La mayoría de la gente se pasa la vida buscando la felicidad, la seguridad, el amor, y nunca se detiene a pensar que podría tener todas esas cosas si dejara de perseguirlas y las aportara como actitudes a su trabajo y a su vida cotidiana
Wayne Dyer
En el transcurso de nuestra existencia,
algunos proponiéndoselo,
otros sin darse cuenta,
nos transformamos en buscadores
de lo que llamamos
o, entendemos por felicidad.
Queremos ser felices,
queremos hacer felices,
queremos ver felices
a quienes amamos,
a quienes tenemos cerca
de nuestras vidas.
Ojalá,
nos llegue a interesar
que encuentren la felicidad
aquellos a los que no conocemos.
E incluso aquellos
con quienes no coincidimos
en el sentido de la vida.
Buscamos la felicidad
muchas veces,
tratando de agradar a todos,
o al menos a los que tenemos cerca.
Asumiendo roles,
que se asocian a lo “correcto”,
al famoso “ejemplo a seguir”.
Es, una búsqueda de la felicidad,
que termina siendo
el culto a la imagen y modelo
de aquellos que nos reconocen
como lo que debemos ser,
según la opinión de esos ellos.
Podríamos pasar
nuestra vida entera
pareciéndonos a lo que
otros quieren que seamos
y con ello, supuestamente,
ser felices y realizados.
Podríamos pasar
nuestra vida entera
esperando la felicidad plena,
y dejando de percibirla
-a la felicidad, dicha sencilla-
en pequeños momentos,
en pequeñas cosas,
en pequeños detalles,
en momentos inesperados,
en palabras dichas,
en acciones recibidas,
en sentimientos entregados,
en pensamientos varios
Pero, como estábamos ocupados,
dejamos de entenderlos
como una parte de esa felicidad,
que entiendo,
no llega al final de un camino,
si no, por el contrario,
adorna partes de ese camino,
que nos presentará a su paso,
tramos de diversos tipos.
Seremos felices,
podría ser a veces,
podría ser por momentos.
Quizá podríamos
no haber sentido nunca
felicidad alguna.
Lo importante,
creo yo,
es que esa búsqueda
sea personal, interna y profunda.
sincera, sencilla y tranquila,
honesta, consciente y presente.
Que nos permita alimentar
aquella alcancía,
a la cual pusimos la etiqueta:
felicidad.
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