jueves, 4 de diciembre de 2014

El miedo como forma de gobierno

No temas ni a la prisión, ni a la pobreza, ni a la muerte. Teme al miedo.
Giacomo Leopardi

La democracia debe ser, sin duda,
la expresión -sin contraposición-
de la vivencia de los derechos humanos,
y de la cultura de paz.

Vivir en un régimen democrático,
debería ser, sin duda alguna,
garantía natural de respeto a los derechos humanos,
al librepensamiento,
a la libertad absoluta de conciencia,
a la tolerancia como forma de convivencia.

Vivir en democracia,
debería significar, sin duda,
que las minorías existen cómo reconocimiento
de la diversidad social y cultural,
y que no son resultado
de un ejercicio del poder
inequitativo y excluyente.

Vivir en democracia,
debería ser vivir,
con la libertad para hablar,
para preguntar al poder,
por el destino, uso y fin,
del dinero y los bienes públicos.

Vivir en democracia,
debería ser, tener la capacidad,
de juzgar las cuentas del poder en el poder.
Dónde está el dinero público,
cómo se lo gasta,
en qué se lo gasta.

Vivir en democracia,
es sin duda,
una clara, evidente y comprobada
división de poderes del Estado.
Donde el Legislativo, el Ejecutivo
y el Judicial, trabajan por el bien común,
desde la independencia de su naturaleza.

La democracia es por tanto,
un ejercicio colectivo,
complejo y equilibrado,
de gobierno de una sociedad,
entendido gobierno como servicio,
como desprendimiento de lo personal,
como el "colectivo diverso", como prioridad.
Debería ser prohibido,
en una verdadera democracia,
publicitar la obra pública,
como si el dinero provendría
del partido de gobierno.
Lo que se hace con dinero público,
viene de la sociedad,
y así debe decirse.
Y decirse bien,
a través de medio públicos y privados,
jamás a través de medios de gobierno,
que deben ser canales de información
y no de comunicación.

Vivir en democracia,
es sentir libertad y tranquilidad para actuar,
y no miedo.
Miedo del funcionario público,
de perder el puesto, sino cumple,
la disposición del gobierno,
así atente contra la libertad del pueblo.

Miedo del ciudadano para hablar,
para decir, para opinar,
porque hablar podría significar
perder la libertad.

Miedo del ciudadano,
para participar en la vida política,
porque el poder en el poder,
se encarga de limitar
el libre acceso a la elección popular.
Porque el poder en el poder,
tiene tomado por asalto,
mediante la corrupción
el ejercicio sano del servicio público.

Cuando el miedo,
es la forma de gobierno,
no crean nunca
que viven en democracia.
Para vivir en ella -en democracia-,
primero debemos preguntar en nuestro interior,
sin no hay miedo, nos debemos felicitar.
Por el contrario,
si la respuesta es el miedo,
o no tenemos respuesta,
hay probabilidades altas,
de vivir el miedo,

como forma de gobierno.

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