jueves, 25 de abril de 2024

El otro aprendizaje

Quizá la más grande lección de la historia 

es que nadie aprendió las lecciones de la historia

Aldous Leonard Huxley

Se dice que aprendemos,

en espacios formales

llamados aulas,

de unas personas

a las que llamamos maestros.


Algunas aulas 

son más bonitas que otras.

Más modernas y cómodas

en comparación de espacios,

que ni siquiera

pueden llamarse aulas como tal.


En fin,

esa es la idea,

esa es la relación de aquello

a lo que se llama aprender.


Al final apruebas,

bien o mal,

para bien o para mal,

apruebas, o al menos,

alguien dice eso,

y caminas tu mundo,

con lo que dicen que has aprendido.


Pero la vida tiene,

otros aprendizajes,

algunos silenciosos

y quizá más poderosos

e influyentes

que los aprendizajes tradicionales.


Aprendes de comportamientos,

de acciones, de hechos, de situaciones.

Aprendes de personas,

en las que creías confiar

y que luego te enseñan sobre la desconfianza.

Aprendes tanto de la gente,

que en algunos casos

terminas por parecerte a ella,

o a ellas, que quizá aborreces o criticas.


El otro aprendizaje 

te lleva a sentir, saborear,

y observar extremos brutales.

Por un lado aprendes a identificar:

envidia, mala fe, ignorancia,

soberbia, necedad, mediocridad,

violencia, brutalidad.

Y, por otro, llegas a conocer

el buen hacer,

el desinterés por apoyar,

la solidaridad, el amor del bueno,

la compañía, la palabra adecuada,

la buena fe, el sentido común,

la humildad, la dignidad humana…

y tantas otras cosas,

que te llevan a pensar,

¿cuál es al final

tu propio aprendizaje?,

¿de qué estás hecho?

¿en qué te has convertido?

¿hacia dónde caminas?

¿hacia dónde caminar?...

y, ¿qué es lo que las personas

que te conocen y desconocen,

aprenden de ti?


Ojalá las respuestas,

    (a estas preguntas)

sean buenas para ti.




jueves, 18 de abril de 2024

Oscuridad

Creo que nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, 

ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven

José Saramago

Ensayo sobre la Ceguera

Me encontré,

sin pensarlo,

con una inesperada oscuridad,

que me confundió de pronto,

y mis ojos,

no pudieron transmitir

el camino a seguir.


La luz podría representar saber,

conocimiento, energía

y a la vez podría causar ceguera,

sequía, sobrecalentamiento,

fuego que calienta y fuego que quema. 


La oscuridad, puede ser entendida

como tinieblas, temor, miedo,

desconocimiento, castigo. O,

reflexión, paz, descubrimiento,

oportunidad.

Oscuridad que atemoriza, oscuridad que llama.


Al final, esas palabras,

esas realidades no son buenas o malas.

A esas realidades

las acompañan unas circunstancias

que les dan el matiz, el color y el sabor

de amargo, triste, dulce o alegre.


Más allá de ello,

lo que me preocupa de verdad,

es una especie de ceguera

que nada tiene tiene que ver con los ojos.


Es una ceguera que afecta

al corazón, al cerebro…

al ser humano en su esencia.


Una ceguera consciente para unos,

y para otros: imperceptible.

Una ceguera que ilumina con daño,

o que es tan intensamente oscura,

que nos impide razonar, preguntar, 

interpelar, cuestionar, pensar,

reflexionar, analizar, opinar

y actuar de forma tal

que nuestras acciones y hechos,

-errados o no-

sean resultado de esa ceguera,

y no de un ejercicio, de un despertar,

de un ponerse a pensar,

de un tomar conciencia,

y de un actuar consciente.




jueves, 11 de abril de 2024

(des) integración

Ya tenemos la independencia, General, ahora díganos que hacemos con ella

“El General en su Laberinto”

Gabriel García Márquez

Somos una suerte de antónimos,

de las etiquetas que nos “ponen”,

cada vez que la clase envuelta en la política,

busca los aplausos, apoyos y los votos.


La supuesta democracia,

es una suerte de remiendo y mezcla

de nacionalismos, populismos, 

manipulaciones y ausencia

de liderazgos éticos de gobierno.

Llegando a justificar

la existencia de la democracia,

con procesos electorales,

que nada tienen que ver

con la real existencia 

de partidos políticos,

escuelas de política y gobierno

y la formación de líderes para gobernar.


Las libertades se promueven

y con la misma velocidad

se sancionan convirtiéndolas en delitos,

en atentados a los modelos dictatoriales 

de gobiernos populistas.


La independencia al final,

hizo que el poder cambie de manos,

las manos cambiaron de dueños,

los dueños cambiaron

y ajustaron la estrategia,

y la estrategia incorporó 

el poder de las mafias a su haber.


La ética y las buenas costumbres,

son entendidas como 

la ley del más fuerte,

el divide y vencerás

y el difamar constantemente.

Se convierten las mentiras

en verdades irrefutables.

La política al final,

no tiene relación con la moral.


Todo ha sido posible,

todo: pobreza, miseria, hambre,

engaño, frustración, decrecimiento,

ausencia de oportunidades,

delincuencia, tráfico, mafias,

todo eso ha sido posible,

menos el unirnos, integrarnos

y trabajar juntos por ideales comunes,

traducidos en el bienestar de un continente,

que tiene tanto y tanto en común.


La política, la democracia,

el bien estar, la dignidad,

los valores que nos permiten

como seres humanos convivir en diversidad,

son demasiados serios,

como para entregar su cuidado

y representación a los politiqueros.


Tantos problemas por resolver,

tantos recursos, que juntos,

harían un verdadero cambio,

y aún estamos buscando la forma

de acabar con el otro,

insultar al otro, desmerecer al otro,

y fortalecer el espíritu de individualismo

que nos caracteriza.


La integración es necesaria, 

nos es necesaria,

cualquier agenda política,

no solamente debe tenerla en cuenta,

debe promoverla, practicarla y acrecentarla.





martes, 9 de abril de 2024

Sombra

Me queda una sombra,

que se pasea sola.

No es el reflejo de nada,

es el testimonio de una vida.


Me queda una sombra,

que es quien me acompaña.

No habla, no dice nada,

solamente se mueve y camina,

y mientras lo hace,

me recuerda la cadencia de un caminar.

lunes, 8 de abril de 2024

Como cien años (preludio)

La muerte y su ritual no descansan,

solo hacen una pausa,

para empezar otra vez.


Los ciclos, o se cumplen,

o se interrumpen,

dando paso 

a una especie de procesión,

de momentos y hechos,

que anteceden y acompañan el morir.


Pensé que el tiempo

haría las cosas más fáciles,

pero enterrar a tus muertos,

será siempre un momento,

que se llena de sufrimientos.


Guardas las cosas,

pensando en que la muerte,

no regrese tan pronto,

y tienes miedo de descubrir,

cuando será su próximo retorno,

mientras la gente entre cafés,

abrazos, lloros y lamentos,

recuerda que la vida

es tan efímera,

así dure como cien años.

jueves, 4 de abril de 2024

¿Quién soy?

Tu mirada se aclarará solo cuando puedas ver dentro de tu corazón.

Aquel que mira hacia afuera, sueña; aquel que mira hacia adentro, despierta

Carl Jung 


Es un viaje,

para el cual no hay venta de boletos.

Un viaje que no tiene fecha,

no tiene hora, no tiene acompañantes,

un solitario viaje que puede,

o no puede llegar.

Un viaje sin promoción,

sin descuentos.

Un viaje que se puede rechazar,

si no se quiere viajar.

Para algunos: una oportunidad de  vida;

para otros: un viaje sin importancia.

Para muchos:

un viaje del que nada se conoce.


Es un viaje al interior del corazón.

Un viaje donde encuentras tu interior.

Un viaje donde llegas a mirarte,

tal como eres, con defectos,

con virtudes, con miedos,

con deseos, con historias,

con recuerdos, con inconsciencias,

con aspectos de tu vida

que preferirías borrar

y botar a la basura.


Un viaje donde los recuerdos,

sobre todo aquellos borrosos,

se aclaran y donde comprendes,

algunas cosas que dan origen

a miedos, temores, anhelos y deseos.


Llegado el viaje,

y una vez en el trayecto,

puedes mira afuera y soñar 

en cambios que ojalá sucedan.

O, puedes  despertar,

entender el viaje

y aprender a viajar,

contigo mismo,

entendiendo con el tiempo que,

con aciertos y errores

lo que puedes y debes mejorar

eres tu.

