jueves, 25 de junio de 2015

Dialogar, la clave del convivir social


El diálogo implica una mentalidad que no florece en áreas cerradas, autárquicas. Éstas por el contrario constituyen un clima ideal para el anti diálogo. Para la verticalidad de las imposiciones.

Paulo Freire
Solamente el diálogo,
permite a una sociedad,
a un conglomerado social,
construir un Estado de derecho,
un Estado democrático,
un Estado que vive los derechos humanos.

Solamente el diálogo,
que no es propiedad de nadie en particular,
podrá permitir superar los conflictos sociales,
entender las diversas visiones sobre el progreso social,
comprender que no hay una sola verdad,
que hay una suma de verdades,
de realidades, de criterios, de deseos,
de intereses y de posiciones.

Solo el diálogo,
solamente el diálogo,
es la herramienta que lima las asperezas,
que permite la convivencia pacífica,
entre hombres y mujeres que piensan diferente.

Solamente el diálogo,
es la vía para conocer,
lo que piensan otros,
lo que pienso y quiero decir yo.

Pero no es tan fácil dialogar,
se requiere una cultura,
un método, una forma de hacerlo,
que para nada tiene relación con la imposición.
Dialogar es sobre todo,
saber escuchar,
saber guardar la compostura,
ser tolerantes y respetuosos,
para conocer lo que otros piensan,
lo que otros opinan.
De esa manera,
puedo exponer mi punto de vista,
y construir a partir de ese momento,
consensos de todo tipo
Consensos básicos,
consensos mínimos,
consensos generales,
consensos sociales.

El diálogo,
es la clave del convivir social,
y solamente es posible,
si nos educamos en el y para el.

¿Cuánto sabemos y podemos dialogar?
¿Dialogamos en casa,
en el barrio, en el trabajo,
en la escuela, en la universidad?
O, somos el triste producto,
de lo que se ha llegado a llamar:
diálogo de sordos.
Donde cada uno,
aferrado a su verdad,
a su mundo y a sus creencias,
se convierte de a poco,
en intolerante y fundamentalista,
que piensa y llega a pensar,
que si alguien piensa diferente,
es un enemigo al que hay que callar y atacar.

Dialogar para el convivir social,
es la responsabilidad de la autoridad,
es obligación del poder en el poder.
Debe ser parte de la agenda pública,
de la agenda de una sociedad.
Por eso no es fácil,
quizá por ello,
rehuimos a dialogar,
y buscamos imponer
lo que llamamos: nuestro parecer.

No se dialoga por imposición de la ley,
se dialoga porque se reconoce
el valor del diálogo,
su utilidad personal y social.

Si hablamos de dialogar,
deberíamos preguntar,
si sabemos qué es,
y cómo poder llegar a el.

jueves, 18 de junio de 2015

Inconforme

Sin libertad de pensamiento, la libertad de expresión no sirve de nada.
José Luis Sampedro
Estar inconforme,
es una actitud de desacuerdo
-en especial-
con situaciones o decisiones
sociales o políticas,
que han sido impuestas
y que se consideran injustas.
Estar inconforme,
es no estar de acuerdo
con una serie de valores establecidos
por un gobierno o un gobernante.

Es disconformidad,
con la forma de hacer política,
con la forma de gobernar,
de ordenar un estado y su sociedad.

Inconforme,
porque a la democracia
le siguen faltando partes esenciales
como la división de poderes,
la rendición y exigencia de cuentas,
control de gasto público,
libertad de expresión
y sobre todo bienestar social.

Inconforme,
porque quien lo está,
es tildado de opositor
y amante de viejas y rancias
prácticas politiqueras
asociadas a una clase política
que nadie quiere que regrese,
pero que poco importa,
si estás informe
te tildan de opositor y punto.

Inconforme,
por la falta de oportunidades
y también de facilidades
para generar empresa y riqueza,
para dar mejores y mayores
fuentes de trabajo para todos.

Inconforme,
con la forma de dividir a un país,
entre supuestos buenos y supuestos malos,
entre ricos y pobres,
entre verdes y rojos,
sin reparar siquiera,
en que el lenguaje de la violencia
genera mas violencia.

Inconforme con una clase política,
que no forma a sus bases,
que se conforma con un papel de víctima,
de oposición por oposición,
sin proponer ni generar nuevas opciones
ni de gobierno, ni de gobernar.

Inconforme,
porque los poderes púbicos,
han perdido el norte,
han perdido la esencia,
han perdido el sentido,
de lo que es el servicio,
de lo que es su oficio.

Inconforme,
porque no sabemos el costo real
de la deuda externa,
ni por cuantos años deberemos pagar
lo que hasta ahora ha gastado el Estado.

