lunes, 23 de abril de 2012

Universidad


La Universidad debiera insistirnos en lo antiguo y en lo ajeno. Si insiste en lo propio y lo contemporáneo, la Universidad es inútil, porque está ampliando una función que ya cumple la prensa.
Borges
Escribo estas palabras,
luego de que han sido clausuradas,
varias universidades ecuatorianas,
luego de que se han roto,
los sueños e ilusiones,
de cientos de miles de jóvenes.

Escribo estas palabras,
en momentos en los que
la cuerda,
hablando de la educación superior,
se rompió, como siempre,
por el lado más débil,
que son esos miles de estudiantes,
que se han quedado en la calle.

Es verdad.
la educación superior en el país,
deja mucho que desear,
pero... ¿La culpa es sólo de la universidad?.

Nos olvidamos que la proliferación imparable
de las nuevas universidades,
se produjo como consecuencia,
de negociaciones de políticos,
y no de maestros.
Las nuevas universidades,
tenían entre sus padres,
a varios de los mal llamados "honorables ".

Nos olvidamos,
para mal o para bien,
que el Estado autorizó,
la oferta académica
de muchas universidades,
que carecían de calidad,
de docentes,
de instalaciones adecuadas,
de un verdadero modelo
de universidad universal.

Nos olvidamos,
que muchos ciudadanos,
buscaron aquellas universidades,
que hoy se han cerrado,
a pesar de saber,
que no eran un espacio recomendado,
y pese a ello,
se matriculaban,
y pasaban los años,
mas temprano que tarde,
para tener en sus manos,
un titulo universitario,
y no unas competencias profesionales
que los haga mejores ciudadanos.

Nos olvidamos
que el propio estado,
olvidó a la universidad por completo,
y la utilizó como un sujeto político,
como un espacio de votos,
como un bien personal y político.
Nunca se invirtió en la universidad,
solo se pagaron sus costos,
solo se cubrieron sus gastos.
Nunca se meditó
el para qué sirve la universidad,
ni qué pasaba en el mundo de la universidad,
vivíamos nuestra propia realidad,
vivíamos nuestra propia historia,
lejana, perdida, antigua.

Nos olvidamos,
del verdadero rol del profesor,
del verdadero rol del investigador,
solamente buscábamos unas horas de clase,
y no formar,
corazones y personas verdaderas.

Nos olvidamos de analizar,
que la escuela, el colegio y la universidad,
son espacios ajenos,
que no se comunican,
que no dialogan,
que solamente se acusan,
que buscan culpables,
y no responsales,
mientras niños y jóvenes,
se olvidan de aprender,
y aprenden a memorizar
lo que el profesor quiere leer,
lo que el profesor quiere escuchar.

Se cierran las universidades,
mientras los culpables,
caminan por las calles,
como víctimas
...como miserables.

Se cierran las universidades,
y con ello se cierran también,
los futuros de jóvenes
que son ahora mortales.

lunes, 16 de abril de 2012

Incomunicación


La semana pasada, fracasó otro intento para aprobar la Ley de Comunicación en en el Ecuador. Parecería que el fantasma de la incomunicación se aparece cada vez que se busca algún consenso para la aprobación de este proyecto de Ley.
¿Qué pasa con ese proyecto de Ley?, ¿por qué no puede tratarse el proyecto?. Preguntas y respuestas podrían haber muchas más, porque los temas a regularse en la probable nueva Ley, incluyen aspectos relacionados con la libertad de expresión, con el control de los medios de comunicación, sus contenidos y las sanciones civiles o penales para personas naturales o jurídicas.  Por tanto, son temas delicados y sensibles.
No han sido buenos tiempo para las relaciones entre el gobierno y la prensa no oficial. Las acusaciones, demandas, sentencias y desmentidos, han marcado la agenda de una casi inexistente relación del Presidente y los medios.
La incomunicación ha sido la tónica y la característica del proceso de este proyecto de ley. El “diálogo de sordos” es el tipo de diálogo que también caracterizó este proceso. Las posiciones son antagónicas, las propuestas no han buscado un consenso. Las partes no se han escuchado.
Y, lo que es peor, la ciudadanía ha estado ajena a este proceso. Muy pocos han sido los que han reflexionado sobre el impacto que la propuesta de Ley tendría en los ciudadanos. La apatía no es buena compañera, lo que aprueba la Asamblea Nacional son leyes que afectan a todos. Ser meros espectadores, contribuye a la incomunicación y a un modelo de democracia alimentado por la dictadura de la mayoría.

viernes, 13 de abril de 2012

Maestros

Si los niños vienen a nosotros de familias fuertes, saludables y funcionales, hacen nuestro trabajo más fácil. Si ellos no vienen a nosotros de familias fuertes, saludables y funcionales, hacen nuestro trabajo más importante.
Barbara Colorose

Hoy el calendario recuerda,
que se debe celebrar,
el día del maestro,
el día del educador,
el día del que enseña.