Lo demás son efectos,

de lo que hagas o dejes de hacer…

en y con tu viaje.

miércoles, 27 de marzo de 2024

Un epitafio, que duele escribir (a Víctor Oleg, desde el fondo del corazón)

La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; 

un corazón que habita en dos almas

Aristóteles 


Escribo estas letras,

desde el Pinar de la Quebrada.

Desde el mágico lugar,

que nos vio crecer.

Una suerte de castillo,

cerca de la ciudad.

Rodeado de montañas,

y un camino de tierra

que recorríamos

en carros de palo

y bicicletas sin frenos.


Escribo estas letras,

en el lugar donde 

disfrutábamos las delicias

que nacían de las manos

de tu querida mamá.


Escribo estas letras,

desde el lugar

donde veíamos llegar

por las tardes a tu papá,

del cual eras brillo y oro intenso.

Escribo estas letras,

cerca de aquel árbol

al que subíamos por un tubo,

y del cual bajábamos 

a caminar sin rumbo,

conquistando lugares imaginarios,

en medio de vecinos preocupados

por los sonidos de la pólvora,

la gasolina y los juegos pirotécnicos

(grandes aliados y amigos,

de juegos de niños).


Aquel lugar donde tu perra,

te salvó de una quemadura mayor de la pierna.

En fin… recuerdos que jamás se borrarán.


Luego el tiempo hizo evidente,

lo evidente: este mundo no es para todos,

menos, para almas como la tuya,

para personas como vos.


Escribo estas letras,

confiando en que donde te encuentres,

encuentres la anhelada paz

y un espacio ideal, para ser tú,

donde habiten tu sencillez y tu eternidad.


Un abrazo eterno, mi querido amigo y hermano.


jueves, 21 de marzo de 2024

El necesario arte de desaprender

Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, 

sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender

Alvin Toffler

En este mundo hay inventos,

máquinas, equipos, metodologías,

medicinas, que dejan de ser útiles,

porque son obsoletos,

es decir, cumplieron un tiempo de vida

y deberían reemplazarse,

porque podrían, no solamente no servir,

si no ser peligrosos para la humanidad.


Sucede también,

con algunas cosas en nuestros hogares.

Tendríamos que desechar varias de ellas,

porque ya no sirven, porque no prestan

el servicio para el que fueron creadas;

lo lógico sería: dejarlas de usar.

Nos da pena, en algunos casos,

porque algunas de esas cosas

nos evocan tiempos y personas,

que son parte de una historia.


Aunque hay,

una notable y gran diferencia,

con el aprendizaje, el conocimiento,

la costumbre, la tradición y la repetición

de ideas, conceptos, prácticas, historias

y creencias, que son parte de nuestro ser,

podría existir una similitud

con los ejemplos propuestos

en mis primeras ideas.

Lo que aprendemos, conocemos,

lo que es ya una costumbre

una tradición, una creencia,

difícilmente se cambia

peor aún desecha,

a lo largo de nuestra vida.


“Ten cuidado con lo que aprendes 

que no podrás olvidarlo”,

reza un adagio popular.

Es una invitación constante a desaprender,

a cuestionar lo aprendido,

a superar el cambio, 

a que nuestra mente sea siempre

una pizarra lista para escribir,

borrar, corregir, mejorar, ampliar,

cuestionar, aprender y volver a desaprender,

como ejercicio de vida, de crecimiento mental,

personal, espiritual y humano. 


Si bien todos los días,

debemos agregar cosas a nuestras vidas,

con la misma frecuencia, habrá que eliminar cosas,

como camino a la sabiduría.


No se trata de ser sabios,

la idea es estar conscientes

y claros de que solamente sabemos,

que nada sabemos.


jueves, 14 de marzo de 2024

La ética, ¿sirve de algo?

Quienes ejecutamos esta profesión

no podemos permitir que se gane de cualquier manera

Marcelo Bielsa

Quizá, una buena parte de la sociedad.

justifica su accionar 

a través de aquella máxima que reza:

que el fin justifica los medios.

Parecería que las metas se logran,

los deseos se cumplen,

las venganzas se ejecutan,

las ambiciones se hacen realidad,

sin detenerse a pensar,

en la forma o formas

de lograr aquello que queremos,

y aquello que nos hacen desear,

o aquello que buscamos lograr

porque “vida hay una sola”.


