viernes, 1 de marzo de 2024

Viajar

Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales 

para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente

Mark Twain

Los viajes son,

una especie de encuentro

y también reencuentro.

Lugares, personas, paisajes,

recuerdos… momentos.


Viajar,

es en sí una aventura,

sea el viaje largo,

o se transite una corta ruta.


Viajar, 

por gusto, por necesidad,

por distracción, por obligación.

Viajar es moverse,

ir de un lugar a otro.

Viajar,

y mirar lo queda atrás,

sin dejar de mirar

la ruta para llegar.


Hay (creo yo) un viaje necesario,

fundamental y clave,

cuyo conductor y pasajero,

es uno mismo:

viajar hacia nuestro interior,

visitar nuestro corazón.


Hay miedo, lo sé,

hay desconocimiento,

hay preocupación

por hacer ese viaje:

¿qué vamos a encontrar?,

o quizá sé, lo que voy a encontrar.


Un viaje necesario,

eso de visitarse uno mismo,

de encontrarse y conocerse,

de aceptarse y comprender

al ser humano, a uno mismo.


Viajar,

al encuentro interior,

para empezar a trabajar,

reparar o restaurar

el propio amor, la propia preocupación,

el propio cuidado, la propia dignidad.


Viajar, 

al encuentro interior,

para descubrir que somos alguien,

un alguien que se necesita,

un alguien que respira,

un alguien que busca permanente.


Viajar,

al encuentro interior,

para aceptarse, apoyarse,

animarse, corregirse, comprometerse.

Y, sobre todo

para actuar diariamente 

sobre lo que somos

y lo que queremos ser,

independientemente

del mundo exterior.


Un viaje,

con un conductor,

que es a la vez pasajero:

tú y tu humanidad.


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