viernes, 23 de octubre de 2020

La perversa intolerancia

Muchos que quisieron traer luz, fueron colgados de un farol 

Stanislaw Lec

Un profesor,

enseña a sus alumnos,

una tira cómica,

que fuera el motivo,

por el que asesinaran,

a varios periodistas

que trabajaban en el medio

que publicó las caricaturas.

 

Ese profesor,

luego de su clase

es degollado,

por haber faltado al respeto,

según su asesino,

a una religión

y a un dios que habla de amor y paz.

 

Es solamente una muestra,

dolorosa y cruel, por cierto,

de lo que es capaz la intolerancia.

Es una muestra,

dolorosa y cruel,

de lo que es el adoctrinamiento,

el lavado de cerebro,

y la manipulación que busca,

toda costa

y con enorme éxito,

que los seres humanos,

no desarrollen la capacidad de pensar,

de analizar, de criticar y de opinar.

 

La ignorancia,

crecal ritmo de pandemia.,

La manipulación 

para el adoctrinamiento,

cuenta con planificación y presupuesto.

La intolerancia es

lrespuesta de mentes sin cerebro

y cuerpos sin corazón.

 

La eternidad de aquel maestro,

empieza con su muerte,

más allá de sus errores

y de sus hechos.

Quiso hablar

dlibertad de expresión

y le cortaron la cabeza,

como una venganza,

como un mensaje,

una advertencia,

como una sentencia.

 

En clave de paz,

salgo no concuerda

con nuestros valores,

con nuestrforma de ser,

dactuar, de pensar y de creer

no puede arreglarse,

con violencia, manipulación

y muerte.

Debemos aprender

otras formas, otras herramientas:

protesta, objeción de conciencia,

desobediencia civil,

ética y buenas costumbres.

 

La perversa intolerancia,

nos lleva a normalizar,

lo inhumano

y lo carente de sentido común.

La perversa intolerancia,

hace al dogma,

edios perfecto,

convierte a sus hijos,

en seres ciegos,

se come sus ojos,

y devora su corazón,

pues su mensaje es,

que todo acto violento

e intolerante,

tiene una justificación.

 

Muchos de los que

traerán luz,

morirán colgados de un farol,

víctimas de la intolerancia,

que busca silenciar

el libre pensamiento,

olvidando que la libertad,

que el ideal de la libertad,

florecerá en cada segundo,

en cada minuto, en cada hora

y en cada día,

que podamos sembrar,

con el ejemplo,

las buenas costumbres

y la convivencia entre iguales,

aunque diferentes. 


jueves, 15 de octubre de 2020

La humanidad perdida


Ser civilizado no significa haber cursado estudios superiores o haber leído muchos libros, o poseer una gran sabiduría... Ser civilizado significa ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los otros, aunque tengan criterios, pensamientos y hábitos distintos a los nuestros

Tzvetan Todorov

Entrevista y bibliografía en Los tiempos del presente, Cuatro. ediciones, 2001


Muy cerca de catalogar

al convivir ciudadano,

como la suma

de acciones irreconciliables,

el discurso del miedo

el discurso del odio, 

la desinformación y la ignorancia,

han logrado su propósito:

sentar a la intolerancia,

en uno de los tronos

del reino del mal.


Divididos,

etiquetados,

resentidos,

manipulados,

desinformados,

temerosos,

y otras cosas más,

hemos olvidado

nuestra propia humanidad

y la humanidad de los demás.


Los datos de la historia sirven,

para justificar la violencia,

la manipulación y la inconsciencia.

El ejercicio de la política,

es la herramienta perfecta

para dividir y gobernar,

para robar en la impunidad.


La etiqueta democracia,

se incluye sin límite alguno,

en la envoltura de gobiernos

autoritarios, extremistas, incapaces,

inhumanos, fundamentalistas

mafiosos y delincuentes.


El liderazgo,

se confunde con comportamientos

irresponsables, petulantes,

sarcásticos y mediáticos.


Las acusaciones,

van y vienen,

nos llenamos de recetas,

de fórmulas de cambio,

de ideas para el futuro,

pero estamos vacíos de acciones,

de reflexiones y de hechos,

que nos hagan diferentes, 

a eso que vemos,

a eso que nos hace daño,

a eso que nos manipula,

que nos domina

y que nos hace inhumanos.


Perdida la humanidad,

perdida la capacidad

de convivir en la diversidad,

perdida la oportunidad de construir

más allá de los intereses propios,

habremos perdido la civilización,

habremos fallado al pasado,

al presente y al futuro que soñamos.


No creo que lleguemos a eso,

hay mucha humanidad alrededor,

hay tantas muestras de humanidad,

han tantas acciones por la humanidad,

hay tantos buenos ejemplos,

que cuestan seguir, lo acepto,

pero ahí está el reto.

Me niego a que seamos los cómplices,

de la humanidad perdida.


jueves, 1 de octubre de 2020

Quino, la elegancia de la crítica y la reflexión (un intento de homenaje al maestro)

Tenemos hombres de principios,

Lástima que nunca los dejan pasar del principio

(Quino)


Es triste,

cuando una persona muere,

cuando un ser querido se va,

cuando alguien deja su lugar,

en este mundo llamado tierra.

 

Es triste, muy triste,

cuando quien se va,

es alguien que invitósiempre,

a reflexionar,

sobre los sin sentidos de la vida,

sobre esa monumental ausencia,

del sentido común,

sobre la desgracia de la palabra

dicha solamente como imagen,

pero carente de acción

y sobre todo de corazón.

 

Quino vino a nosotros,

para dejar un mensaje importante,

más allá de sus reflexiones,

en forma de caricatura.

Vino a decirnos

que es posible reflexionar,

que es posible hacer crítica,

sin perder la dignidad,

las formas y las actuaciones.

 

En un mundo 

cargado de intolerancias,

donde cualquiera

se siente en el derecho

y en la capacidad

de decir cualquier barbaridad,

Quino llegó a decir

y a demostrar

que se pueden decir las cosas

de otra manera,

una elegante y profunda manera

de reflexionar

sobre tantas y tantas situaciones

que nos pasan en la vida,

en el trabajo, en la convivencia,

en la ciudad, en el país…

 

Los medios, las formas,

o los canales que podamos usar,

para transmitir un mensaje,

una idea, una crítica,

una propuesta… una reflexión,

son diversos y cada ves más creativos.

 

Las formas son el reto,

saber decir, es saber pensarlo antes.

Saber decir, es asumir la responsabilidad

de decirlo abiertamente.

Saber decir, saber criticar,

es saberse no “sabelotodo”,

sino corresponsable,

no con un silencio

y una ignorancia colectiva

que nos está haciendo daño,

y que les ha permitido a los desalmados

manipular con su palabra

y con su dinero mal habido,

el criterio y la voluntad

de la mayoría de ciudadanos.

 

Nunca es momento de callar,

hay que levantar la voz,

hay que opinar,

hay que protestar,

hay que proponer,

hay que criticar.

Quino,

nos enseñó una elegante forma.

y digo elegante,

porque asocio la elegancia,

con buen gusto.

Buen gusto, 

 

como sinónimo de 

sentido común,

amor y respeto propio

y respeto para los demás.

Elegancia,

para el alma y el corazón,

que usen las mejores prendas

que son los valores

y las buenas costumbres.

 

Está en nosotros,

-compleja decisión-,

decidir cuáles son nuestros referentes

al momento de pensar,

opinar, criticar y reflexionar.