El ejercicio de la política,

no puede estar más salpicado

de conductas, hechos y acciones

que nos llevan a pensar

que pocas conciencias quedan,

-en el mundo de la política-

dispuestas a ejercer

su trabajo y accionar

en beneficio de su sociedad,

sin esperar o buscar nada a cambio,

sin vender su alma al mejor postor,

sin llegar a convertirse

en testaferros de mafias,

que buscan lucrar en medio de la impunidad.


Otras instituciones del Estado,

también se encuentran comprometidas

al momento de analizar 

las actuaciones de sus funcionarios.

Sus acciones y omisiones,

¿a quiénes benefician y por qué?,

a muchos, seguramente,

menos a quienes deberían:

los ciudadanos, comunes y corrientes.


Se han roto todos los límites,

el dinero del crimen organizado,

todo lo compra,

quizá porque llegó a entender

que la ambición es una enfermedad

que crece sin medida, sin clemencia.


Por desgracia,

esto no solamente sucede,

en las altas esferas del poder.

Los ciudadanos también

contribuimos a la crisis

cuando evadimos impuestos,

irrespetamos las normas de tránsito,

olvidamos o desconocemos

las normas de urbanidad,

robamos el tiempo de nuestro trabajo,

nos reímos de la llamada “viveza criolla”

aplaudiéndola y celebrándola,

y lo que es peor,

ese ejemplo los damos

a los más pequeños,

a los que vienen detrás,

a los que dentro de poco

llegarán a gobernar y trabajar,

en pequeños o grandes territorios,

en pequeñas o grandes instituciones.


Sin ética, esto que cuento,

crecerá sin parar.

Con ética, con buenas costumbres,

pasada la vergüenza de reconocer estas acciones,

empezaremos a construir

una verdadera sociedad.

 

jueves, 7 de marzo de 2024

Igualdad

Todos debemos saber que la diversidad es un bonito tapiz, y debemos entender que todos los hilos del tapiz tienen el mismo valor, sin importar su color

Maya Angelou

Hay indicadores 

que muestran 

los progresos de la humanidad.

Tantos y tantos campos,

de la ciencia dan cuenta de

progresos impensables,

para mejorar la salud,

la conquista del espacio

y el desarrollo de tecnologías

que construyen escenarios de vida

solamente vistos en ciencia ficción.


Y hay también,

indicadores que muestran,

que mientras ese progreso pasa,

niños y niñas mueren

por no tener qué comer

o por beber agua contaminada.

Indicadores que muestran

números impensables

de víctimas asesinadas 

en cruentas y sanguinarias guerras.


Los logros 

y progresos de la humanidad,

significan mucho

y nos brindan la esperanza

de un mundo mejor. 

Aunque esa esperanza,

se vea opacada por una sombra

que cubre graves inequidades:

pobreza, miseria y desesperación

de poblaciones y sociedades

presas de dictaduras,

disfrazadas de democracias,

y sometidas a regímenes

de terror y miedo.


Entonces… la igualdad no es tal,

la igualdad, se convierte

en un deseo, en un anhelo,

en una lucha, en una constante denuncia,

que pone sobre la mesa 

crueles datos sobre maltratos,

abusos, burlas, engaños,

violencias, crímenes y asesinatos

de seres humanos:

niños, niñas, adolescentes y mujeres,

víctimas de culturas violentas

que minimizan realidades inhumanas,

que ridiculizan y desconocen

que ninguna legislación

pondrá fin a la violencia,

si la violencia es parte ya,

de la vida.


Aprender a valorar,

respetar, entender, comprender,

apoyar, reconocer y fomentar

la dignidad en la diversidad,

es construir los cimientos

de una igualdad,

que es lo contrario a uniformidad.


No habrá igualdad,

si la mayoría,

o la otra mitad vive discriminación,

limitaciones, acosos,

abusos y violencia.

“Todos los hilos del tapiz tienen el mismo valor

sin importar su color”



viernes, 1 de marzo de 2024

Viajar

Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales 

para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente

Mark Twain

Los viajes son,

una especie de encuentro

y también reencuentro.

Lugares, personas, paisajes,

recuerdos… momentos.


Viajar,

es en sí una aventura,

sea el viaje largo,

o se transite una corta ruta.


