sábado, 27 de enero de 2024

Ya no está… papá (a Fernando Bravo)

Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño,

 por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre

Gabriel García Márquez


Solamente

cuando su partida llega,

te das cuenta de que la vida

cumple sus ciclos,

de forma inexorable.


Solamente

cuando su partida llega,

recuerdas los momentos,

que conectaron por siempre

esa relación con papá.


Es verdad 

que pasó de ser héroe,

a héroe criticado.

Que nos molestamos con él,

y también que él jamás,

soltó nuestra mano,

más allá de lo que hagamos.


Papá no está,

en la física forma

en la que lo conocimos.

Hoy toma otra forma,

que vive en nuestro corazón.


Amigo… hermano

La amistad perdona la distancia, al revés que el amor

Care Santos


Habían pasado muchos años, 

algunos en silencio,

otros, quizá menos callados,

pero eran años,

de aquel abrazo

con el que se suponía,

volveríamos a vernos -pronto-


Habían pasado muchos años,

mientras vivíamos nuestros tiempos,

nuestros mundos, nuestros momentos.


Algo sabíamos,

de aquel querido amigo

que transitó su camino,

pero nada más… (algo sabíamos)


El reencuentro ha sido,

profundo, impactante,

por momentos brutal.

Poner sobre la mesa lo vivido,

reír por lo que fue,

entender lo que pasó,

en la vida de cada cual

y compartir aquello

que el corazón no cuenta a cualquiera.


Allí estaba esa amistad,

esa hermandad,

descansando tranquila

hasta ser despertada.

El corazón como que llora,

y las razones sobran:

lo bueno y lo malo.


Pero está,

está la amistad y la hermandad,

como un calmante,

como una medicina del alma,

mientras se vive la vida,

y la vida nos pasa o arrasa. 


jueves, 25 de enero de 2024

…. pensé

¡Cree! ¡Espera! Siempre habrá una salida, 

siempre brillará una estrella

 Charles Chaplin

El menú estaba listo,

para escribir 

sobre la amargura de los amargados.

Sobre aquellos desgraciados

que no solamente viven

siendo infelices,

si no que deben hacer lo imposible

para hacer infelices

al que se cruce por su lado.


Esperaba escribir

sobre su amargura que amarga,

sobre su envidia que daña,

sobre su ambición que acaba,

con la ilusión y las ganas,

frente a los que algo quieren hacer

en medio de un mundo atrapado

en medio de tanto farsante.


Y de pronto,

en la puerta de casa,

aparece un alma joven

con la que converso

comparto, hablo, escucho y siento

que la amargura de la que hablaba

es una falsa alarma,

una especie de fantasma

que viaja en el tiempo

intentando atemorizar

a los que se cruzan

por su camino.


Hay leyendas que cuentan

historias de gentes amargadas

que nunca lograron superar su amargura

y que buscan en su desgracia

amargar la vida de los demás.


Al final,

el día termina escuchando

a una poderosa alma joven

llena e ilusiones e inquietudes,

de un bagaje amplio,

a pesar de sus pocos años,

que me devuelve la esperanza,

para saber creer,

creer en nosotros, creernos capaces,

a pesar de los amargados.



jueves, 18 de enero de 2024

…. y también educar

No es tarea fácil educar jóvenes, 

adiestrarlos, en cambio, es muy sencillo

Rabindranath Tagore

Los militares

y las fuerzas de seguridad

salieron a las calles.

Redadas, allanamientos,

controles de circulación,

controles de armas

y el apresamiento

de un sinnúmero de delincuentes,

en entornos de miseria,

podredumbre y oscuras

formas de vida. 


La presencia militar,

genera un sentimiento de tranquilidad.

Parecería ser, 

que saben dónde golpear

a las mafias, a los mafiosos,

a los delincuentes, a los matones,

a aquellos que han sido adiestrados

para generar terror, miedo,

dinero sucio e infelicidad.


El reino del terror es así,

huele a podrido,

es oscuro, lleno de envidia

y de anhelos perversos.

Un reino que adiestra,

y que compra almas y voluntades

para incrementar su riqueza

y su poder para sembrar terror

y más mercados de vicio

y tráfico de todo tipo.


Dura lucha, tienen por delante,

las fuerzas de seguridad,

que deben acabar

con la mayor cantidad de podredumbre,

que hay en cada ciudad.


¿Y luego?,

¿cuándo ellos se vayan?