Seguro habrán celebraciones,
discursos y vacaciones,
y está bien,
porque es bueno celebrar,
es importante recordar,
el esfuerzo complejo,
que significa ser maestro.

Y se hablará seguro,
de su denodada labor,
de su sacrificio,
de su dedicación,
de las noches en vela,
de las horas de entrega
a una labor,
que con el tiempo,
pierde pasión,
que se valora y se paga poco,
que se critica y se desconoce mucho.

Se hablará también,
de momentos complejos,
de aquellos que olvidan,
la función del maestro,
y que la reducen,
a una especie de concepto,
a una especie de máquina,
que debe cumplir con un método,
que debe saberlo todo,
que no tiene margen de error,
que es responsable de lo peor,
que nada tiene que ver con el éxito.

Se pide tanto al maestro,
y se le da tan poco,
mas aún,
cuando su labor está lejos,
de la ciudad y de los ciudadanos,
cuando los niños que acuden a su llamado,
no han desayunado, no han dormido bien,
o son permanentemente maltratados.

La labor del maestro se complica,
cuando es la política,
la que guía sus pasos,
y no los corazones,
de unos niños apreciados.

El maestro enseña,
con su pizarra buena,
o con un trozo de madera,
porque no son los medios,
bueno fuera,
es la intensión,
es la pasión,
es la entrega si reservas,
la que de verdad enseña,
la que deja huella.

El maestro,
el verdadero maestro,
mira a través de los ojos,
el corazón de su pupilo,
aprende a conocerlo,
sabe de sus alegrías,
sabe de sus tristezas.
Sabe que sufre,
o que ríe,
sabe que es maltratado,
acosado o abusado,
o sabe que es feliz,
que tiene un hogar,
con calor humano.

El maestro sabe,
y si no, debe saberlo,
que todo lo que diga o haga,
será enseñanza para su alumnado.
Que más enseña su ejemplo,
que su libro o su cuaderno;
que son sus actitudes,
las verdaderas lecciones,
que el niño y el joven,
escriben en sus corazones.

Están bien los discursos,
están bien los homenajes,
estaría bien,
estaría muy bien,
reflexionar sobre la responsabilidad
que la educación tiene
en el desarrollo de la sociedad,
en la que el maestro,
es una parte de un todo,
de un todo más complejo,
que necesita recursos,
que necesita compromisos,
que necesita la atención,
que necesita inversión.

Mientras la educación no sea,
una prioridad,
una herramienta del progreso,
una esperanza de un futuro mejor,
una oportunidad de cambio,
un espacio para moldear el corazón humano,
será entonces,
una molestia para la ciudadanía y el Estado,
una actividad sin futuro.

En el día del maestro,
quizá recordar,
que maestros no solamente son,
los que en el aula enseñan,
lo somos también todos,
porque nuestras actitudes,
nuestro comportamiento enseña,
para bien o para mal,
pero enseña.

Para el maestro del aula,
quizá el reto es mayor,
porque gran  parte de su vida,
comparte su ejemplo,
escribe en el corazón
y en el espíritu de niños y jóvenes,
que actuarán y enseñarán,
lo que aprendieron de su maestro.

martes, 10 de abril de 2012

Diálogo, Debate y Ley


Los congresos, los parlamentos o las asambleas legislativas tienen varios retos: dialogar y buscar consensos en beneficio de la comunidad. Legislar y fiscalizar, para que los poderes del Estado puedan cumplir y cumplan su misión institucional.
Los debates, no son otra cosa que la lucha de las ideas, de los principios y de los fundamentos que motivan una propuesta, un deseo, un beneficio colectivo. Una lucha pacífica  y noviolenta, por supuesto, porque lo que se trata no es que ganen unos y que pierdan otros, sino que ganen todos, porque lo que inspira el debate, es el beneficio colectivo y ese beneficio implica un delicado balance entre el poder de la mayoría y la aspiración de las minorías.
Los debates son diálogos, y como tales, espacios para escuchar y meditar con el fin de opinar, rebatir y votar. Los debates parlamentarios no son entonces "diálogos de sordos", juegos diabólicos que ocultan imposiciones de un poder supremo, un pretexto para poner en marcha decisiones que no admiten debate, que no admiten diálogo, que no admiten reflexión, que responden a sentimientos viscerales y no humanistas.
Todo esto a propósito del debate de la Ley de Comunicación del Ecuador y de las leyes que debate la Asamblea Nacional. Conviene preguntarnos qué tipo de debate, qué tipo de diálogo inspira a los asambleístas y qué los motiva a actuar como actúan. La respuesta está en nosotros, en nuestro corazón.

sábado, 7 de abril de 2012

Palabras

Palabras del corazón,
para un corazón amado,
para ese corazón,
que amo demasiado.