Viajar, 

por gusto, por necesidad,

por distracción, por obligación.

Viajar es moverse,

ir de un lugar a otro.

Viajar,

y mirar lo queda atrás,

sin dejar de mirar

la ruta para llegar.


Hay (creo yo) un viaje necesario,

fundamental y clave,

cuyo conductor y pasajero,

es uno mismo:

viajar hacia nuestro interior,

visitar nuestro corazón.


Hay miedo, lo sé,

hay desconocimiento,

hay preocupación

por hacer ese viaje:

¿qué vamos a encontrar?,

o quizá sé, lo que voy a encontrar.


Un viaje necesario,

eso de visitarse uno mismo,

de encontrarse y conocerse,

de aceptarse y comprender

al ser humano, a uno mismo.


Viajar,

al encuentro interior,

para empezar a trabajar,

reparar o restaurar

el propio amor, la propia preocupación,

el propio cuidado, la propia dignidad.


Viajar, 

al encuentro interior,

para descubrir que somos alguien,

un alguien que se necesita,

un alguien que respira,

un alguien que busca permanente.


Viajar,

al encuentro interior,

para aceptarse, apoyarse,

animarse, corregirse, comprometerse.

Y, sobre todo

para actuar diariamente 

sobre lo que somos

y lo que queremos ser,

independientemente

del mundo exterior.


Un viaje,

con un conductor,

que es a la vez pasajero:

tú y tu humanidad.


martes, 27 de febrero de 2024

Viajes

Hay viajes,

a distintos lugares y parajes.

Viajas por trabajo,

por gusto, por compromiso,

por necesidad, por obligación.


Y hay otros viajes,

en diferente dirección,

de los que comúnmente haces.

Viajes al interior,

al interior del corazón,

de la vida, del alma misma.


Viajes, 

que no son fáciles,

porque quizá,

no quieres encontrar

lo que vas a encontrar,

o, no quieres encontrar,

a una persona en particular:

tú mismo.


Vale la pena el esfuerzo,

vale la pena el ejercicio,

vale el tiempo, vale el dolor del viaje.


jueves, 22 de febrero de 2024

Dar

Al final, sólo se tiene lo que se ha dado

Isabel Allende


Alguien se sorprendió,

de aquello que recibió,

cuando pidió ayuda.

No alcanzaba a entender

aquella solidaridad,

que llegaba y llegó,

a mitigar el dolor

y el momento amargo.


Aquello que debería ser,

una característica del ser,

ha dejado de serlo:

dar sin esperar nada,

dar por el gusto de hacerlo,

dar porque se puede,

dar porque se debe,

dar porque nos hace dignos,

dar porque nos hace humanos.


Es un dar,

sin fotografías ni poses.

Sin que ello se convierta

en una deuda, 

en un favor por pagar.

Es un dar, que no es,

una estrategia de campaña

que busca convertir a ese dar,

en un pretexto para maquillar

la personalidad del que da.


En fin,

dar porque eso te transforma,

porque eso se convierte

en tu impronta y forma de vida.

Y no es solamente dinero,

bienes o cosas.

Dar tiempo, amor, escucha,

apoyo, aliento, confianza, respeto,

dignidad, prudencia, oídos, 

oportunidades, libertad,

espacio, comprensión,

tolerancia… no hay límite

en eso del dar.


Piensa en todo lo bueno

y todo lo mejor que quieres

y quisieras para los que amas,

pues eso… es lo que debes dar.


viernes, 16 de febrero de 2024

Los sentimientos

Los sentimientos están allí,

a veces dormidos, 

otras… despiertos.


Algo los activa,

algo los despierta:

una parte nosotros,

otra: personas, situaciones,

diversos acontecimientos.


Hay sentimientos

que no gustan,

o que asustan,

pero su presencia

será siempre un mensaje,

un recordatorio,

de que somos humanos,

de que sentimos,

de que nos alegran,

o nos duelen

cosas, tiempos y personas.


jueves, 15 de febrero de 2024

Tiempo y constancia

Si cada día coges un puñado de arena, formarás una montaña

Buda

No podemos,

por desgracia,

cambiar las cosas

y la condición de las cosas

de un momento a otro.


Nuestros hábitos,

buenos y malos,

son el resultado

de un hacer,

una y otra vez.


