jueves, 4 de octubre de 2007

Confianza, compromiso, esperanza


El resultado de las urnas,
de lo que sabemos hasta ahora,
nos muestra una confianza que asombra,
al Gobierno y al Presidente Correa.

Confianza en el discurso político,
en la oferta temporal de campaña,
en la sonrisa del primer mandatario,
sin importar a quienes se vota,
la confianza abrazó a todos,
aquellos candidatos de la 35,
que con el soporte de Rafael,
se encuentran cerca del pueblo aquel
en que nació con la luz en mano,
el General Eloy Alfaro.

Confianza de un colectivo pobre,
confianza de un colectivo joven,
confianza de un colectivo confundido,
confianza en un mañana que no se sabe,
confianza en un futuro que se presume,
confianza en el nunca más a la corrupción,
confianza en el nunca más al engaño,
confianza… confianza de la mayoría de la nación.

Ya no hay pretexto para el cambio social,
no hay quien detenga hacer el bien,
no hay pretextos para tronchas ni trincas,
se prometió bienestar y eso hay que dar.

La confianza exige compromiso,
el compromiso con la palabra dicha,
el compromiso con la palabra empeñada,
el compromiso con la transparencia,
el compromiso con la honestidad desarropada.

La confianza del voto ha sido por el cambio,
el compromiso es entonces por el cambio,
por el cambio de lo que está mal,
por el nunca más a los caudillos,
por el nunca más de la apropiación del poder,
por el nunca más de una democracia débil.
La confianza exige trabajo tesonero,
exige tolerancia con quienes opinan diferente,
exige respeto a las ideas de todos,
exige reconocer a la oposición y a las minorías,
exige justicia social y compromiso nacional,
compromiso con todos,
compromiso en construir e invitar a todos
a esa construcción nacional.

Un compromiso que nos lleva a la restauración
de una moral, de una ética y de unos valores comunes,
que nos hacen humanos, nos hacer hermanos,
una restauración de los sueños dormidos
y de aquellos heridos o quizá muertos,
por el vil ejercicio de la politiquería.

Entonces, ese compromiso genera esperanza,
esperanza en que no seremos engañados,
en no convertirnos en borregos,
en un mañana mejor,
en una educación para todos,
en una salud decente,
en unas autoridades responsables,
en el cambio personal y luego en el social.

La confianza se gana poco a poco,
y el presidente y su gobierno la tienen,
pero también se quita,
mas temprano que tarde.
La confianza no ha sido,
una entrega de la Patria,
para que hagan lo que les de la gana,
la confianza es fruto del deseo,
por ser mejores,
por querer ser mejores.

El compromiso exige trabajo,
es ajeno al descanso,
no tolera el ocio,
es un valor constante,
que despierta otros,
que nos envuelve a todos,
porque todos somos
corresponsables del futuro.


La confianza es plena
de alegría llena,
beneficia a todos,
es como la vida eterna,
que se entrega pura
que se recibe fresca,
que si se traiciona,
deja la garganta seca,
como si de pronto la vida,
de la tierra se fuera.

La esperanza es motor,
de lo que puede el amor,
es llevar la vida
hacia la tierra prometida.
Es sentir que hay futuro,
es caminar por seguro,
por una senda que lleva
a la eternidad verdadera.

Confianza, compromiso, esperanza,
que no lo olviden los ganadores,
que se lo ganen los perdedores,
que lo exijamos los electores,
que lo ejerzamos los ciudadanos,
que de una buena vez la Patria,
sea el hogar que queremos todos,
sea el calor que a todos calienta,
sea el agua de la que todos beban,
sea el plato del que todos coman,
sea la mano que todos eduque.

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