jueves, 30 de marzo de 2017

Te necesito

Te necesito,
me dijiste hoy al oído,
quizá creyendo
que yo podría
vivir un segundo del día,
sin tu cuerpo,
sin tu corazón,
y sin tus besos.

Yo te necesito,
no como posesión,
sino como complemento.
Te necesito,
para compartir los momentos,
que dibujamos en el corazón.
Te necesito,
porque mi risa sola no basta
es junto a la tuya
cuando soy feliz,
cuando encuentro paz.

Yo te necesito,
porque necesito mirar,
como disfrutas
aquello que amas,
aquello que te apasiona,
aquello por lo que lloras,
aquello por lo que sueñas.

Te necesito,
porque estás ahí,
en mi corazón,
porque eres parte de mí,

y yo… (creo) ser parte de ti.

¿Y ahora?

¿Y ahora?,
dime ¿cómo caminar,
cuando no encuentre tu mano?;
dime ¿de qué podré hablar,
cuando no estés a mi lado?;
dime ¿cómo podre vivir,
con una parte del corazón destrozado?.

Si, lo sé,
se que estas preguntas,
no te las diré,
y se también que las respuestas,
las encontraré,
en el tiempo vivido,
en el tiempo que compartimos,
en las lecciones de vida,
que dejaste en mi corazón,
cada vez y cada momento,
que nos permitió el tiempo,
reír, discutir y llorar
mientras fuimos y mientras seremos,
porque aunque falte alguno de los dos
siempre de lo siempres,

estaremos juntos.

Diferentes (breve reflexión sobre la tolerancia)

Cuando hablamos del derecho a la vida, o al desarrollo, a disentir o a la diversidad, estamos hablando de la tolerancia. La tolerancia promovida, protegida y venerada asegurará la libertad. Sin ella, no podemos asegurarnos de ninguna. En las palabras de un hombre sabio: "la fe produce respeto, y el fanatismo provoca el odio"
Kofi Annan

Solamente somos diferentes,
y eso es una característica natural.
Diferentes en la forma de pensar,
diferentes en la forma de actuar.

Quizá no habíamos reparado en ello,
quizá eso no importaba tanto,
pero en este loco mundo,
la diferencia se interpreta
como una verdadera afrenta.

Si manifiestas tus diferencias
sobre un determinado equipo deportivo,
tarde o temprano,
esas diferencias,
serán irreconciliables,
a tal punto de mirar al otro
como un enemigo a vencer,
un enemigo cruel y despiadado,
y por tanto, debes ser como el.

Si piensas diferente,
a la mayoría de gente,
incluso de una minoría,
en torno a ideas religiosas,
podrías correr el riesgo
de ser catalogado como irreverente,
como persona no grata,
como un enemigo del dios,
como enemigo de la religión,
Si las diferencias persisten,
corres el riesgo,
de ser atacado por un fundamentalista,
que pensará que debes ser eliminado.

Si crees que es posible,
aceptar a las personas,
por el simple hecho de serlo,
a pesar de que ellas
han expresado y aceptado
que su orientación sexual
no es la tradicional,
quizá tengas serios problemas,
porque te etiquetarán de diferente,
de persona sin valores,
de persona poco humana,
y corres el riego de ser atacado
en algún momento de tu vida.

Si haces una crítica,
al político de turno,
a las ideas políticas,
de la tendencia que sean.
Si te opones a regímenes
que son catalogados de totalitarios,
si crees que la democracia
es algo que aún no se vive
en tu ciudad, en tu país,
o en tu región,
prepárate,
porque el poder en el poder,
el poder político,
te acusará de ser enemigo
de lo que ellos llaman pueblo,
de lo que ellos llaman pobres,
de lo que ellos llaman gobierno,
y corres el riesgo de ser atacado,
de ser apresado y de ser sentenciado.

Somos diferentes,
y eso es bueno,
porque en esa diferencia
está la riqueza de la humanidad.
En esa diferencia,
si la entendemos,
si la estudiamos,
si la asumimos,
encontraremos
la fórmula o las fórmulas,
de convivir sin violencia.

Somos diferentes,
no enemigos,
nuestras diferencias de ideas,
de creencias y de caminos,
no pueden ser pretexto
para ser convencidos
de que el que piensa diferente,
el que es diferente,
es nuestro enemigo,
es un rival a vencer,
es alguien a quien debo atacar,
es alguien a quien debo matar.

Somos diferentes,
y si un líder,
usa esa diferencia
para hacernos creer
que somos enemigos,
ese líder no merece la pena
llamarse tal.
Y lo que es peor,
sino nosotros nos convencemos
de que las diferencias son
motivos para la violencia,
debemos pensarnos y repensarnos
como seres humanos,

o inhumaos quizá.

martes, 28 de marzo de 2017

Tengo tu voz

Tengo tu voz que me habla,
cuando estás,
y también cuando te has ido.

Tengo esa voz
que me acaricia el alma,
que repite un "te amo",
que me sabe a gloria,
que dice un "te adoro",
que me lleva al cielo.

Tengo tu voz,
que me da calma,
porque está llena
de buenas palabras.
De palabras de amor,
de palabras de consuelo,
de palabras de pasión,
de palabras de entendimiento.

Tengo tu voz,
y también tus caricias
Una voz que  calla 
cuando me besas.
Una voz que me acompaña,
cuando descansas,
que me enamora,
-cada vez-
que mi corazón la evoca.

Yo me quedo

Yo me quedo en este puerto,
yo me quedo en tu puerto,
donde aprendí a reír,
donde aprendí a sentir
tu corazón puro.

Yo me quedo,
aquí contigo,
no importa si hace frío,
o si el calor nos atrapa,
me quedo a tu lado corazón mío,
porque siento que el camino,
de tu mano puede ser recorrido.

Yo me quedo,
mirando tus manos crear,
tus labios besar,
y tu cuerpo sentir
eso que amas,
eso que sientes,
eso con lo que sueñas.

Yo me quedo,
aquí vivo,
aquí mismo,

donde yo me quedo.