jueves, 29 de enero de 2015

Sobre la envidia y otras miserias

La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.
Arthur Schopenhauer

Hijo mío:
el tiempo y la vida,
son maestros por naturaleza,
te enseñan a través de los hechos,
y se muestran a través de los sucesos.

Descubrirás con el tiempo,
que en la medida en que triunfas en la vida,
de que te realizas,
de que logras tus metas,
de que obtienes tus logros,
de que eres feliz,
de que amas al prójimo,
en esa misma medida,
nace en el corazón de ciertas personas,
una amargura tan grande
llamada envidia.

Descubrirás con el tiempo a los envidiosos,
que no son otra cosa
que personas que viven la amargura
de no poder realizarse en la vida,
que quieren ser lo que no pueden ser,
que quisieran ser lo que otros son,
que no soportan su destino,
su tiempo y su vida.

Los envidiosos,
se dedican de lleno,
a hurgar la vida de otros,
a reír con la tristeza del prójimo,
a complacerse con su desgracia.

Los envidiosos,
no soportan que triunfes,
no admiten, no ven posible,
que la sociedad te reconozca
como ser humano capaz
de tantas y buenas cosas,
y por lo tanto,
utilizarán el rumor,
el falso testimonio,
la burla,
el descrédito,
como arma desgraciada,
para hacerte daño
y  desacreditarte en todo plano.

Los envidiosos
se rasgan las vestiduras
cuando comentan tus errores,
tus desaciertos y tus faltas.
Te hacen ver
como la peor persona del mundo,
y cuentan a voz en cuello
lo malo que eres,
lo desgraciado que resultas
para la sociedad a la que perteneces.

El envidioso, hijo mío,
sin saberlo,
se intoxica el alma
con su odio y desgracia,
y mientras muere en vida,
esparce su malicia
en forma de rumor,
de comentario burlesco,
de amenaza fantasma.

Te cuento esto,
no para que huyas de la envidia,
no para que hagas daño al envidioso,
al contrario,
te lo cuento,
para que cuando en la vida
te encuentres con ellos,
los castigues y eduques,
haciéndoles el bien,
mostrándoles con tu ejemplo
que estás para cosas grandes:
como ser una buena persona,
que actúa siempre de buena fe,
para con el prójimo,
y que tiene cosas mas importantes
que envidiar y hablar a escondidas

de otras personas.

jueves, 22 de enero de 2015

Felicidad

Si eres feliz,
yo soy feliz.
A eso se resume,
la filosofía de la vida:
hacer feliz a quien quieres,
ver feliz a quien amas.

Pero ¿qué es esa felicidad anhelada?,
no se definirla,
solamente describirla:
una especie de fuerza infinita,
que te saca de la oscuridad,
que te lleva a la eternidad,
qué te hace llorar de tristeza
y también de alegría,
mientras suspiras por la vida,
no la tuya,
sino la del alma querida.

La felicidad,
quizá se parezca,
a un momento de la vida,
que puede ser poco o mucho,
donde te conectas
con un ser perfecto,
y compartes con el
un momento intenso.
Momento lleno de momentos,
de abrazos, de besos,
de mensajes... de anhelos.

¿Qué es la felicidad?,
quizá soñar,
en un nuevo día.

Dolor

Este dolor ha vuelto,
este dolor no ha muerto,
está ahí,
esperando en el día,
esperando en la noche,
para hacer su salida,
para tomarse la vida,
para tomar tu vida,
y llevársela al infinito.

Y es que a veces olvido,
que no estarás para siempre,
que me dejarás cuando menos lo espero...
cuando estaré más débil.

Y es que a veces olvido,
que es así la vida,
un dolor a la espera,
un mar de lágrimas saladas.

Este dolor ha vuelto,
y con el la pesadilla de tu ausencia,
si ya fue doloroso tu silencio,
no quiero pensar cuando te vayas,
y contigo se vayan
tus manos de seda,
tu mirada intensa,
tu fuerza y sentido,
tu guía que es mi camino.

Este dolor ha vuelto,
y no consigo alejarlo,
hay tristeza lo se,
y no puedo ocultarlo,
hay un dolor que me hace daño.

La paz social en peligro

No habrá paz en la tierra mientras perduren las opresiones de los pueblos, las injusticias y los desequilibrios económicos que todavía existen.
Juan Pablo II
Momentos difíciles
vive la humanidad:
los fundamentalismos,
y los fundamentalistas,
forman ejércitos,
gobiernos,
partidos políticos,
y sectas religiosas,
que buscan el control de la sociedad,
usando el miedo,
la intimidación y la guerra,
como herramientas para lograr su objetivo:
el poder del poder.

A ellos se suman,
los fundamentalistas económicos,
que buscan controlar
el dinero del mundo,
hacerse más ricos a unos pocos,
y más pobres a unos muchos.
Este año,
los más ricos del mundo,
lo será más aún,
y habrá más inequidad,
y más pobreza en los pobres.
Un modelo
que se alimenta de la ignorancia social,
de la desidia ciudadana,
de una ciudadanía adormitada,
cansada de luchar,
sometida y comprada
por medio de un discurso que promete todo
y que a la vez amenaza a quien no se allana.

