viernes, 30 de marzo de 2012

Diálogo y consenso

El diálogo, basado en sólidas leyes morales, facilita la solución de los conflictos y favorece el respeto de la vida, de toda vida humana. Por ello, el recurso a las armas para dirimir las controversias representa siempre una derrota de la razón y de la humanidad

Juan Pablo II

Culminó la marcha por la vida,

y los análisis de parte y parte,

no se hacen esperar,

para unos todo un éxito,

para otro, un fracaso total.

Continúa la tramitación de leyes,

de importante impacto social,

las audiencias en la Comisión

Interamericana de Derechos Humanos,

la crisis nacional por el temporal de lluvias,

la reforma a la justicia en general.

Se inician además,

los primeros movimientos

que dicen relación,

con todo el proceso de elección,

de Presidente y demás dignatarios.

Está pendiente el inicio

de nuevas negociaciones

de carácter comercial,

con Europa y su comunidad.

Es decir,

hay mucha tela que cortar,

hay mucho que dialogar,

hay mucho que discutir,

hay mucho que ganar,

y todo para perder.

Y si hay tanto que dialogar,

¿sabemos si podemos hacerlo?,

¿está la oposición y el gobierno

dispuestos a dialogar?,

¿qué entienden ellos y nosotros

por diálogo?.

¿Estamos conscientes

de que si no dialogamos,

podemos hipotecar

o botar al barranco

el futuro del país

y de las generaciones futuras?.

Si hay tanto que dialogar,

habrá que prepararse para ello,

y entender primero

que dialogar es sobre todo,

saber escuchar,

aprender a entender,

qué pasa en el entorno,

quién es mi oponente,

qué busca,

qué pide,

cuánta lógica hay en su petición,

cuánta buena, o mala fe

hay en sus palabras y en sus hechos,

cuánto puedo aportar yo,

para que el otro consiga su objetivo,

cuánto me conoce a mí, mi oponente,

cuánto quiero imponer mi opinión,

o si soy yo el que tengo el poder

y puedo hacer lo que me de la gana.

Hay mucho que dialogar,

pero hay tan poco tiempo para ello,

no le hemos dado el peso

y la importancia del caso,

al diálogo y al consenso.

Lo que es peor,

asumimos con los días,

que el mejor diálogo,

es la imposición de las ideas

y las acciones,

que dialogar es una pérdida de tiempo,

que los unos y los otros,

se guardan tanto temor

que prefieren callar,

que prefieren gritar

antes que dialogar.

Tenemos un reto como sociedad,

como Estado, como gobierno,

como responsables del presente

que será el futuro de los que amamos,

tenemos la responsabilidad de construir,

de crear, de dar forma a una gran sociedad,

pero sin diálogo y consenso,

esto seguirá siendo

todo menos un país entero.

¿Cuán preparados estamos para ello?,

¿estamos dispuestos a ceder posiciones?,

¿a pesar de que nos califiquen de cobardes?,

¿estamos dispuestos a invertir esfuerzo y tiempo

en largos proceso de diálogo y consenso?.

Si esto preguntamos para lo nacional,

reflexionemos también en lo personal,

en nuestra casa, en nuestro barrio,

en nuestro trabajo, en nuestro negocio,

¿dialogamos para el consenso?,

o solamente es un diálogo de sordos,

o solamente decimos que otros dialoguen,

que eso, no es con nosotros.

Un buen diálogo es el aquel que agota el problema,

sin agotar a sus interlocutores,

sin desgastar a las personas y a las instituciones.

Es verdad,

se requiere tiempo.

Es verdad,

quizá los verdaderos resultados,

el verdadero efecto,

no se vea de inmediato.

Es verdad,

esto requiere un compromiso serio,

¿quién levanta la mano?,

¿quién se apunto y pone el corazón?,

¿quién da el primer paso?.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Ahí

Estas ahí,
leyendo estas palabras,
pensando... deseando,
como yo,
como siempre,
como nunca.

Estás ahí,
y eso me alegra,
porque estás conmigo,
porque eres mi abrigo.

Estás ahí,
y eso me duele,
porque no estás conmigo,
porque no puedo verte.

