jueves, 30 de junio de 2016

La violencia como forma de vida



Toda reforma impuesta por la violencia no corregirá nada el mal:
el buen juicio no necesita de violencia
Leon Tolstoi

Impone un gobernante,
una forma de política:
la de violencia a través del miedo
y la manipulación de la realidad.

Impone un gobierno
una sola verdad,
una sola visión de la realidad,
escribiendo su propia historia
y haciendo que la repitas
a través de campañas y campañas
de adoctrinamiento
y compra de conciencias.

Se consagra la violencia
como forma de vida
como camino único del ejercicio del poder
como instrumento de dominación.

Si luego de ello,
dices que no estás de acuerdo,
manifiestas tu criterio en contra
o emites algún tipo de crítica
eres etiquetado,
eres tachado,
eres tildado de agitador,
de opositor de cuarta,
de miseria… de rata.

Por desgracia,
ese ejemplo,
ese mal ejemplo se contagia,
y entonces se cree
que la violencia se combate con violencia,
porque los argumentos sobran,
porque la razón calla,
porque la conciencia ha muerto,
porque la violencia reina.

Porque es violenta la realidad,
donde no hay justicia para todos,
donde la educación no libera,
donde la salud está enferma.

Porque es violenta la realidad,
donde un estado es dueño del poder
sin límites ni limitaciones.
Donde a más del dictador,
nacen aprendices de dictadorzuelos
que usan la violencia
para someter al pueblo.
La violencia como forma de vida,
acaba con el autoestima
de lo que hoy se llama la sociedad civil.
El silencio de los buenos,
es tan perverso,
como los diabólicos actos de los malos.

La violencia como forma de vida,
ha logrado amordazar las bocas,
de la gran mayoría de personas,
que asisten en silencio
al gran circo del poder violento.

Si la violencia es forma de vida,
asumimos que ella existe
y nada podemos hacer para que se vaya,
nada podemos hacer
para cambiar una realidad amarga,
y bajamos los brazos
y dejamos que crezca
y nos convertimos en esclavos,
y nos transformamos en violentos.
Esto último,
es lo que busca el poder en el poder,
que se mantiene vivo gracias a la violencia,
porque al convertirnos en violentos
legitimamos su poder y su dominio.

Por el contrario
si la violencia es una forma de vida,
la no violencia es una forma de transformar,
de cambiar, de convertir esa realidad.

La noviolencia es el camino,
de recuperar nuestra esencia natural
nuestra esencia humana,
nuestra esencia espiritual.
Donde no respondemos al violento,
como espera que respondamos,
sino lo enfrentamos
con la fuerza de la razón,
con la fuerza de la educación,
con la fuerza del corazón,
que entiende y comprende
que la violencia NO es…
una forma de vida,
sino un camino a la muerte.


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