Cambiar una realidad,

cambiar nuestra realidad,

comporta tiempo,

y el complejo arte

de ser constantes.


Sin darnos cuenta,

en la vida,

somos constantes

en cosas o situaciones

que nos afectan:

desidia, desinterés,

ausencia de compromiso,

simplismo, mínimo esfuerzo,

envidia, queja, desconfianza,

odio, temor y desamor.

Luego ellas,

se convierten

en parte de la vida,

y no sabemos cómo llegaron,

y cómo se pueden ir.


Así como, 

sin darnos cuenta,

ciertas situaciones,

comportamientos y acciones

son parte de nosotros,

el reto quizá sea,

ser constantes en desarrollar,

construir, valorar y repetir

aquello que nos falta y nos hace bien,

aquello que, aunque parece que no suma,

hacerlo cada día, lo hará posible.


Los cambios: personales y sociales,

las grandes transformaciones,

no son un acto de magia,

son resultado del tiempo y la constancia.



jueves, 8 de febrero de 2024

Conversar

Hablar no es siempre conversar

William Cowper

Conversar:

estado anímico ideal

para poder escuchar,

no solamente palabras…

también sentimientos. 


Conversar:

el arte de saber escuchar,

y compartir, desde el alma,

lo que se siente,

lo que se piensa,

lo que se espera,

lo que se anhela.


Conversar:

arte adormecido,

casi en el olvido,

que requiere y necesita despertar,

para que las personas,

no solamente puedan hablar,

para que las personas,

se puedan escuchar,

se puedan entender,

se puedan expresar.


No conversas para convencer,

no conversas para engañar,

no conversas para calumniar,

no conversas para manipular.

Si esa es la intensión,

no eres conversador:

eres engaño, calumnia y manipulación.


Conversas,

para compartir 

y recibir a la vez,

aquello que das: conversación.


No es fácil, 

nada fácil.

Porque no es hablar,

o hablar por hablar.

Es un estado tal,

que escucho con respeto,

pasión y amor,

y me expreso,

con los mismos sentimientos

con los que escucho.


Es necesario restaurar,

el arte de conversar.


martes, 6 de febrero de 2024

La eternidad de tu presencia (Chochía)

No es ausencia,

es un vacío.

No es ausencia,

es una eterna presencia.


La vida, nunca fue igual

cuando se apagó tu voz,

cuando hablabas con tus ojos. 


Nunca será lo mismo,

sin la sensación 

de la seda de tu piel,

de la melodía de tu sonrisa,

de tus locuras, de tus historias.


Me dejaste tu ser,

y lo llevo contigo.

Es verdad: lloro,

pero también río,

y te menciono siempre

porque siempre, serás mi compañía.


jueves, 1 de febrero de 2024

Ser, o no ser

Ninguna decisión es final, todas se ramifican en otras

Jorge Luis Borges


Somos, 

o deberíamos ser,

una suma de decisiones.

La supuesta comodidad 

-de no hacer nada-

nos lleva a la nada.


Somos eso,

la suma de decisiones,

que son acciones.

Dejar de hacer,

es a la vez

una decisión, al final. 


El camino es diverso,

a veces tranquilo,

otras complejo.

Para llegar al destino,

las rutas son varias,

diversas, diferentes,

desconocidas, transitadas

o agrestes.


Cuando caminas,

llegará el momento

de tomar decisiones:

a dónde ir, con quién ir,

para qué ir, por qué hacer

o no hacer algo,

por qué decir o no decir,

por qué actuar o no actuar,

muchos “por qués” en el camino.


Eres tú y tus decisiones,

que al final se traducirá:

en la suma de tus experiencias

y también tus vivencias.


¿Quién nos puede garantizar

que todo lo decidido sea ideal?

Nadie.


El camino y los caminos,

el andar y el desandar,

el llegar a encontrar sentido

al arte de caminar,

con el tiempo nos puede dejar

enseñanzas diversas,

una de ellas: aprender a decidir,

y vivir con las decisiones, 

buenas o malas, 

acertadas o desacertadas,

teniendo en cuenta siempre:

que lo peor es no hacer nada.



sábado, 27 de enero de 2024

Ya no está… papá (a Fernando Bravo)

Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño,

 por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre

Gabriel García Márquez


Solamente

cuando su partida llega,

te das cuenta de que la vida

cumple sus ciclos,

de forma inexorable.