Duda

Te pregunto,
si te he dicho alguna vez,
que te amo hasta el infinito,
y me respondes que sí,
que lo hago cada vez
que el viento,
acaricia tu cara.

Y siento entonces,
que son pocas,
las veces,
que me reconozco en ti,
y que me pierdo,
en el amor eterno,
de tu corazón amado.

Abrazos

Abrazos intensos,
abrazos eternos,
abrazos profundos
y cargados de besos.

Abrazos,
y más abrazos,
que son mi alimento,
que me hacen volar,
que me hacen llegar al cielo.

Abrazos,
abrazos y jadeos,
abrazos y besos,
abrazos y "te quieros".

Abrazos,
abrazos amados,
que me curan la pena,
que me alimentan el alma.

Diálogo y consenso social

Escribo estas palabras, luego de participar del evento “Diálogo democrático: desafíos de la sociedad civil en las democracias modernas”, organizado por la Corporación Participación Ciudadana, una organización de la sociedad civil del Ecuador. La idea era reflexionar sobre varios temas de responsabilidad ciudadana, en torno a la recientemente creada: Red Pluralista de las Organizaciones de la Sociedad Civil.
Creo que ha sido una agradable y fructífera experiencia, en momentos en los que la participación ciudadana es cuestionada; en momentos en los que las organizaciones de la sociedad civil deben reflexionar sobre su rol en la democracia del país; en momentos en los que algunas organizaciones de la sociedad civil han sido cuestionadas por el Gobierno, en relación a sus reales intensiones de trabajo.
Digo que ha sido una experiencia fructífera, porque esa propia reflexión, ese espacio creado, hace muy bien a los ciudadanos y a sus diversas formas de organización civil. Porque es necesario preguntarnos ¿hasta dónde va nuestro compromiso con la sociedad a la que nos debemos?, ¿debemos seguir siendo meros espectadores o participar de acciones ciudadanas en beneficio de nuestra comunidad?.
Dos temas me permití dejar en la mesa de trabajo: diálogo y consenso social. Y los dejé acompañados de preguntas para la reflexión de todos: ¿sabemos qué es dialogar?, ¿sabemos qué es el diálogo social?, ¿estamos conscientes que el diálogo es el preámbulo del consenso?. ¿Hemos meditado sobre nuestras capacidades para organizar diálogos sociales que luego permitan consensos?. ¿Cuál es nuestra vocación hacia el diálogo social y nuestras acciones para coordinar un trabajo cooperativo con las diversas organizaciones de gobierno?.
La UNESCO ha planteado a la sociedad civil y a los gobiernos, cuatro pilares para la educación en el Siglo XXI, uno de ellos tiene que ver con el “aprender a vivir juntos”. Para que eso sea posible, debemos estar conscientes de que dialogar es primero y sobre todo, saber escuchar y que los procesos de diálogo y consenso social, requieren un compromiso serio de todos sus actores: sociedad civil, gobiernos y empresarios. Y, lo que es más complejo: todos trabajando para beneficio de futuras generaciones, porque el diálogo y el consenso social, son parte de un cambio educacional y cultural a largo plazo. Si es así el compromiso, trabajaremos en beneficio de nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, sin quizá mirar aquel anhelado cambio social.

jueves, 22 de marzo de 2012

De ti

De ti solo lo mejor,
lo que mas amo,
que es tu todo,
que eres tu,
ceñida a mi cuerpo,
en un abrazo eterno.

Contigo

Estoy contigo y lo sabes,
pero lo digo una vez más,
para que sientas que no estás sola,
que hay alguien que te ama,
con la intensidad de un beso robado,
con la ingenuidad del primer beso,
con la intensión,
de que tus besos, sean siempre míos.

Sabes

Te miro,
y siento que por ti vivo,
que eres mi todo,
la razón de mis días,
la felicidad de mis noches,
el motivo de mis sueños,
el origen de mis deseos.

Los cuatro pelagatos

Se animan a caminar,
por todo el país,
y lo hacen por protestar,
se autodenominan:
la marcha por la vida,
se preocupan y se quejan,
por la gran minería,
por el agua que es poca,
aunque parezca mucha,
por los impuestos, por los costos,
aunque al final,
la pura verdad,
es que están cansados,
de un poder brutal,
que todo lo califica mal,
que todo lo descalifica,
que todo lo complica.

