viernes, 26 de julio de 2013

Por la ciudad

Somos de una ciudad cargada de paciencia, que no conoce el sueño de los invernaderos, ni ha vivido la extraña presencia del amor.
Luís García Montero
Ayer,
justo ayer, sí,
celebraba su aniversario,
una gran ciudad,
una ciudad puerto,
una ciudad destino,
una ciudad grande,
una ciudad que crece,
una ciudad que se engrandece,
una ciudad diferente.

Ayer también,
en mérito a la celebración,
políticos locales,
y políticos nacionales,
se hacían eco de sus acciones,
de sus trabajos,
de sus obras,
de sus proyecciones.

Ayer miraba,
las obras que tanto el alcalde,
como el gobierno nacional,
habían realizado,
e iban a realizar por esa ciudad.

Ayer, anteayer,
hoy y mañana,
seguiré pensando,
¿por qué eso no pasa por nuestra ciudad?,
¿por qué las autoridades no compiten
por hacerla mejor,
más habitable,
más linda,
más limpia,
más ordenada,
más ciudad?.

¿Qué hace falta,
para que las autoridades
de elección popular,
se pongan a trabajar
por esta pequeña gran ciudad?,
¿Por qué nuestra suerte
ha sido tan poca,
haciendo de la ciudad de Loja
la ciudad abandonada?,
sometida a una pugna desgraciada
que ha derivado en hechos
y consecuencias
hoy a la vista de todos:
desorden, obras a medias,
ausencia de obras,
habitantes molestos,
habitantes desorganizados,
habitantes desordenados.

Por la ciudad,
es por quien hay que trabajar,
es por la ciudad,
porque ella es cuna,
porque ella es madre,
porque ella es inspiración,
porque ella es fuente,
porque en ella nacerán
y ha nacido,
la gente que amamos
la gente que amaremos.

Por la ciudad,
porque se lo merece,
porque lo necesita,
porque de lo contrario parecería
que cuando cantamos:
Somos hijos de Loja, y debemos
procurarle continuo adelanto;
que no cese el cantar sacrosanto
del trabajo, que es vida y honor.
Fomentemos las artes, la industria;
el saber tenga aquí su morada;
y la frente en sudor empapada,
sólo sepa inclinarse ante Dios.
Lo hacemos solamente
por cantar y no por actuar.
¿Qué tipo de hijo eres
de esta ciudad que te acoge

como una madre?.

viernes, 19 de julio de 2013

Querida Libertad

La libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos, con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar, por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida
Miguel de Cervantes Saavedra
Querida libertad,
estás como lejos,
como lejana,
como que quisieras callar,
guardar algo                                                
guardar algún secreto.

Querida libertad,
estás en silencio,
quizá molesta
porque los herederos
de quienes lucharon por ti
hoy permanecen callados,
no quieren decir nada,
no se preguntan ¿dónde estás?.

Querida libertad,
ese silencio ciudadano,
fruto del adormecimiento
del libre albedrío
del libre pensamiento
es peligroso,
porque sin libertad
la voluntad humana,
la responsabilidad social,
la sana crítica,
la búsqueda de la igualdad de oportunidades,
se calla, se duerme, se muere.

Querida libertad,
estamos cambiando,
y poniendo en tu puesto al miedo,
al temor… al silencio,
y diciéndonos,
no pasa nada,
es mejor así,
con eso no molestamos a nadie,
mejor nos callamos,
con tal que conmigo no se metan,
que hagan lo que les da la gana.

Querida libertad,
te han transformado
de un derecho a un privilegio,
porque eres para pocos,
para algunos…
para los poderosos.

Querida libertad,
así nos callemos,
no te vayas nunca,
mantente cerca
porque te necesitamos,
aunque a veces te confundamos
con libertinaje,
con hacer lo que nos da la gana.
Lo sé,
tener libertad es sobre todo responsabilidad
es madurez, en sencillez,
es respeto, es consideración,
es inclusión, es oportunidades para todos.

Querida libertad,
espero no acabemos con el tiempo
con la diversidad de pensamiento,
con la opinión diferente,
con la democracia verdadera
y le hagamos juego al poder
y nos sometamos sin luchar
sin educar a las personas
sobre los valores que componen
la libertad del ser humano.

Querida libertad,
¿por qué llegamos a este estado?,
¿por qué no reflexionamos
y caemos en cuenta de lo lejos que estamos
de ser verdaderamente libres?.

Querida libertad,
me duele este silencio cómplice,
no se si en algún momento fuimos libres,
pero lo que si se
es que podíamos hablar,
podíamos pensar,
podíamos decir,
podíamos disentir.

Querida libertad,
te escribo,
porque extraño tu presencia,
porque no quisiera que los niños
crezcan sin conocerte

sin saber de tu existencia.

jueves, 11 de julio de 2013

La globalización de la indiferencia

Se dice que el enamorado no ve, porque la pasión le ciega; yo afirmo que los indiferentes son los que no ven, porque les ciega la indiferencia
 Ángel Ganivet
Hace poco el Papa Francisco
haciendo a un lado
las visitas y los actos protocolarios,
decidió viajar a una isla,
a un lugar simbólico,
donde desembarcan cada día
decenas de desplazados,
decenas de indocumentados,
seres humanos que huyen
de lo que un día fue su tierra,
para buscar mejores días,
huyendo de su África querida
a una Europa que esperan los acoja.