Solamente

cuando su partida llega,

recuerdas los momentos,

que conectaron por siempre

esa relación con papá.


Es verdad 

que pasó de ser héroe,

a héroe criticado.

Que nos molestamos con él,

y también que él jamás,

soltó nuestra mano,

más allá de lo que hagamos.


Papá no está,

en la física forma

en la que lo conocimos.

Hoy toma otra forma,

que vive en nuestro corazón.


Amigo… hermano

La amistad perdona la distancia, al revés que el amor

Care Santos


Habían pasado muchos años, 

algunos en silencio,

otros, quizá menos callados,

pero eran años,

de aquel abrazo

con el que se suponía,

volveríamos a vernos -pronto-


Habían pasado muchos años,

mientras vivíamos nuestros tiempos,

nuestros mundos, nuestros momentos.


Algo sabíamos,

de aquel querido amigo

que transitó su camino,

pero nada más… (algo sabíamos)


El reencuentro ha sido,

profundo, impactante,

por momentos brutal.

Poner sobre la mesa lo vivido,

reír por lo que fue,

entender lo que pasó,

en la vida de cada cual

y compartir aquello

que el corazón no cuenta a cualquiera.


Allí estaba esa amistad,

esa hermandad,

descansando tranquila

hasta ser despertada.

El corazón como que llora,

y las razones sobran:

lo bueno y lo malo.


Pero está,

está la amistad y la hermandad,

como un calmante,

como una medicina del alma,

mientras se vive la vida,

y la vida nos pasa o arrasa. 


jueves, 25 de enero de 2024

…. pensé

¡Cree! ¡Espera! Siempre habrá una salida, 

siempre brillará una estrella

 Charles Chaplin

El menú estaba listo,

para escribir 

sobre la amargura de los amargados.

Sobre aquellos desgraciados

que no solamente viven

siendo infelices,

si no que deben hacer lo imposible

para hacer infelices

al que se cruce por su lado.


Esperaba escribir

sobre su amargura que amarga,

sobre su envidia que daña,

sobre su ambición que acaba,

con la ilusión y las ganas,

frente a los que algo quieren hacer

en medio de un mundo atrapado

en medio de tanto farsante.


Y de pronto,

en la puerta de casa,

aparece un alma joven

con la que converso

comparto, hablo, escucho y siento

que la amargura de la que hablaba

es una falsa alarma,

una especie de fantasma

que viaja en el tiempo

intentando atemorizar

a los que se cruzan

por su camino.


Hay leyendas que cuentan

historias de gentes amargadas

que nunca lograron superar su amargura

y que buscan en su desgracia

amargar la vida de los demás.


Al final,

el día termina escuchando

a una poderosa alma joven

llena e ilusiones e inquietudes,

de un bagaje amplio,

a pesar de sus pocos años,

que me devuelve la esperanza,

para saber creer,

creer en nosotros, creernos capaces,

a pesar de los amargados.



jueves, 18 de enero de 2024

…. y también educar

No es tarea fácil educar jóvenes, 

adiestrarlos, en cambio, es muy sencillo

Rabindranath Tagore

Los militares

y las fuerzas de seguridad

salieron a las calles.

Redadas, allanamientos,

controles de circulación,

controles de armas

y el apresamiento

de un sinnúmero de delincuentes,

en entornos de miseria,

podredumbre y oscuras

formas de vida. 


La presencia militar,

genera un sentimiento de tranquilidad.

Parecería ser, 

que saben dónde golpear

a las mafias, a los mafiosos,

a los delincuentes, a los matones,

a aquellos que han sido adiestrados

para generar terror, miedo,

dinero sucio e infelicidad.


El reino del terror es así,

huele a podrido,

es oscuro, lleno de envidia

y de anhelos perversos.

Un reino que adiestra,

y que compra almas y voluntades

para incrementar su riqueza

y su poder para sembrar terror

y más mercados de vicio

y tráfico de todo tipo.


Dura lucha, tienen por delante,

las fuerzas de seguridad,

que deben acabar

con la mayor cantidad de podredumbre,

que hay en cada ciudad.


¿Y luego?,

¿cuándo ellos se vayan?

¿cuándo deban regresar

a sus cuarteles y tareas de siempre, 

¿qué pasará?