Se animan a caminar,
a pesar del camino,
a pesar de los obstáculos,
a pesar de los pesares,
porque los han tildado de
“indios”, de “borrachos”,
de golpistas mal paridos,
de oportunistas abnegados,
de mentirosos y terroristas.

Se animan a caminar,
y hablan de la vida, del agua,
de el “no” a la minería,
de hagamos las cosas mejor,
de pensemos en todos.

Se animan a caminar,
los “cuatro pelagatos”,
así los insultó el poder,
así dijo que eran,
una especie de mamarrachos,
haciendo bulla,
molestando la paciencia.

Se animan a caminar,
y poco a poco llegan,
a donde quieren llegar,
donde el poder habita,
donde el poder dormita,
donde el poder es el rey,
que pide a sus súbditos sumisión,
a sus proclamas de revolución.


Es una marcha,
una protesta,
una molestia,
de la cual se quieren aprovechar,
los de siempre,
los que el poder quieren,
los que dentro de poco pretenden
aparecer como salvadores,
como sabios,
como todos unos señores.
Pero es una marcha al fin,
calificada como lo peor:
el deseo de caotizar,
al país en general.

La marcha de los cuatro pelagatos,
se enfrenta a la contramarcha,
del ochenta por ciento de apoyo
al gobierno y sus postulados,
¿a qué le teme el poder,
a unos cuatro pelagatos?.

La marcha llega,
la contramarcha también,
son los ingredientes claves,
para poder entender
que el objetivo se ha cumplido,
que la sociedad se ha dividido,
y no solo eso,
que la sociedad no se tolera,
que la sociedad se odia,
que la sociedad se irrespeta.
Es lo mejor para el poder,
porque mientras los hombres discuten
los políticos se distribuyen
el poder a manos llenas,
el futuro a manos cerradas.

Es curioso,
antes de llegar al poder,
los que ahora están en él,
hablaban de libertades,
de separación de poderes,
de recambios políticos,
de salir a las calles,
de hablar, discutir y opinar.
Ya en el poder,
una vez que prueban,
las dulces mieles,
de la política en el poder,
declaran que el que se oponga a ellos,
que, el que opina en contrario
es un verdadero criminal.

Y qué me dicen
de aquellos asalariados,
de por unos centavos,
se entregan en cuerpo y alma,
a unos dioses que no existen,
a un poder que se resiste,
a dejar de ser lo que es,
y volver a ser humano,
a ser sencillo,
a ser normal y tranquilo.

lunes, 19 de marzo de 2012

Sociedades divididas

Hace poco tuve la oportunidad de visitar el museo del apartheid en la ciudad de Johannesburgo (Sud África). Es verdad, un país lejano, una sociedad lejana, un conflicto lejano, una realidad lejana.
El museo, mas allá de su impresionante concepción arquitectónica y museográfrica, muestra la historia de un pueblo negro, preso en su propio país por culpa de la riqueza de sus tierras: oro, diamantes, platino, etc. La historia de un pueblo negro segregado, asesinado, vejado bajo una ley humana que decía que los blancos dominan y mandan por el poder del dinero, las armas, la ley y una incompresible superioridad de raza, y que los negros deben vivir aislados, abusados y matados por el color de su piel. Una historia triste, macabra, dolorosa, que tuvo fin hace pocos años, ante la mirada de un mundo que cierra los ojos a los verdaderos problemas de las sociedades divididas y que los sigue cerrando ante la muerte de civiles en países donde el poder domina la voluntad y la vida de los seres humanos.
Mirando las fotografías de niños, mujeres, hombres y familias torturados, excluidos y asesinados por el apartheid, me puse a pensar en lo fácil que resulta dividir una sociedad entre negros y blancos, entre buenos y malos, entre politicos nuevos y antiguos, entre los que tienen el poder y entre los que lo quieren. Resulta muy fácil sembrar odios, venganzas, rumores, desconfianzas.
Las sociedades divididas solo le sirven al poder, que vive, lucra, y se fortalece de ellas.
Ojalá entre nosotros no sean necesarios un Gandhi o un Mandela, para decir no y luchar contra el discurso de la violencia, venga de donde venga. Hoy mas que nunca el poder debe ser de los ciudadanos que construyen con honestidad el futuro de la humanidad.
Debemos recuparar esa capacidad de sumar, de amar, de construir, de orientar, de soñar, de vivir, de tener fe, de tener esperanza, de soñar con tiempos de paz. Somos nosotros los responsables de una sociedad unida o dividida.