Palabras que le dicen,
que le cuentan,
que le hablan,
de un amor sin límites,
de un amor especial.

Palabras que cobijan,
al corazón cuando tiene frío,
que calientan el alma,
cuanto triste se levanta.

Palabras,
que se transforman en besos,
en abrazos y en jadeos,
en permanentes "te quieros",
en eternos deseos.

viernes, 6 de abril de 2012

Lecciones por aprender


20 años atrás inició una guerra incomprensible. En los tres años de esa guerra, mas de cien mil personas fueron asesinadas ante los ojos del mundo, ante la ineptitud de la comunidad internacional que nada hizo para detener un asesinato fundamentado en la intolerancia y la brutalidad.
20 años han pasado, y el silencio de las armas no ha logrado dar paso a la paz. Las diferencias étnicas entre serbios, musulmanes y croatas aún  se mantienen, con leyes especiales para cada uno de ellos, como si la etnia los hiciera diferentes, como si la guerra no hubiese sido suficiente.
2000 años y más, murió también un hombre y en su nombre cientos de miles más, por un ideal: el del amor y la paz, el de la dignidad y la tolerancia, el del respeto y la esperanza, el de la igualdad y la hermandad.
2000 años y más han pasado, y los valores básicos de la persona humana están ahí, casi sin usar, ante la desesperación, la frustración, la soledad, la pena y el dolor. Lo que importan son las diferencias, la intolerancia, la crítica destructiva. ¿Qué pensamos de los que hablan de amor, respeto, dignidad, consideración?.
Hay muchas lecciones por aprender, pero necesitan de corazones livianos, de corazones sin resentimiento, odio, envidia, malicia o ignorancia. Hay muchas lecciones por aprender, pero que necesitan que la verdad esté primero en nosotros, en nuestros propios sentimientos, en nuestras acciones, que aunque pequeñas, que aunque pocas, sumadas a otras iguales, producirán un verdadero cambio, que no es más que nos amemos y actuemos como verdaderos hermanos.

lunes, 2 de abril de 2012

Liderazgo y diálogo


Un líder es un referente del grupo al que se pertenece. Un referente para lo positivo y para lo negativo. Un líder tiene influencia, capacidad de llegar a una gran cantidad de personas, y también mayor responsabilidad por sus actos. Lo que diga, calle, haga, deje de hacer u otorgue, tendrá una repercusión positiva o negativa en el entorno social de su liderazgo.
Es más, el líder vela y debe velar por todos, debe hablar por todos, sabiendo que sus palabras y sus hechos benefician o afectan a la totalidad de la sociedad a la que dirige.
El liderazgo también implica tender puentes, acercar a sus dirigidos a otras sociedades, promover intercambios, el conocimiento de otras realidades, y la tolerancia con otros modelos de liderazgo positivo.
El líder debe ser capaz de dialogar, de escuchar, de meditar, de analizar, de procesar la información, de saber que puede ser líder para unir o para separar, para construir o para destruir, para trabajar en equipo o para generar pequeños reinos de sometimiento y de trabajo.
A propósito de todo esto, llama la atención la carta que dirige el señor Presidente de la República a la Cumbre de Presidentes, donde no solo anuncia su deseo de no ir, sino la voluntad de no asistir a "ninguna Cumbre de las Américas, hasta que se tomen las decisiones que la Patria Grande nos exige"; ¿cuáles son ellas?, ¿quién las escribió?, ¿quiénes las consensuaron?, ¿quiénes las aprobaron?.
Una decisión compleja y difícil, que ojalá no cierre puertas, que no impida dialogar, integrarse, discutir, analizar y construir. El liderazgo y el diálogo van de la mano, caminan juntos, son parte de un todo. No creo en los alejamientos, en las posiciones extremas, en los silencios impuestos. Creo en el diálogo, en la lucha de las ideas, en la tolerancia y en el consenso. Es verdad… no es fácil, es quizá el camino más complejo, que es el camino del liderazgo y del diálogo.