jueves, 10 de noviembre de 2016

La política del miedo

Para quien tiene miedo, todo son ruidos
Sófocles 
Los supuestos expertos de la política,
aquellos seres ocultos tras bambalinas,
que escriben los guiones de los políticos
para ser trasladados a los electores,
han descubierto y redescubierto
un arma infalible para ganar,
o al menos quedarse en el poder: el miedo.

Miedo del elector,
que se sirvió del poder
y tiene miedo de perder su cuota,
su subsidio, su beneficio,
que fue convertido en dádiva.

Miedo del elector,
que escucha el discurso del poder,
que repite todos los días
que si no es el poder el que siguen ahí,
vendrán los antiguos malos espíritus
a robar la felicidad de la que hoy son parte.

Miedo del elector,
a apostar por una propuesta diferente,
y terminar eligiendo a la misma gente,
aquella de manos atadas,
de conciencias compradas,
de manos levantadas
y caras más duras que las piedras.

Miedo a no ser parte del cambio,
y por tanto
vender el voto
a la propuesta barata
que nos vende seguridad enlatada,
felicidad hipotecada
y progreso difuso.

Un grupo de políticos,
o de personas que se autodefinen como políticos,
apelan al miedo para someter tu voto,
para someter tu voluntad y tu vida,
porque estudian tus miedos,
porque saben de tus temores
porque saben que eres manipulable,
y que al final cederás
al discurso amenazante
que hará que por miedo votes
a quien del poder se sirve,
a quien del poder se beneficia
a quien del poder construye
su fortuna personal,
y su éxito inmoral.

La política del miedo
parece ser la opción ideal para ganar,
triste pero cierto.

Ante eso nos queda apelar
a que la educación es el único remedio.
solamente…
cuando educamos para la libertad,
para la responsabilidad,
para la tolerancia, el respeto y la fraternidad.

Hay un viejo adagio que nos recuerda
que los tímidos tienen miedo antes del peligro,
los cobardes, durante el mismo,
y los valientes, después.

El miedo en si mismo no es malo,
si es el resultado de la conciencia
y también de la responsabilidad.
Si el miedo viene por el sometimiento,
por la manipulación
y por el discurso del poder,
seremos esclavos y no libertarios.

Si algún miedo tengo,
es al miedo del ignorante
que se convertirá en herramienta del mal…

para poder triunfar.

No hay comentarios: