viernes, 14 de diciembre de 2018

Es diciembre...


“Lo importante no es mantenerse vivo, sino mantenerse humano”
George Orwel

Es diciembre,
el mes del amor
y de la solidaridad,
el mes de los buenos deseos,
de los buenos actos,
y de las buenas costumbres.

Es  diciembre,
el mes donde nace
la solidaridad
en todas sus formas,
El mes donde
todos son solidarios,
y donde todos reaccionan
-o reaccionamos-
al modelo de comportamiento
que nos dice que debemos…
ser como hermanos,
compartir la comida,
el vestido, los dulces y los juguetes,
con  quienes lo necesitan
y eso, está muy bien.

El problema surge,
cuando pensamos
o analizamos,
que los que necesitan alimento,
trabajo y vestido,
lo necesitan siempre,
no solamente un mes en el año,
y entonces no es solo  diciembre,
sino todos los meses del año,
todos los días,
todas las horas,
que son necesarias,
para servir,
para ser solidarios,
para ayudar y apoyar,
a los que nos necesitan.

Es diciembre,
y todas las manos piden,
y todas las manos dan.
Las muestras de solidaridad,
están allí,
se sienten y se viven…
muchos tratan de ayudar.

Es diciembre,
donde se vive
la compleja ecuación,
de sobrevivir,
en un mundo de terror.

En medio de tanta solidaridad,
se vive a la vez un mundo cruel,
un mundo tomado
por la corrupción contumaz,
que ha robado todo el dinero,
y también el que habrá,
y que muestra su máscara,
su imagen falsa
de amor y solidaridad.

Es diciembre,
el mes donde conviven
el pesebre y el solsticio,
como mensajes de un nacimiento,
de un empezar de nuevo,
de un finalizar el ciclo,
de  sabernos caminantes,
humanos y erráticos,
pero humanos al fin,
que han perdido quizá,
la esencia de su naturaleza,
y se preocupan de cosas
que tienen menos importancia
que el buscar un mundo mejor
para todos
y no para unos cuantos.

Es diciembre,
el mes donde escucho,
los buenos deseos,
y las buenas promesas,
y eso me da esperanza,
tratando de pensar y pedir,
que siempre sea diciembre,
porque solamente así,
la solidaridad no sería,
cuestión de un mes,
sino de toda la vida,

Que siempre sea diciembre,
para ser siempre solidarios,
para acordarnos del hermano,
del que sufre y del necesitado,
para compartir los que tenemos demás,
para abrazar y sonreír,
para sentirnos felices de servir,
para servir y no servirnos,
para ayudar,
en lugar de aprovecharnos,
en fin…
es diciembre,
y dentro de poco enero,
donde probablemente olvidemos
todo el sentimiento de solidaridad y apego
por el prójimo y por un mundo nuevo.

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