Miles de muertos en África,
en manos de asesinos fundamentalistas,
lo mismo sucede en México,
y tantas partes del mundo.
¿De dónde salen las armas
y el dinero para comprarlas?,
¿Quién financia el estado del terror,
a quién interesa que la guerra no acabe nunca,
y que perdure para siempre?

Y nuestras economías,
que dependen del petróleo,
ahora se debilitan,
porque los precios los manejan unos pocos,
que son los que deciden al final,
cuánto quieren y van a ganar,
a costa de muchos,
de unos muchos,
que no supieron ahorrar,
en tiempo de “vacas gordas”.

Y es que en la economía mundial,
también hay fundamentalismos,
también hay terroristas,
que buscan desestabilizar,
general caos y miedo,
para poder ganar y gobernar,
sin limitación ni freno.

La paz social está en peligro,
porque la sociedad está en indefensión,
porque la ciudadanía está dividida,
porque el electorado  está disgregado.
Y los que están en el poder del poder,
no se quieren ir de él,
cual adictos necesitan seguir,
gobernar, lucrar y gastar,
todos los recursos que están en sus manos.

La paz social está en peligro,
porque no levantamos la voz,
porque no nos comprometemos
con el bien común,
porque no estudiamos a fondo,
los problemas de la ciudad,
del país y de la humanidad,
porque nos creemos cualquier noticia que leemos,
porque nos creemos cualquier discurso que escuchamos,
y no reparamos y no analizamos,
hasta dónde es verdad lo que nos dicen,
lo que nos cuentan,
lo que nos venden como felicidad.

La paz social está en peligro,
porque quienes somos sus beneficiarios,
estamos dormidos,

y no hay forma de hacernos despertar.

jueves, 15 de enero de 2015

Intolerancia sin límites

No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia.
Mahatma Gandhi
Tras la muerte de tanta gente,
en México, en Nigeria, en Francia,
y en otras partes del mundo,
la palabra intolerancia,
viaja de boca en boca.

Las víctimas de la intolerancia,
mueren en las calles y en los campos de batalla,
a manos de asesinos a sueldo,
que argumentan actuar en nombre del algún dios.

Las víctimas de la intolerancia,
son encarceladas por pensar en contra
del poder en el poder,
por denunciar la corrupción del poder en el poder,
por desconocer el poder del dios de barro,
por escribir la palabra libertad
y por ponerla en práctica todos los días,
en cada acción de la vida,
desde lo más personal y familiar,
hasta lo laboral y social.

Las víctimas de la intolerancia,
crecen en la ignorancia,
porque el intolerante
porque los intolerantes
desarrollan una pedagogía de la violencia,
que enseña a odiar,
que enseña a hacer daño,
que enseña a que todo lo diferente es malo,
que enseña a creer
que si otros piensan en contrario
deben ser callados,
no importa de qué manera.

La intolerancia sin límites,
se encuentra en tantas actitudes de la vida,
de manera silenciosa y callada,
entra en mentes y corazones,
y triunfa,
cuando la violencia llega
sembrando terror, miedo y dolor.

Porque la intolerancia es aliada del poder,
de ese poder que desea permanecer toda la vida,
para organizar y disponer
la manera de pensar, de vestir, de hablar
de adoctrinar en la intolerancia.
La intolerancia y el poder,
diseñan juntos
modelos sociales de comportamiento,
modelos económicos,
sociológicos y psicológicos,
en una suerte de preguntas y respuestas
de por qué hacer caso
al poder intolerante y servirlo
con la vida y con la muerte
cuando te lo pidan.

Las víctimas de la intolerancia,
ingresan a una especie
de callejón sin salida,
y cuando pretender abrir sus ojos,
es el poder en el poder,
a través de la intolerancia
el que le dispone que ya nos posible:
pensar, opinar, analizar, hablar o actuar,
porque la intolerancia
piensa por ti,
opina por ti,
analiza por ti,
habla por ti
y actúa por ti.

La intolerancia sin límites…
aunque deberíamos saber,
que nosotros solos y juntos,
podemos poner límites a la intolerancia

y sembrar semillas de paz.

miércoles, 14 de enero de 2015

Ya descansas... en memoria de Mónica Palacios Burneo

Ya descansas,
en los brazos de Dios,
bajo la tierna mirada
de María, su madre amada.

Ya descansas,
por pedido del Altísimo,
porque quería tenerte consigo,
y con tu padre que tanto amas.

Ya descansas,
porque era necesario el descanso,
y me quedo entonces
con tu corazón de oro,
con tu sonrisa delicada,
y con tu recuerdo infinito.

Ya descansas,
ahora eres parte de lo eterno,
donde no existe el sufrimiento,

donde solo es posible la paz.