sábado, 29 de diciembre de 2018

Con tu canto (a Petito Burneo)


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“Cuando una persona trabaja, Dios la respeta;
mas cuando una persona canta, Dios la ama.”
RABINDRANATH TAGORE

Con tu canto,
acompañaste los primeros momentos
de la vida con tu Alberto amado.
Le iluminaste los días,
mientras cantabas canciones tristes,
canciones de amor,
canciones del corazón.

Con tu canto,
recibiste en tu seno,
a tus hijos amados,
que crecieron disfrutando
de tu melodiosa voz,
y también de las delicias,
que preparabas para ellos,
con todo tu amor.

Con tu canto,
llenaste de fuerza y canción,
interminables espacios,
donde las personas pudimos escuchar
ese don tan hermoso
que Dios te entregó,
y que compartiste alegre
para el gozo de tu Señor.

Por tu canto,
Dios te amó y te ama,
y con tu ejemplo,
te amaron los tuyos,
y cada persona,
que de ti recibió siempre,
bondades a manos llenas.

Hoy cantas desde el cielo,
para glorias eternas,
y aunque eso llena de alegría,
no se puede ocultar la pena,
de saber que tu canto,
en esta tierra cumplió su tiempo,
y que tu recuerdo,
es la fuerza,
para seguir cantando,
a veces llorando…
pero cantando,
porque así Dios nos dijo,
que te ama.

jueves, 27 de diciembre de 2018

Los santos inocentes


El 28 de diciembre nos recuerda
lo que somos durante los otros 364 días del año
Mark Twain

Hoy, día de los santos inocentes,
el santoral cristiano,
recuerda el pasaje bíblico,
en el que el rey Herodes,
ordenó asesinar a niños,
menores de dos años,
con la malhadada esperanza,
de que muera entre ellos,
el llamado Rey de los Judíos.
Todos los que murieron,
por orden del rey ese día,
serían recordados
como los santos inocentes.

Un simbolismo,
que traído hasta nuestros días,
nos invita a reflexionar,
que los inocentes,
que la inocencia,
tiene mucha actualidad,
y que nada tiene que ver,
con las bromas que se suelen gastar,
por tradición y costumbre cultural.
Hoy los inocentes son,
aquellos que obligados
por los dictadores de turno
y por los fascistas en el poder,
deben dejar su tierra,
su historia, su casa, su futuro
y su memoria,
y empezar a recorrer,
kilómetros de sufrimiento,
kilómetros de agotamiento,
kilómetros de humillación y abandono.

Hoy los inocentes son,
los enfermos  que sufren
que agonizan y que claman,
por salud y medicamentos,
por respeto y dignidad a su enfermedad,
y que solamente reciben,
las migajas de gobiernos,
que han descuidado por completo
el apoyo e inversión
a todo personal de la salud,
a todo los que significa salud,
favoreciendo a las mafias inhumanas,
que se enriquecen del dolor ajeno,
vendiendo medicina falsa,
y robándose el dinero
de los aportes de la seguridad social.

Hoy los inocentes son,
los niños que pasan,
no solamente en navidad,
sino todo el año,
su vida en una cárcel,
acompañando a sus madres,
y aprendiendo de todo,
menos a soñar, estudiar
y sentir que otro mundo
es posible construir.

Hoy los inocentes son,
los niños que mueren,
en la camilla de un oscuro
centro clandestino de abortos,
donde se acaba la vida del inocente,
a costa de alimentar la miseria humana.

Hoy los inocentes son,
los niños que no pueden acceder,
a educación de calidad,
porque hay un Estado imposibilitado
de apoyar al maestro
y al proceso de aprendizaje,
porque la plata se la robaron,
los que se llenaron la boca,
de frases y mensajes,
de una supuesta nueva educación,
cuando en realidad lo que hicieron,
fue llenarse los bolsillos y las chequeras,
de dinero ajeno,
y de dinero del pueblo.

Hoy los inocentes son,
los enfermos y ancianos,
que viven maltratados,
por quienes abusan de ellos,
por su frágil condición,
por estar indefensos,
por no tener voz,
por no poder decir lo que piensan,
lo que sienten… lo que quieren.

Hoy los inocentes son,
los que son juzgados sin razón,
los presos de conciencia
y todos aquellos que han levantado su voz,
contra los grandes atracos
y los grandes negociados.

Inocentes son los que gritan,
desesperadamente:
¡despierten, por favor despierten!,
mientras observan,
cómo el poder en el poder,
se lleva todo a manos llenas,
mintiendo y repitiendo
una falsa honestidad,
cuando en realidad,
es la continuación del robo,
de los ladrones pasados,
y quizá, por desgracia,
la proyección de los ladrones
del presente.

Inocentes son ellos,
y tantos más,
que no alcanzo a mencionar.

Los que no son inocentes,
son los mafiosos, los delincuentes,
los asesinos, los desgraciados,
los criminales, los fascistas,
los narcoguerrilleros,
los narcotraficantes…
y también, todos los que los apoyan,
y lo que es más… o peor
los que hasta votan por ellos
y los vuelven a reelegir.