viernes, 16 de marzo de 2012

Tranquila

Tranquila,
trata de respirar,
de sentirme cerca,
de sentirme tuyo.

Tranquila,
déjate amar,
en tus sueños de niña,
en tus deseos locos.

Tranquila,
jamás estarás sola,
yo voy contigo a todas horas,
porque soy de ti,
porque estoy hecho de ti.

Noche

Silenciosa noche,
que compartes mi desvelo,
que me cuentas tu historia,
de sonidos y silencios,
de historias ocultas,
de cuentos de hadas.

Silenciosa noche,
que te niegas a darme el descanso,
que me tienes preso de ti,
y de tus horas largas.

Silenciosa noche,
quieres de mi una historia,
será de amor sin duda,
será de la mujer que me ilumina.

Estrellas

Te he prometido,
mirar las estrellas
y hablarte de la vida,
de esta vida que pasa,
casi sin tiempo de nada.

Te he prometido,
mirar las estrellas,
y decirte que te amo,
te lo digo ahora,
y te lo diré cuando las veas,
de lo diré siempre,
y cada vez que te encuentre

jueves, 15 de marzo de 2012

Solo espero

Solo espero que el mañana,
tenga piedad con mis huesos,
que me deje descansar,
aunque sea en el desierto.

Solo espero que el mañana,
traiga por siempre un silencio,
de esos que relajan,
de esos que ahuyentan el miedo.

Solo espero que el mañana...
me permita verlo un momento,
para saber si es cierto,
que este amor no muere ni ha muerto.

No digas nada

No digas nada,
no es necesario,
tu silencio lo dice todo,
tu silencio me habla,
tu silencio me calla.

No digas nada,
no es necesario hacerlo,
me quedan tus palabras,
aquellas que dijiste al viento,
aquellas que lanzaste una tarde,
cuando jugabas con tu pelo.

No digas nada,
sobran las palabras,
basta el silencio,
de una vida que no es vida,
de una muerte que se acerca.

Huellas

Se perdieron tus huellas,
se las llevó la marea,
se perdieron todas,
solo hay tristeza.

Sentado en la playa
de esta vida que no es vida,
busco y no encuentro,
mi esperanza perdida.

Silencio

Solo hay silencio,
en la noche,
en mis adentros.
Solo encuentro silencio,
ni una palabra de aliento.

Silencio que me sigues,
que me acompañas,
que me acosas.
Silencio que te quedas,
que me envuelves,
que me alocas.

Solo hay silencio,
en la noche,
y en la madrugada.

La oportunidad perdida

Las oportunidades son como los amaneceres:
si uno espera demasiado, se los pierde.
William George Ward


No hay mejor momento para la economía,
los ingresos son altos,
las ventas como ni lo imaginabas,
los préstamos internacionales,
las concesiones mineras,
el estado que recibe dinero…
a manos llenas.

Hay dinero para obras,
para crear infinidad de ministerios,
para construir carreteras,
para contratos infinitos,
para viajes, aviones, sobresueldos,
para renovar vehículos,
para construir aeropuertos.

Hay dinero,
mucho dinero,
pero no llega a todos,
pero llega a pocos.
Es tiempo de invertir es verdad,
pero también tiempo de ahorrar,
el problema es que,
la clase política actual,
en lugar de trabajar,
por el país en general,
lo hace por sus intereses en particular.

Los del poder para el poder,
los de la oposición para la oposición,
y la gente común,
observando en silencio,
observando callada,
observando temerosa,
observando sin decir nada.

