Ya descansas,
en los brazos de Dios,
bajo la tierna mirada
de María, su madre amada.
Ya descansas,
por pedido del Altísimo,
porque quería tenerte consigo,
y con tu padre que tanto amas.
Ya descansas,
porque era necesario el descanso,
y me quedo entonces
con tu corazón de oro,
con tu sonrisa delicada,
y con tu recuerdo infinito.
Ya descansas,
ahora eres parte de lo eterno,
donde no existe el sufrimiento,
donde solo es posible la paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario