sábado, 26 de noviembre de 2016

Sueños...

Sentada en la cima
de una montaña de sueños,
caminas por las nubes,
con miedos y anhelos.

No pierdas la esperanza,
no pierdas la sonrisa,
la vida es una suerte
de complejos pasadizos.

Que nada te detenga,
que nada te turbe,
usa aquella fuerza
que te ha llevado por siempre
a ser lo que eres,
a ser... lo que serás.Sueños




viernes, 25 de noviembre de 2016

La cesta de las manzanas podridas


El primer signo de la corrupción en una sociedad que todavía está viva
 es que el fin justifica los medios
Georges Bernanos
Denuncias varias,
denuncias valientes,
ponen sobre la mesa,
muestran a la gente
que a pesar de lo que la campaña
llegó a llamar “la década ganada”,
en aquella década
había, como en todas:
una cesta de las manzanas podridas.

Cuando una fruta se pudre,
pudre a las demás,
pudre a las que la rodean,
porque así funcionan los temas de la naturaleza.

En política,
una manzana podrida,
un funcionario público
que se roba la plata,
que abusa de su cargo para beneficio propio,
que niega un servicio público,
que roba tiempo y vida
de quienes,
a través de sus impuestos
le pagan su sueldo,
está robando,
como se roba la ilusión, el sueldo y la vida.

Un funcionario público,
es a la vez un bien público,
no se debe a un partido,
a un color,
o a un caudillo,
se debe a quien sirve,
se debe a los que falta servir,
se debe a una escala de valores
que se resumen en los derechos humanos.

Mal hacemos con decir,
que sabemos que en la cesta
hay manzanas dañadas
y que esperamos no dañen a las demás.
Mal hacemos al bajar,
los mínimos y básicos indicadores
de la ética y las buenas costumbres.

No es raro escucharnos decir,
que votamos al menos malo,
que elegimos a quien robe menos,
a quien que así robe,
al menos que haga obras.

Mal hace el poder en el poder,
en ocultar sus excesos,
y los excesos de sus sirvientes,
colaboradores y acompañantes serviles.

Mal hace la justicia,
al venderse al poder
y desconocer
dónde están los ladrones,
quiénes son los ladrones,
cuánto robaron los ladrones,
con cuándo escaparon los ladrones.

La cesta de las manzanas podridas,
corre el peligro de ser
la historia de nuestra vida,
la historia de la patria y sus días,
que se resume en cumplir la ley,
por parte de la mayoría,
pagar impuestos
y ser supuestamente buenos ,
cuando hay otros
que se llevan el país en hombros,
que roban a manos llenas,
que se burlan de los lentos procesos indagatorios,
que abusan del poder
como nunca se pudo ver.

Corruptos profesionales
que viven felices,
en la impunidad de su estatus,
en la clandestinidad de sus actos,
en el sometimiento de sus serviles criados,
que son policías, fiscales y jueces,
que encarcelan a todos,
menos a los grandes infelices.

Hasta la próxima


jueves, 10 de noviembre de 2016

La política del miedo

Para quien tiene miedo, todo son ruidos
Sófocles 
Los supuestos expertos de la política,
aquellos seres ocultos tras bambalinas,
que escriben los guiones de los políticos
para ser trasladados a los electores,
han descubierto y redescubierto
un arma infalible para ganar,
o al menos quedarse en el poder: el miedo.

Miedo del elector,
que se sirvió del poder
y tiene miedo de perder su cuota,
su subsidio, su beneficio,
que fue convertido en dádiva.

Miedo del elector,
que escucha el discurso del poder,
que repite todos los días
que si no es el poder el que siguen ahí,
vendrán los antiguos malos espíritus
a robar la felicidad de la que hoy son parte.

Miedo del elector,
a apostar por una propuesta diferente,
y terminar eligiendo a la misma gente,
aquella de manos atadas,
de conciencias compradas,
de manos levantadas
y caras más duras que las piedras.

Miedo a no ser parte del cambio,
y por tanto
vender el voto
a la propuesta barata
que nos vende seguridad enlatada,
felicidad hipotecada
y progreso difuso.

Un grupo de políticos,
o de personas que se autodefinen como políticos,
apelan al miedo para someter tu voto,
para someter tu voluntad y tu vida,
porque estudian tus miedos,
porque saben de tus temores
porque saben que eres manipulable,
y que al final cederás
al discurso amenazante
que hará que por miedo votes
a quien del poder se sirve,
a quien del poder se beneficia
a quien del poder construye
su fortuna personal,
y su éxito inmoral.

La política del miedo
parece ser la opción ideal para ganar,
triste pero cierto.

Ante eso nos queda apelar
a que la educación es el único remedio.
solamente…
cuando educamos para la libertad,
para la responsabilidad,
para la tolerancia, el respeto y la fraternidad.

Hay un viejo adagio que nos recuerda
que los tímidos tienen miedo antes del peligro,
los cobardes, durante el mismo,
y los valientes, después.

El miedo en si mismo no es malo,
si es el resultado de la conciencia
y también de la responsabilidad.
Si el miedo viene por el sometimiento,
por la manipulación
y por el discurso del poder,
seremos esclavos y no libertarios.

Si algún miedo tengo,
es al miedo del ignorante
que se convertirá en herramienta del mal…

para poder triunfar.