La
impunidad premia el delito,
induce
a su repetición y le hace propaganda:
estimula
al delincuente
y
contagia su ejemplo.
Eduardo
Galeano
Mientras se celebra la navidad,
y se preparan los abrazos del nuevo año,
mientras se comparten frases
y reflexiones varias,
que nos preparan para una vuelta más
al tiempo de nuestras vidas.
Mientras todo eso pasa,
siento que estamos atrapados
en una fosa putrefacta,
a cuyo olor, por desgracia,
nos hemos acostumbrado.
Siento que nos detenemos
-atrapados-
en las arenas movedizas,
de una mafiosa clase política,
que se aprovecha
de nuestra ignorancia y desidia,
para burlarse en nuestra cara
y mentirnos sobre una nueva patria.
Atrapados en la impunidad,
mientras
suben impuestos,
y cobran al que genera riqueza
de forma honesta.
Atrapados en la impunidad,
mientras los grandes ladrones,
disfrutan de su libertad,
del dinero robado
y del privilegio del apoyo,
de seguidores pagados,
que buscan convertirlos
en dioses de barro.
Atrapados en la impunidad,
de una supuesta democracia,
que le otorga al voto,
y a la elección popular,
la excusa perfecta
para gobernar sin ética,
sin piedad y sin criterio.
Atrapados en la impunidad,
fruto de nuestra ignorancia
y nuestra pasividad.
Atrapados sin saber,
que la llave de los candados,
que aprisionan nuestras manos,
nuestras palabras y pensamientos,
está en sabernos capaces,
de construir un nuevo momento,
donde la política sea servicio,
la ciudadanía corresponsabilidad,
las diferencias riqueza
y el futuro: el resultado
de un esfuerzo común.
No hay comentarios:
Publicar un comentario