La salud es la riqueza real y no piezas de oro y plata
Mahatma Gandhi
Es, por lo general imperceptible,
mientras nada la desequilibra
mientras nada la afecta
damos por sentado
que la salud siempre estará
y siempre nos acompañará…
eso que llamamos salud.
En algunos casos,
nos damos cuenta que no es así,
cuando la enfermedad nos acompaña
de la manos de nuestros padres,
de nuestros mayores.
o, en el doloroso tránsito
de la enfermedad del ser amado,
del ser querido, del familiar, del amigo.
Como doloroso es vivir
la enfermedad del hijo, del nieto,
o de los más pequeñitos.
Otro momento,
es aquel, en el que nuestra salud
se afecta y se ve limitada
por una enfermedad inesperada.
Descubrimos,
entre reflexiones y cavilaciones,
que la salud resulta ser
la mayor posesión,
un tesoro al que no se puede poner valor,
un estado necesario
para que a su alrededor
se den otros estados complementarios.
Salud de mente y cuerpo,
conectadas permanentemente,
son un equilibrio que requiere
de práctica, oficio y hábitos,
para lograr esa tan anhelada
sinfonía de la vida.
Y, también para entender
y entenderse como un ser diverso,
como un ser complejo,
como un ser único,
como un ser digno.
Son tiempos,
donde la salud se vio afectada,
donde a traves del dolor,
quizá pudimos o podamos entender
el dolor de otros.
Entender el dolor de la enfermedad
que afecta el corazón,
el cuerpo y el alma.
He recorrido los pasillos
de clínicas, hospitales y hospicios,
y en medio de tanto dolor
también encontré esperanza,
gratitud, alegría, solidaridad,
dignidad, humanismo y humanidad.
Me alegraría mucho
que lleguemos a entender
la importancia de la salud y de su cuidado.
Y, junto a ese aprendizaje,
entender que,
a pesar de la enfermedad,
aún poder cultivar la alegría
como el mayor tesoro,
la confianza como el mayor amigo,
y el cuidado como el mayor médico.
En nuestra mente está,
el cultivar ese mensaje al cuerpo y al alma.
Un mensaje de esperanza,
un mensaje de optimismo,
un mensaje de ilusión.
Que no nos pase la enfermedad
y se nos olvide ser humanos.
Que no nos pase la enfermedad
y se nos olvide ser solidarios,
agradecidos y felices.
La salud es un estado de amor
y la enfermedad, uno de reflexión,
de cuidado y de más amor.
En la salud y en la enfermedad,
allí siempre debemos estar.
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