Inconforme,
porque he perdido la cuenta
de los ministerios y oficinas públicas
que ha creado el poder para poder gobernar.

Inconforme,
con un discurso permanente de odio y división,
que habla de un oscuro pasado,
y de nuevos días de gloria,
cuando llevamos años,
del poder en el poder,
y la realidad es como es.

Inconforme,
porque hablamos de dialogar,
de los “labios para afuera”
pero no podemos tolerar,
que nos digan que lo hicimos mal,
que nos equivocamos,
que debemos rectificar.

Inconforme,
con la intolerancia social,
que cree haber encontrado en la violencia

el remedio para todo mal.

viernes, 12 de junio de 2015

Madre querida

Madre querida
princesa de mi vida
amor de melancolía
alma, vida y corazón.

Madre querida
mi eterna  agonía es tu lejanía,
suspiro del día a día
amor e inspiración.

Madre de mi vida,
pasión vivida,
eterna luz
eterno amor.

Madre querida,
madre de mi vida,
hoy eres luz
hoy estás con Dios.

Que tu amor me acompañe siempre,
que tu bendición no acabe,
que tu compañía que cobije,
que tu recuerdo me guíe.

Madre querida,
madre de mi vida,
dame fuerzas para seguir,
dame fuerzas para vivir.

jueves, 11 de junio de 2015

Gritos, protestas, amenazas... intolerancias

Protestar es negarnos a ser reducidos a cero y a que se nos imponga el silencio. Por tanto, en cada momento que alguien hace una protesta, por hacerla, se logra una pequeña victoria. El momento, aunque transcurra como cualquier otro momento, adquiere un cierto carácter indeleble. Se va y sin embargo dejó impresa su huella. Lo principal de una protesta no es que sea un sacrificio efectuado en pos de un futuro alternativo más justo.
John Berger

Las calles se llenan de gente,
de gente de varios colores,
de gente de varios pensamientos.
Las calles vuelven a ser,
escenario de todos,
y no solamente del poder.

La gente volvió a las calles,
y con ello regresó algo,
que se había quedado apagado:
la voz inconforme,
la voz de protesta,
la voz que exige,
la voz que se inquieta.

La gente volvió a las calles,
perdiendo el miedo,
o quizá ocultándolo.
Miedo a ser etiquetado,
a ser procesado o enjuiciado
como un delincuente común,
por el solo hecho
de levantar la voz,
de decir que no se está conforme,
que no se comparte,
algunas acciones,
o todas las acciones del poder.

Es verdad que algunos,
aprovechan el momento,
para sembrar el caos,
para generar violencia,
para cambiar el sentido
de la protesta pacífica,
y con ello justificar
más violencia,
del lado que sea,
pero violencia igual.

Escucho gritos,
protestas, amenazas e intolerancias,
si son noviolentas,
bienvenidas,
porque ayudan a la reflexión,
porque ayudan a la promoción
de un estado mejor,
de un estado de bienestar y solidaridad.

Lo que no podemos dejar pasar,
es que regrese la violencia,
en sus diversas formas:
directa, a través del daño físico
y el daño a la propiedad pública y privada.
Violencia cultural: cuando pretenden
hacernos creer que todos los que protestan
son delincuentes y conspiradores,
que buscan el regreso de viejos tiranos.
Es cultural la violencia que pretende hacernos creer
que el poder en el poder,
es el único que puede ser
que puede gobernar,
que se puede quedar y hacer
el tiempo que le de la gana
y hacer lo que le venga en gana.
Violencia estructural,
cuando el aparato estatal
conspira y atenta contra los derechos humanos
de todos los ciudadanos.

Protesta si,
para exigir el cumplimiento del deber,
para pedir cuentas,
para pedir que se diga
en qué se gasta el dinero de todos,
para pedir que se cumplan
los elementos de la democracia:
alternabilidad, libertad de expresión,
división de poderes,
respeto al poder constituido legalmente,
rendición de cuentas
a través de jueces independientes.

Amenazas e intolerancias no,
porque es jugar el juego de la violencia,
que pocos quieren,
porque saben que funciona…
el divide y vencerás.

jueves, 4 de junio de 2015

Siete mil millones de sueños. Un solo planeta. Consume con moderación (5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente)

Salvaguardar el medio ambiente... Es un principio rector de todo nuestro trabajo en el apoyo del desarrollo sostenible; es un componente esencial en la erradicación de la pobreza y uno de los cimientos de la paz.

Kofi Annan
Siete mil millones de personas,
tiene nuestro planeta,
y la cifra crece
con el pasar de los días.

Siete mil millones,
de consumidores,
de demandantes de recursos,
de tecnología,
de servicios,
que impactan en el ambiente,
que afectan a los recursos naturales,
que ponen en riesgo el equilibrio ambiental,
que atentan contra la naturaleza.

