viernes, 19 de julio de 2013

Querida Libertad

La libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos, con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar, por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida
Miguel de Cervantes Saavedra
Querida libertad,
estás como lejos,
como lejana,
como que quisieras callar,
guardar algo                                                
guardar algún secreto.

Querida libertad,
estás en silencio,
quizá molesta
porque los herederos
de quienes lucharon por ti
hoy permanecen callados,
no quieren decir nada,
no se preguntan ¿dónde estás?.

Querida libertad,
ese silencio ciudadano,
fruto del adormecimiento
del libre albedrío
del libre pensamiento
es peligroso,
porque sin libertad
la voluntad humana,
la responsabilidad social,
la sana crítica,
la búsqueda de la igualdad de oportunidades,
se calla, se duerme, se muere.

Querida libertad,
estamos cambiando,
y poniendo en tu puesto al miedo,
al temor… al silencio,
y diciéndonos,
no pasa nada,
es mejor así,
con eso no molestamos a nadie,
mejor nos callamos,
con tal que conmigo no se metan,
que hagan lo que les da la gana.

Querida libertad,
te han transformado
de un derecho a un privilegio,
porque eres para pocos,
para algunos…
para los poderosos.

Querida libertad,
así nos callemos,
no te vayas nunca,
mantente cerca
porque te necesitamos,
aunque a veces te confundamos
con libertinaje,
con hacer lo que nos da la gana.
Lo sé,
tener libertad es sobre todo responsabilidad
es madurez, en sencillez,
es respeto, es consideración,
es inclusión, es oportunidades para todos.

Querida libertad,
espero no acabemos con el tiempo
con la diversidad de pensamiento,
con la opinión diferente,
con la democracia verdadera
y le hagamos juego al poder
y nos sometamos sin luchar
sin educar a las personas
sobre los valores que componen
la libertad del ser humano.

Querida libertad,
¿por qué llegamos a este estado?,
¿por qué no reflexionamos
y caemos en cuenta de lo lejos que estamos
de ser verdaderamente libres?.

Querida libertad,
me duele este silencio cómplice,
no se si en algún momento fuimos libres,
pero lo que si se
es que podíamos hablar,
podíamos pensar,
podíamos decir,
podíamos disentir.

Querida libertad,
te escribo,
porque extraño tu presencia,
porque no quisiera que los niños
crezcan sin conocerte

sin saber de tu existencia.

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