No quisiera pensar,
que se vaya esta oportunidad,
una oportunidad para todos,
una oportunidad de inversión,
de ahorro, de educación,
una oportunidad de ser uno solo,
como un país pequeño,
pero con el poder de su gente,
un país pequeño,
pero con la riqueza de todos sus corazones,
que olvidan diferencias absurdas
y trabajan juntos para el beneficio de todos.

No quisiera que con el tiempo,
la historia llame a esta parte,
la oportunidad perdida,
la oportunidad que tuvimos,
para salir juntos de la crisis,
para apoyar a los que de verdad,
quieren trabajar,
y han trabajado siempre por la comunidad.

No puede ser esta,
otra oportunidad perdida,
donde la el lenguaje de la violencia,
del acoso y del miedo,
se apodere del presente
y asesine el futuro de todos.

No puede ser esta,
la oportunidad perdida,
donde los ciudadanos contribuyeron
con su silencio en vida,
donde callaron cuando debían decir algo,
cuando debían obligar a los políticos
a ponerse a trabajar.

No puede ser la oportunidad perdida,
de unos ciudadanos
que regalaban su voto
a cambio de unas monedas,
un plato de lentejas
y la leyenda de dioses de barro.

No podemos tener la responsabilidad,
de ser causantes de esto…
de perder otra oportunidad,
tanto hay para ganar,
pero tanto para perder también.
Depende de lo que hagamos,
o dejemos de hacer,
del poder del voto,
de la protesta noviolenta,
del reclamo insistente,
del no dejarse “ver la cara”,
de exigir honestidad, antes que caridad,
de trabajar honradamente,
de ser verdad y transmitirla a todos.

No podemos ser el país,
de la oportunidad perdida.

domingo, 11 de marzo de 2012

La protesta a las calles

La protesta contra las políticas del gobierno en torno a la minería y a las libertades, ha dejado el entorno de la prensa y las redes sociales. Ahora las calles acogen movilizaciones y marchas.
La respuesta oficial no ha tardado en llegar: contramarchas y discursos de deslegitimación a la oposición, a la que ha tildado de golpista y violenta.
En un régimen de libertades constitucionales, la libertad de la palabra es potestad de todos. Pero parece ser que esto no es lo que ocurre en el país. Los grupos de oposición han visto como su movilización recibe el acoso de la policía y de los partidarios del gobierno.
La acción violenta es la respuesta del gobierno a la protesta de las calles. La violencia está en el discurso oficial, en las acusaciones, en el acoso mediático, en la contramarcha, que ojalá no genere enfrentamientos entre ecuatorianos, y lo que sería peor, que alguien perdiera la vida en esos hechos.
La protesta está en las calles y la contramarcha también. Lo que caracteriza a las dos, es la incapacidad de escuchar argumentos y análisis. Los niveles de intolerancia son altos y el grueso de las acusaciones es considerable. Los ingredientes de una convulsión social se juntan peligrosamente.
Corresponde a los líderes políticos, al Presidente y a su gobierno bajar el tono, buscar el diálogo, trabajar por los consensos… el único problema es que el consenso requiere renunciamientos y aceptación de los errores, ¿estará la clase política del país, lista para ello?.

viernes, 9 de marzo de 2012

Temores e ignorancias

Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse.
François de la Rochefoucauld

Celebrábamos,
unos mas que otros,
cuando el país le dijo al mundo,
que en este terruño,
a la querida naturaleza,
se le reconocían derechos.

Celebrábamos,
porque era un hecho importante,
que otorgaba al debate,
de las actividades extractivas,
de las actividades mineras,
un nivel de derechos constitucionales.

Celebrábamos ignorantes,
porque creíamos que las cosas,
serían diferentes,
porque creíamos en la palabra,
que decía y aseguraba,
que la naturaleza estaba protegida,
y que cualquier actividad extractiva,
se daría en condiciones conocidas,
en condiciones extraordinarias,
en condiciones controladas.

Ante las noticias alarmantes,
que cuentan que la minería a gran escala,
tiene ya el visto bueno
y el apoyo de este gobierno,
el temor por el futuro
se hace mas intenso.

Temores,
porque no sabemos
si al final seremos
beneficiarios verdaderos.
Temores,
porque no sabemos
si el gobierno sabe
controlar los excesos,
y las actividades de los grandes mineros.
Temores,
porque no sabemos
el futuro de aquellos pueblos,
que hoy conviven con la naturaleza,
y mañana su futuro será incierto.