¿cuándo deban regresar

a sus cuarteles y tareas de siempre, 

¿qué pasará?


Las armas sirven para enfrentar

momentos complejos, tristes

y sin control.

Mas no debemos perder

el horizonte aquel

que nos lleve a construir

una sociedad diferente,

a aquella en la que nos encontramos.


Solidarios, responsables,

humanos, dignos, respetuosos,

comprensivos, alegres, soñadores,

divertidos, sanos, innovadores,

esforzados, adaptativos, 

en fin… tantas cosas que debemos enseñar,

aprender y ser ejemplo,

para evitar que la mafia

adiestre a nuestros niños, jóvenes

y profesionales en las habilidades

y prácticas para el mal.



jueves, 11 de enero de 2024

En crisis

La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir 

y cuando lo nuevo no acaba de nacer

Bertolt Brecht

Las crisis, cualquiera de ellas,

son -o deberían ser- 

un punto de inflexión

para producir un cambio,

ojalá hacia algo mejor.


Llegan, cuando algo o alguien,

“no da más”,

cuando la situación es insostenible,

y estalla… algo estalla.


Es necesario ese cambio,

ojalá hacia algo mejor,

porque ya se ha sufrido,

por el dolor, por las lágrimas,

por la desazón.


Ese cambio,

no es algo que sucede

de la noche a la mañana,

de un día para el otro.


Se necesita que,

esas condiciones crueles

que provocan la crisis,

terminen, se vayan, se transformen.

Y, a la vez,

se necesita sembrar

nuevas condiciones, hábitos,

comportamientos, pensamientos

y constantes acciones

que permitan un cambio,

ojalá hacia algo mejor.


La vieja política, la vieja corrupción,

las viejas mañas, la vieja y rancia

forma de hacer y complicar las cosas

y allanar el camino a la delincuencia organizada.

Eso que debe morir, se resiste,

porque es forma de vida que enriquece,

porque es forma de vida que se promueve:

como ejemplo.


En crisis necesitamos que nazca,

o que renazcan las buenas costumbres:

respeto, responsabilidad, solidaridad,

compromiso, entrega, sacrificio, transparencia,

sentido común, tolerancia, alegría, esperanza,

en fin, tantas cosas buenas que nos hacen bien,

y que están apagadas y olvidadas,

en medio de una crisis 

donde lo viejo, se niega a morir

y lo nuevo no acaba de nacer.




jueves, 4 de enero de 2024

El complejo arte, de cumplir con el deber

Cuando los que gobiernan hacen lo que deben, 

los gobernados no hacen lo que quieren

Refranero popular

Al deber, 

lo podemos mirar

desde ópticas diversas:

obligación, devoción,

compromiso, maldición.


Lo cierto es que está allí,

presente en lo que hacemos

y en lo que dejamos de hacer.


Si somos hijos,

el deber es serlo en su plenitud,

con derechos y obligaciones.

Lo mismo ocurre con los padres,

con los que cuidan de sus mayores,

con quienes tienen esa responsabilidad.


Si estudiamos,

el deber es serlo en su plenitud,

valorando la dicha de poder aprender

y aprender a aprender siempre.


Si enseñamos,

el deber es hacerlo en su plenitud,

sembrando la capacidad,

en ese educando,

de dudar siempre

y de siempre aprender a aprender.


Si eres empleado,

si eres empleador,

cumplir el deber,

no debe ser una obligación.

Cumplir tu rol, crear,

soñar, hacer mejor aquel lugar,

donde trabajas

y donde la gente trabaja para ti.


Si eres político en ejercicio,

y has recibido el voto popular,

cumplir el deber, 

debería ser la más común de las obligaciones.

Cumplir la ley, cuidar del dinero público,

cumplir tu promesa de campaña

y no robar: tiempo, dinero ni ilusiones

y trabajar sin descanso y sin esperar

ninguna otra cosa que tu sueldo mensual.


Es complejo el arte de cumplir el deber,

en un mundo de populismo, 

facilismo, corrupción e ignominia.


Cumpla cada uno, 

y andará bien el mundo,

nos recuerda el refranero popular.


lunes, 1 de enero de 2024

Un inicio

En tu mano tienes un inicio.

En tu mano tienes el principio.

En tu mano tienes,

un borrón y cuenta nueva.


Con el curioso detalle,

de que nada se olvida,

que todo suma,

que todo sirve,

bueno o malo,

todo sirve.


En tu mano tienes un inicio.