Atrapados... en la impunidad


La impunidad premia el delito,
induce a su repetición y le hace propaganda:
estimula al delincuente
y contagia su ejemplo.
Eduardo Galeano


Mientras se celebra la navidad,
y se preparan los abrazos del nuevo año,
mientras se comparten frases
y reflexiones varias,
que nos preparan para una vuelta más
al tiempo de nuestras vidas.

Mientras todo eso pasa,
siento que estamos atrapados
en una fosa putrefacta,
a cuyo olor, por desgracia,
nos hemos acostumbrado.

Siento que nos detenemos
-atrapados-
en las arenas movedizas,
de una mafiosa clase política,
que se aprovecha
de nuestra ignorancia y desidia,
para burlarse en nuestra cara
y mentirnos sobre una nueva patria.

Atrapados en la impunidad,
mientras  suben impuestos,
y cobran al que genera riqueza
de forma honesta.

Atrapados en la impunidad,
mientras los grandes ladrones,
disfrutan de su libertad,
del dinero robado
y del privilegio del apoyo,
de seguidores pagados,
que buscan convertirlos
en dioses de barro.

Atrapados en la impunidad,
de una supuesta democracia,
que le otorga al voto,
y a la elección popular,
la excusa perfecta
para gobernar sin ética,
sin piedad y sin criterio.

Atrapados en la impunidad,
fruto de nuestra ignorancia
y nuestra pasividad.

Atrapados sin saber,
que la llave de los candados,
que aprisionan nuestras manos,
nuestras palabras y pensamientos,
está en sabernos capaces,
de construir un nuevo momento,
donde la política sea servicio,
la ciudadanía corresponsabilidad,
las diferencias riqueza
y el futuro: el resultado
de un esfuerzo común.

jueves, 20 de diciembre de 2018

Divididos


Triste mundo el nuestro,
donde es más fácil dividir un átomo que unir las personas
Anónimo


Triste es la historia,
la de la política actual,
que sin pena ni gloria,
hipoteca el futuro común.

Descubrieron que la ignorancia,
que la desidia
y el desinterés popular
eran los ingredientes ideales,
para buscar, encontrar
y tomar por asalto el poder…
y no dejarlo jamás,
porque así pueden vivir,
sin tener que trabajar,
porque pueden robar,
a manos llenas,
sin que haya un juzgador,
que pueda imponer una pena,
que obligue a  esos ladrones,
a dejar de robar.

Descubrieron
que la mejor forma de gobernar,
y perennizarse en el poder
era dividir a la sociedad.
Y tal parece que lo lograron,
porque divididos estamos,
defendiendo cada uno su verdad.

Descubrieron que un electorado dividido,
es una voz sin fuerza,
es una voluntad sin convicción,
es un rebaño temeroso,
que camina por donde le dicen,
que cree lo que le cuentan,
que repite lo que le mienten.

Divididos,
así estamos,
y esto no es una crítica
a la diversidad social,
al libre pensamiento,
o a la libertad de opinión.
Es un grito contra la inercia,
contra mediocridad,
contra la mentira en todas su formas,
contra la corrupción y sus vasallos,
contra todos esos desgraciados,
que vendieron la patria,
y se robaron la plata,
y que a pesar de eso,
se desgarran las vestiduras,
cuando alguien se atreve a decirles,
que son unos hijos de puta.

Divididos,
entre los discursos del odio,
en medio de acusaciones,
de señalamientos y reclamaciones.
De los que robaron antes,
de los que roban ahora,
de los que quieren la oportunidad
de robar en algún momento,
de los que se vendieron a las mafias,
a los delincuentes
y a los vende patrias.

Divididos,
débiles y sin fuerza,
así nos preparamos,
-o mejor dicho-
así nos preparan,
los que esperan la oportunidad
de ratificarse en el poder,
o de llegar a él
para su beneficio personal,
en las próximas elecciones,
y en las próximas elecciones,
donde divididos votaremos,
sin poder visualizar
a los que buscan la verdad
de los que mienten sin parar.

Divididos leemos,
los tristes argumentos,
y las frías mentiras,
de los que se robaron todo,
y hoy se declaran mansas palomas,
dioses de barro,
que cubren su engaño,
con más mentiras
que lo único que logran,
es que vivamos divididos,
enfrentados, resentidos
y amargados.

Divididos,
mientras ignoremos,
que la educación,
es la herramienta de la liberación.
Mientras creamos
que los referentes de éxito,
son los logros materiales.
Mientras gane la miseria
y la calumnia total.
Mientras gobierne en nuestras mentes,
la creencia de que no hay nada qué hacer,
que todo está perdido,
que una golondrina…
no hace verano.

Divididos,
es doloroso sentirlo,
pero a la vez un reto,
de sabernos capaces,
de cambiar el trayecto,
de este mundo que amamos,
de este mundo que es nuestro.
Porque son más,
los buenos corazones,
las personas sinceras y honestas,
los buenos trabajadores,
la buena gente,
aquellos que buscan
y que trabajan
por un mundo mejor,
por un mundo común,
que puede convivir,
en medio de conflictos,
pero unidos,
por un ideal:
el respeto y protección
de la dignidad humana.