martes, 30 de diciembre de 2014

Si llegado el momento...

Si llegado el momento,
tuviese que escribir mi testamento,
intentaría robarle al tiempo
unos minutos y unos segundos,
para ordenar mi pensamiento,
para intentar poner orden,
donde jamás ha existido.

Si llegado el momento,
tomando tu mano,
me despido de este destino,
botaría al basurero de la vida,
las cosas que no servían,
las cosas que me pesaban,
las cosas que me dolían,
las cosas que me mortificaban.

No podría dejarte jamás,
mi mal genio,
o mis noches sin sueño,
mis temores y preocupaciones,
mis penas y mortificaciones.

Jamás te dejaría,
aquel “hoy no puedo”,
aquel “no quiero”,
aquel “hazlo sola, no necesitas de mi apoyo”.

Si te dejaría,
mi mejor poema,
mi canción favorita,
mis primeras fotografías.

Te dejaría
lo que me queda de esperanza,
lo que me queda de locura,
y este amor,
que nunca acaba,
al contrario…
que crece con los días,
que se fortalece
con tu mirada.

Te dejaría una sonrisa,
un abrazo interminable,
un beso con deseo,
una caricia precisa,
un tomarnos las manos,
un abrazo de cuerpos,
un te amo por siempre,
un te adoro infinito.

Te dejaría,
no sé que más te dejaría,
si de algo te sirve…
envolvería mi corazón,
para que descanse a tu lado,
y empaquetaría mi alma,
para que se convierta en la tuya,
en fin…
te dejaría mi lado bueno,
y me guardaría,

las cosas que me hacen humano.

viernes, 26 de diciembre de 2014

¿Cómo calmar este dolor...? (A Iván Vélez)

¿Cómo calmar ese dolor en el corazón?
¿Cómo pensar en vivir luego de tu muerte?
¿Cómo abrir los ojos y pensar
que hay vida después de tu muerte?.

Tu cuerpo se ha ido,
del mundo, de la tierra,
has partido,
dejado tristeza y llanto.

Tu cuerpo se ha ido,
y con el,
la posibilidad de que los que te aman
te puedan abrazar,
y sientan tu presencia,
y escuchen tus palabras,
y aprendan de ti,
como lo hicieron siempre.

¿Cómo calmar este dolor en el corazón?,
creo que nunca habrá como,
porque el dolor de la muerte
no se va nunca… se hace más llevadero.

Queda la esperanza,
de encontrarte en otro mundo,
en otra vida, en otro espacio.

Queda la esperanza,
de que encuentres paz,
allá, junto a Dios.

Aún sin poder comprender,
aún sin entender,
las preguntas siguen dado vuelta por mi cabeza:
¿Cómo calmar ese dolor en el corazón?
¿Cómo pensar en vivir luego de tu muerte?
¿Cómo abrir los ojos y pensar
que hay vida después de tu muerte?.

Me abrazo a la fe,
y esa es mi balsa,
en medio de la tormenta.

Descansa en paz querido amigo,

descansa en paz.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Mi amor

Hoy…
fue un día especial,
fue el día del beso,
del reencuentro,
de tu cuerpo junto al mío.

Hoy…
renuevo mis votos de amor,
por lo vivido
y por lo que viviré…
no solo en el mundo,
sino junto a ti.

Juntos,
la palabra que resume nuestras vidas,
juntos si,
para lo bueno,
para la alegría,
también para la tristeza
y el llanto,
pero juntos.

Hoy,
escribo en mi corazón
que te amo y adoro

con infinita pasión.

Hoy

Hoy que el cielo,
está ocupado
atendiendo las oraciones
y los buenos deseos,
hoy, justamente hoy,
miro la tierra desde el mismo cielo,
buscando mi ángel
que seguro está ahí,
en algún lugar del infinito.

Y… es que decidí dejar la tierra
ahora que el mundo se entrega de lleno
a la fiesta del regalo y el buen deseo,
no sé si de las acciones buenas
o de los buenos actos,
pero si, al menos,
de las intensiones… sinceras y baratas.

Hoy en el cielo,
busco mi ángel,
mi angelito mío,
aquel que me habla al oído,
aquel que me cuenta lo que le ha sucedido.

Hoy desde el cielo,
miro a mi ángel,
decidió bajar a la tierra
a compartir su luz
con las personas que anhela.

Al verlo reír,
al verlo disfrutar,

río y disfruto también.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Lágrimas...

Las lágrimas de un ángel,
provocan la tristeza más grande,
provocan dolor,
provocan temor.

¿Quién es capaz
de hacer sufrir al ángel de la guarda?,
sin son la compañía perfecta,
la pareja ideal,
la amistad incondicional
el amor total.

Las lágrimas de un ángel,
las bebo para alimentar mi alma,
para que mi corazón lata,
para que mi vida viva.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Que los buenos deseos sobrevivan. Cartas a Santiago, mi hijo


En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
Khalil Gibran

Hijo mío:
Es tiempo de Navidad,
los mejores deseos,
los regalos,
las cenas,
las reuniones,
las promociones,
los ofrecimientos,
las promesas,
las ilusiones.

Te abrazan,
te felicitan,
te desean lo mejor del mundo.
Las frases bonitas,
se ponen de moda,
las tarjetas y las reuniones,
en fin,
el espíritu festivo
se toma los lugares y momentos,
adultos, jóvenes y niños,
expresan sus buenos deseos.
Yo quisiera hijo mío,
que ese buen deseo,
no se diluya en el tiempo,
que esas promesas,
se conviertan en realidades,
que esos abrazos sean sinceros,
que esos deseos de bienestar,
se transformen en buenas maneras de actuar.

Yo quisiera hijo mío,
que los buenos deseos sobrevivan,
durante todo el año,
durante toda la vida,
porque esa es la manera
de cambiar el mundo,
de cambiar a la gente,
de cambiar el corazón humano,
de hacernos más sencillos,
más solidarios,
más humanos.

No quisiera hijo mío,
que los buenos deseos,
sean solamente eso,
deseos que se los lleva el viento,
y al siguiente día,
olvidamos al prójimo,
olvidamos ser solidarios,
respetuosos y humanos.

Yo quisiera hijo mío,
que los buenos deseos,
sean parte de la vida,
que nos signifiquen respeto,
que nos signifiquen amor.
Que jamás hagamos daño a nadie,
que respetemos su verdadera condición.

Quizá te digan que mis deseos,
no tienen mayor fundamento,
que eso no hay que pedir,
que eso se sobreentiende.
Pero, créeme hijo mío,
conforme me pasa el tiempo,
conforme pasan mis días,
aún veo en la vida,
personas que no respetan,
personas que violentan,
personas que hacen daño,
personas que provocan llanto,
personas que hacen sufrir sin que sea necesario.

Que los buenos deseos,
se queden a vivir,
en tu corazón hijo mío,
que te convenzas de ellos,
y luego,
que los hagas vida,
que sean parte de tu vida,
solamente así,
podrás abrazar y dar felicidad.