Temores,
porque no sabemos
si esa minería a gran escala
es tan buena como a pintan los unos,
y tan mala como la pintan los otros…
quizá lo que el sentido común nos dice,
lo que la historia de nuestros pueblos nos cuenta,
es que luego del paso de la minería,
los ricos son pocos,
los pobres son muchos,
la naturaleza muerta,
y los gobiernos en silencio.

Temores,
temores muchos,
pero aún cuando no se puede preguntar,
cuando no se puede hablar del tema,
porque te tildan de todo.

Temores,
porque se ignora el futuro,
aquel que tanto soñamos,
aquel que tanto anhelamos
y que con estas noticias,
lo único que se incrementa
es la duda, la preocupación y el desencanto.

Temores,
de oír tanto millones,
que pasarán por las cuentas de todos,
menos del pueblo.

Temor por la ignorancia,
del comportamiento de aquellos
que sin reflexionar un momento
a todo dicen si, porque lo dice el gobierno,
y no se ponen a pensar
en las consecuencias que para ellos,
tienen aquellas decisiones,
que parecerían buenas,
pero que hay que analizarlas,
no solo ahora, sino luego de un tiempo,
cuando ese furor revolucionario,
se apague con el viento.

Temor,
porque es tiempo de vacas gordas,
y en lugar de ahorrar, de guardar,
de asegurar de futuro,
se están comiendo, unos pocos,
el futuro del pueblo.

jueves, 1 de marzo de 2012

Del perdón obligado y de otros perdones, Cartas a Santiago, mi hijo

Enseñemos a perdonar;
pero si enseñamos también a no ofender,
sería más eficiente.
José Ingenieros

Hijo mío:

Cuando perdones,
que no sea jamás por obligación,
por conveniencia,
o porque no te queda más.

Cuando perdones,
que no sea al final,
cuando ya te hayas vengado,
cuando ya te hayas burlado,
cuando el daño haya sido hecho.

Cuando perdones,
que sea de corazón,
que quien te haya hecho daño,
sienta que es posible reparar el dolor,
sienta que ha actuado mal,
que no debió actuar así,
y que tu actitud le enseñe,
a ser buena persona,
de buenas costumbres.

Cuando perdones,
hazlo de corazón,
libérate del dolor del rencor.
Un corazón que perdona,
es un corazón liviano,
un corazón que perdona,
es un corazón que ama,
un corazón que perdona,
es un corazón vivo.

Cuando perdones,
que sean tus hechos,
y tus palabras
las que hablen del perdón,
las que enseñen a perdonar,
las que enseñen,
a que el perdón
es de verdad,
es de corazón,
es voluntario,
que no responde a ningún interés,
que el único interés
es liberarte y liberar,
es caminar con la frente en alto,
con el corazón liviano,
con la palabra firme,
con la esperanza en la mano.
Pero también aprende,
que antes del perdón,
está el respeto,
la tolerancia,
la ética práctica,
las buenas costumbres,
la libertad de la palabra,
la prudencia,
la consideración.

Aprende hijo mío,
que si bien el perdón,
ayuda al corazón,
lo que de verdad lo alimenta
y da vida al alma,
y a la sociedad entera,
es ser una persona,
en el total sentido de la palabra.

De nada sirve el perdón,
si al día siguiente,
si al segundo siguiente,
sigues haciendo lo mismo.

De nada servirá el perdón,
si juegas con la verdad,
con la honorabilidad,
con la promesa,
con la ilusión.
De nada servirá el perdón,
o no habrá perdón que valga,
si no haces de tu vida, un homenaje
a la ética y a las buenas costumbres,
desde el lugar que decidas vivir,
si eres pobre o rico,
si eres pequeño o gran empresario,
si eres burócrata,
si eres político,
si eres profesional,
si eres lo que quieras ser,
desde el lugar que te encuentres,
sueña lo más grande,
lo más puro,
lo que mas amas,
respetas y admiras.

Solo en un corazón puro,
tiene cobijo el perdón,
y tiene espacio el olvido.