Las armas sirven para enfrentar

momentos complejos, tristes

y sin control.

Mas no debemos perder

el horizonte aquel

que nos lleve a construir

una sociedad diferente,

a aquella en la que nos encontramos.


Solidarios, responsables,

humanos, dignos, respetuosos,

comprensivos, alegres, soñadores,

divertidos, sanos, innovadores,

esforzados, adaptativos, 

en fin… tantas cosas que debemos enseñar,

aprender y ser ejemplo,

para evitar que la mafia

adiestre a nuestros niños, jóvenes

y profesionales en las habilidades

y prácticas para el mal.



jueves, 11 de enero de 2024

En crisis

La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir 

y cuando lo nuevo no acaba de nacer

Bertolt Brecht

Las crisis, cualquiera de ellas,

son -o deberían ser- 

un punto de inflexión

para producir un cambio,

ojalá hacia algo mejor.


Llegan, cuando algo o alguien,

“no da más”,

cuando la situación es insostenible,

y estalla… algo estalla.


Es necesario ese cambio,

ojalá hacia algo mejor,

porque ya se ha sufrido,

por el dolor, por las lágrimas,

por la desazón.


Ese cambio,

no es algo que sucede

de la noche a la mañana,

de un día para el otro.


Se necesita que,

esas condiciones crueles

que provocan la crisis,

terminen, se vayan, se transformen.

Y, a la vez,

se necesita sembrar

nuevas condiciones, hábitos,

comportamientos, pensamientos

y constantes acciones

que permitan un cambio,

ojalá hacia algo mejor.


La vieja política, la vieja corrupción,

las viejas mañas, la vieja y rancia

forma de hacer y complicar las cosas

y allanar el camino a la delincuencia organizada.

Eso que debe morir, se resiste,

porque es forma de vida que enriquece,

porque es forma de vida que se promueve:

como ejemplo.


En crisis necesitamos que nazca,

o que renazcan las buenas costumbres:

respeto, responsabilidad, solidaridad,

compromiso, entrega, sacrificio, transparencia,

sentido común, tolerancia, alegría, esperanza,

en fin, tantas cosas buenas que nos hacen bien,

y que están apagadas y olvidadas,

en medio de una crisis 

donde lo viejo, se niega a morir

y lo nuevo no acaba de nacer.




jueves, 4 de enero de 2024

El complejo arte, de cumplir con el deber

Cuando los que gobiernan hacen lo que deben, 

los gobernados no hacen lo que quieren

Refranero popular

Al deber, 

lo podemos mirar

desde ópticas diversas:

obligación, devoción,

compromiso, maldición.


Lo cierto es que está allí,

presente en lo que hacemos

y en lo que dejamos de hacer.


Si somos hijos,

el deber es serlo en su plenitud,

con derechos y obligaciones.

Lo mismo ocurre con los padres,

con los que cuidan de sus mayores,

con quienes tienen esa responsabilidad.


Si estudiamos,

el deber es serlo en su plenitud,

valorando la dicha de poder aprender

y aprender a aprender siempre.


Si enseñamos,

el deber es hacerlo en su plenitud,

sembrando la capacidad,

en ese educando,

de dudar siempre

y de siempre aprender a aprender.


Si eres empleado,

si eres empleador,

cumplir el deber,

no debe ser una obligación.

Cumplir tu rol, crear,

soñar, hacer mejor aquel lugar,

donde trabajas

y donde la gente trabaja para ti.


Si eres político en ejercicio,

y has recibido el voto popular,

cumplir el deber, 

debería ser la más común de las obligaciones.

Cumplir la ley, cuidar del dinero público,

cumplir tu promesa de campaña

y no robar: tiempo, dinero ni ilusiones

y trabajar sin descanso y sin esperar

ninguna otra cosa que tu sueldo mensual.


Es complejo el arte de cumplir el deber,

en un mundo de populismo, 

facilismo, corrupción e ignominia.


Cumpla cada uno, 

y andará bien el mundo,

nos recuerda el refranero popular.


lunes, 1 de enero de 2024

Un inicio

En tu mano tienes un inicio.

En tu mano tienes el principio.

En tu mano tienes,

un borrón y cuenta nueva.


Con el curioso detalle,

de que nada se olvida,

que todo suma,

que todo sirve,

bueno o malo,

todo sirve.


En tu mano tienes un inicio.