El simbolismo del acto
es un tema de reflexión,
porque en ese lugar
este hombre de Dios,
denunció al mundo
la deformación de globalización:
la globalización de la indiferencia.
Nos dijo que:
"Miramos al hermano medio muerto al lado del camino,
tal vez pensamos 'pobre hombre' y continuamos nuestro camino".
La indiferencia está presente
en el político en el poder,
que construye su propia agenda de vida,
su propia fortuna,
su propio presente,
su propio futuro.
Que olvida que en el poder,
él está para servir,
que el dinero que financia sus obras
es el dinero de todos,
son los impuestos de todos.
Que olvida que si siembra odios,
cosechará tempestades.

La indiferencia está presente
en el día a día de la gente:
nos golpeamos el pecho
por los pobres y los mendigos,
pero hasta ahí llega la pena,
porque quienes pueden,
no generan más fuentes de trabajo,
no comparten su mesa,
no alivian la pena.

La indiferencia está presente
cuando llegamos a pensar
que los problemas de otros
para nada son los nuestros,
no nos afectan y no nos afectarán.
Cuando son los familiares,
los vecinos, los amigos,
los conciudadanos los que sufren
por algo que les afecta,
y no hacemos nada
pasamos de lado,
nos golpeamos el pecho,
decimos “Dios Mío que pena”,
pero para nada,
ponemos el hombro,
damos la mano.
Y no hablamos de dinero,
hablamos de solidaridad,
de tiempo de fraternidad,
de escuchar el dolor ajeno,
de brindar una palabra de aliento,
de decirnos que no debemos callar
ante la injusticia y la corrupción.

La indiferencia está aquí,
y piensa quedarse de largo
porque los ciudadanos
así lo queremos,
al menos no decimos nada en contrario.

Hace poco,
una familia lojana
enfrentó una desgracia en su negocio,
y no faltaron los comentarios y las burlas
el rumor desgraciado
y la ironía desalmada,
que en momentos de dolor
se presentaron con mayor fuerza.

La indiferencia,
nos hace pensar
que no es con nosotros la cosa.
Familias que no tienen hogar,
ciudades descuidadas,
ciudadanos descomedidos e indolentes,
políticos corruptos y desalmados,
personas sin trabajo,
fondos públicos si control,
derechos humanos sin aplicación.
Todos estos elementos,
y quizá muchos más,
se hacen fuertes y crecen
gracias a la globalización de la indiferencia.
¿Qué harás cuándo seas tú el que sufre?,
¿cuándo el destino llegue a ti con dolor?,
¿pedirás atención, solidaridad y fraternidad?,

¿qué has hecho pro tu prójimo en tu vida?.

jueves, 4 de julio de 2013

Tiempos de oscuridad

Tiempos de oscuridad
para la humanidad,
cuando la democracia
en lugar de ser el sustento
donde descansa la voluntad
del electorado o del pueblo,
es un concepto confuso
distorsionado y complejo,
que pierde su esencia
que pierde su fuerza,
que se transforma en todo
menos en la representación
en la organización
del encargo de poder
que pertenece a todos
y que unos son los responsables
temporales además,
de trabajar por el bienestar
del un colectivo total.

Tiempos oscuros
para la humanidad,
cuando la guerra,
el tráfico de personas,
y el tráfico de armas,
son las plagas que azotan
y contra las cuáles poco o nada
puede hacerse,
porque quienes las promueven,
porque quienes de ellas se benefician,
son también los que corrompen,
los que compran el poder,
los que compran las conciencias,
de aquellos que son, temporalmente,
autoridades, mandatarios y jueces.

Tiempos de oscuridad
para la humanidad,
cuando la desconfianza
se toma por asalto las conciencias ciudadanas,
porque se denuncian y se descubren hechos
que hablan del irrespeto a los derechos humanos.
Porque nuestra intimidad,
nuestra manera de pensar,
está siendo espiada,
está siendo analizada,
y el futuro personal y de la familia,
depende de lo que pensemos,
de lo que expresemos,
de lo que opinemos del poder,
de los poderosos,
de los mandatarios.
Tiempos de oscuridad
para la humanidad,
porque el respeto se pierde,
porque el respeto muere,
porque el respeto fallece
y da paso a la imposición del modelo
a la limitación de la palabra,
a la idolatría de dioses de barro,
al la limitación de la conciencia,
al olvido de los derechos humanos,
a la penalización de la opinión.

Tiempos de oscuridad,
donde la luz proviene
de fuentes que parecen débiles
pero que iluminan y dan vida:
la verdad, las buenas costumbres,
la dignidad, el autoestima,
la ciudadanía responsable,
el amor al prójimo…
es verdad,
parecería que eso no ilumina mucho,
pero esa es la verdadera luz
que guiará nuestro camino.
La gran luz es la suma,
de todas las luces posibles,
no hay que preguntar si podemos hacerlo,

hay que hacerlo sin preguntar.