido alguno
a aquellas administraciones
que no solo robaron dinero,
sino robaron oportunidades,
anhelos y esperanza populares.

Todos representan,
otra oportunidad,
una oportunidad más,
que damos los ciudadanos,
a los políticos en el poder,
para que hagan las cosas bien.

Otra oportunidad que poco espera del tiempo,
porque hay tanto por hacer
y es tan escaso,
no el dinero,
sino el sentido común,
el trabajar por el bien de todos,
del progreso de una sociedad.

Una oportunidad,
una nueva oportunidad,
en la que esperamos no fallar,
tanto los que tiene el poder,
como los que se lo han entregado.
Seguir atentos las noticias,
las actuaciones,
las obras, la discusiones,
los planes, los proyectos,
las ejecuciones…
el cuidado del dinero,
la exigencia de las obligaciones,
el cumplimiento de los deberes.

Otra oportunidad,
y ojalá no sea una oportunidad perdida,
un tiro al aire,
un elogio a la corrupción,
un tiempo de enriquecimiento ilícito,
un tiempo de irrespeto a los derechos.

Otra oportunidad para la democracia,
y para los demócratas,
no de palabras,

sino de obras.

jueves, 8 de mayo de 2014

Inseguridad social

Tenemos que hacer planes para la libertad, y no sólo para la seguridad, por la única razón de que sólo la libertad puede hacer segura la seguridad.
Karl Popper

Hace pocos días,
muy pocos la verdad,
fuimos en busca de ayuda
al hospital de la seguridad social.
Un familiar cercano y amado,
sufría de una enfermedad,
y como jubilado y afiliado,
buscaba ayuda,
buscaba medicina,
buscaba un médico
que le diga cuál era su mal.

Recibió en emergencia
una repuesta errada,
producto del apuro,
de la congestión hospitalaria,
quiero pensar que fue eso,
y no una negligencia médica.
Le dijeron que regrese a su casa,
que no era mayor cosa,
y le dieron medicina,
para calmar el dolor.

De vuelta a casa,
el dolor no cedía,
el malestar crecía,
la angustia era desmedida.
Lo llevamos a un hospital privado,
y nos dijeron que lo que tenía era malo,
que podía morir,
que era muy grave el daño.

De inmediato,
hacer lo imposible,
sin importar los costos,
sin importar las horas,
la vida en un momento,
se convierte en un tesoro preciado,
valoras los segundos,
valoras los momentos,
miras al enfermo débil
lo miras indefenso,
estás en las manos del médico,
de la medicina,
finalmente… en las manos de Dios.

Hay un médico privado,
que con su mano admirable,
recibe al enfermo casi muerto,
y le devuelve la oportunidad de vivir,
de seguir disfrutando
de este valle de lágrimas.
Entre la admiración del hecho,
entre estos días complejos,
pienso que no todos sobreviven
en un mundo de inseguridad social.
En un lugar,
donde no hay tiempo para la persona,
porque los procesos dicen otra cosa.
Porque ahora el médico de la seguridad social,
debe cumplir unos indicadores,
unos turnos, unos procedimientos;
no debe atender personas,
sino turnos y casos.
Está obligado a deshumanizar el trato,
a convertir la consulta en una estadística,
en un número, en un momento inhumano.

¿Quién paga la seguridad social?
La pagan los afiliados.
¿Quién dirige la seguridad social?
La dirigen los políticos.
¿Quién calla ante el infortunio,
ante la falta de médicos especialistas,
ante la falta de espacios,
de camas, de medicinas,
de atención básica y humana?
Los mismos afiliados,
aquellos que mes a mes,
pagan en efectivo
un sistema de seguridad social,
que no se corresponde,
con la dignidad.

No hay campaña,
no hay propaganda que arregle,
la falta de camas,
la ausencia de médicos,
la falta de medicinas,
la inseguridad social,
que sentimos los que buscamos
una ayuda en momentos de dolor,
en momentos de desesperación.

De nada sirve el ahorro,
de nada sirve el aporte,
si el dinero se usa para todo,
menos para la salud del afiliado,
menos para la atención del aportante.

Inseguridad social,
eso siento en el corazón,

eso siento con dolor.

jueves, 1 de mayo de 2014

El día del trabajo... el día del trabajador

Reza como si todo dependiera de Dios.
Trabaja como si todo dependiera de ti.
San Agustín
Ayer,
primero de mayo,
el calendario recordaba
un momento triste de la historia:
miles de obreros
fueron masacrados,
por el simple hecho
de pedir justicia,
de exigir derechos,
de pedir ser tratados
como seres humanos.

Fue a partir de esa matanza,
que el primero de mayo
se transforma en una fecha
que pretende recordar
a quienes con sus mentes y manos
construyen el mundo,
construyen la sociedad,
construyen el presente
y proyectan el futuro.

Ha sido siempre una fecha,
para exigir mejores condiciones de vida,
mejores oportunidades laborales,
tratos humanos y justos,
leyes respetuosas de los derechos laborales,
condiciones laborales razonables,
salarios dignos,
servicios de apoyo al trabajador,
y tantas cosas más.

Algunos derechos con el tiempo se logran y otorgan,
otros,
se confunden
en medio del discurso demagógico del poder
que endulza al trabajador con cantos de sirena
mientras elimina la estabilidad laboral,
mientras se toma por asalto la seguridad social.

Los derechos del trabajador,
son tan importantes como sus obligaciones,
pero son éstas últimas
las que pesan al momento de las decisiones:
te quedas o te vas,
no si sirves, sino si eres servilista.

El poder es astuto
y sabe que manipulando
a los representantes de los trabajadores
podrá recortar sus derechos
sin mayores objeciones.

Ten cuidado del gobierno
que se llena la boca
pontificando tus derechos
y tus bondades como trabajador,
porque es aquel
que menos estabilidad te ofrece,
y ningún futuro promete.

El día del trabajo,
el día del trabajador,
un espacio de reflexión
sobre el buen hacer,
sobre el servicio común,
sobre la responsabilidad ciudadana,
sobre la construcción social,
sobre el servicio al prójimo,
sobre el futuro de todos.
No es un día
de elogio al poder,
es un tributo a quienes
perdieron la vida
por darnos la oportunidad

de mejores días.