“No sabe qué es salud quien no la pierde
ni aquel que no la pierde sabe cuánto
sin ella la virtud se perfecciona.”
Bartolomé Cairasco De Figueroa
En estos días,
en estos tiempos de pandemia,
he escuchado que nos encontramos
en un momento
en que al virus podemos definirlo
como una gripe más,
como una gripe fuerte…
y nada más.
Que no está tan saturado
el sistema de salud
y que las personas se recuperan
con mayor facilidad.
Podría ser así
una parte de la realidad,
y me preocupa que vista de esa forma
bajemos la guardia,
nos relajemos
y esperemos que llegue y pase
"una gripe más".
Lamento decir,
que en estos días,
a pesar de esa visión de la pandemia,
muchos hogares,
muchas familias,
muchas personas,
han vivido y viven,
esta terrible enfermedad.
Lamento decir,
que esa gripe más,
afecta a personas muy débiles,
muy jóvenes o mayores,
con otras enfermedades
y con pocas posibilidades
de recibir un tratamiento digno.
Lamento decir,
que muchos negocios,
siguen afectados,
a pesar de vivir tiempos
de una gripe más.
Lamento decir,
que las personas se siguen muriendo,
se siguen enfermando,
siguen sufriendo
y junto a ellas
sus familias y allegados.
Lamento decir,
que a pesar de creer
que es una gripe más,
la salud de las personas
que la han vivido,
quedan con secuelas,
con traumas,
con miedos,
con angustias.
Lamento decir,
que el sistema de salud
aún no puede responder
ante la enfermedad de la población.
Responder con recursos
humanos, medicinales,
equipamientos, campañas de prevención,
en fin… lo que conlleva
poder sobrellevar la enfermedad
con total dignidad humana.
Estamos sufriendo,
directa e indirectamente
los efectos de la pandemia.
Mi oración sincera
y mi esperanza,
para que todos esos corazones rotos,
tengan muy pronto
una medicina material y espiritual
que traiga algo de paz
en tiempos de complegidad.
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