La invitación para esta celebración,
es una interesante reflexión:
consume con moderación.
Porque sin darnos cuenta,
nos convertimos,
por arte de la mercadotecnia
y de las llamadas “tendencias”
en consumidores de cosas,
que no sabemos si son necesarias en nuestra vida,
que no analizamos si las necesitamos,
que no valoramos el hecho,
de que todo lo que consumimos
tiene su origen en la naturaleza.

Mientras la curva del consumismo,
va en aumento desmedido,
crece también el desequilibrio ambiental.
La educación es entonces,
la herramienta adecuada
para cambiar nuestra conducta consumista,
para hacernos reflexionar
sobre el hecho
de estar conscientes de lo que consumimos,
de estar conscientes de que el consumismo
genera caos ambiental.

Siete mil millones de consumidores,
a los que debemos llegar
con un mensaje de paz ambiental:
reflexionar sobre lo que consumimos,
reflexionar sobre nuestras costumbres,
reflexionar sobre un cambio.

Educación dijimos hace poco,
educación que empieza en  casa,
que empieza por uno mismo,
y que luego se traslada a la familia,
al barrio, a la escuela, a la ciudad.

Educación ambiental,
que es a la vez Educación para la paz,
porque pensar en ser mejores personas,
pensar y actuar en beneficio social,
pensar, actuar y educar para una democracia activa,
nos debe transformar en personas con solidaridad.

Hay un solo planeta,
hay una sola vida,
lo que hagamos o dejemos de hacer,
quizá no nos afecta,
ni nos llegue a afectar,
pero ¿y las generaciones que vienen detrás?,
es injusto y violento no pensar,
en todos los demás,
en el prójimo, en el mundo,
en el futuro de todos.

Siete mil millones de personas:
no importa si el cambio positivo,
empieza por una persona,
que con su ejemplo educa
a otra personas, a otras personas,
que con el tiempo, se convierten en cientos.

Lo que pasa es que aún no creemos
de lo que somos capaces de hacer
cuando nos lo proponemos.

Podemos dejar el pasar el tiempo,
y pensar que nada pasa,
o actuar con responsabilidad
para poder cambiar un mundo,
en el que vivirán otros,
en una tierra…

que hemos habitado todos.

miércoles, 3 de junio de 2015

A una madre


A una madre se la quiere
siempre con igual cariño
y a cualquier edad se es niño
cuando una madre se muere.
José María Pemán

Una madre no muere nunca,
está siempre en el recuerdo,
está siempre en cada momento,
donde entregó su tiempo
para educarnos y amarnos.

Una madre no muere nunca,
pues sus caricias son eternas,
sus palabras de amor y su paciencia,
son semillas que germinan
con el pasar de los días,
cuando repetimos en nuestros hijos
las enseñanzas y el amor
de la madre querida.

Una madre no muere nunca,
podrá irse su cuerpo al cielo,
pero se queda su espíritu,
su ejemplo,
sus lágrimas y también sus sonrisas.
Se quedan sus tardes de melancolía
y sus momentos de felicidad.
Se quedan también
sus recetas y su comida,
se quedan las ganas
de haberla abrazado más
de haberle dicho sin cesar
que la amabas y la amas sin límites
que la necesitas
en todos los momentos de tu vida.

Una madre no muere nunca,
y aunque sabes que ella partirá
y dejará la tierra y te dejará a ti,
no puedes preparar el corazón
para aguantar tanto dolor.

Una madre no muere nunca,
solo cierra sus ojos
para trascender en tu corazón.



martes, 2 de junio de 2015

Nada será igual (a Pedro Víctor Falconí Palacio)

Nada podrá ser igual,
nada volverá a ser igual,
el vacío de tu ausencia,
crece con los días.

Nada podrá ser igual,
desde que partiste,
la vida cambió para siempre,
y aunque hay que seguir caminando,
pesan los pasos,
pesa el camino,
y pesa la vida.

Nada podrá ser igual,
quizá se pueda vivir con este dolor en el corazón,
quizá se pueda salir a la calle todos los días
y fingir que se vive y se camina,
quizá se pueda reír,
quizá se pueda vivir,
pero nada, nada será igual,
porque no estás, ni estarás.

Solo queda la esperanza de tu descanso,
del final del sufrimiento,
del final de tus dolores.
Solo queda la esperanza de encontrarte,
en este corazón adolorido,
en los recuerdos vividos,
en las cosas que querías,
en las amistades que compartías,
en tus alegrías y preocupaciones,
en tus sonrisas y en tus frases.

Nada podrá ser igual,
nada volverá a ser igual,
el vacío de tu ausencia,

crece con los días.