jueves, 15 de febrero de 2024

Tiempo y constancia

Si cada día coges un puñado de arena, formarás una montaña

Buda

No podemos,

por desgracia,

cambiar las cosas

y la condición de las cosas

de un momento a otro.


Nuestros hábitos,

buenos y malos,

son el resultado

de un hacer,

una y otra vez.


Cambiar una realidad,

cambiar nuestra realidad,

comporta tiempo,

y el complejo arte

de ser constantes.


Sin darnos cuenta,

en la vida,

somos constantes

en cosas o situaciones

que nos afectan:

desidia, desinterés,

ausencia de compromiso,

simplismo, mínimo esfuerzo,

envidia, queja, desconfianza,

odio, temor y desamor.

Luego ellas,

se convierten

en parte de la vida,

y no sabemos cómo llegaron,

y cómo se pueden ir.


Así como, 

sin darnos cuenta,

ciertas situaciones,

comportamientos y acciones

son parte de nosotros,

el reto quizá sea,

ser constantes en desarrollar,

construir, valorar y repetir

aquello que nos falta y nos hace bien,

aquello que, aunque parece que no suma,

hacerlo cada día, lo hará posible.


Los cambios: personales y sociales,

las grandes transformaciones,

no son un acto de magia,

son resultado del tiempo y la constancia.



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