jueves, 20 de octubre de 2022

Pobrezas

Porque existen hambres mucho peores que no tener nada que comer, intemperies mucho más crueles que carecer de un techo bajo el que cobijarse, pobrezas más asfixiantes que la vida en una casa sin puertas, sin baldosas ni lámparas

Almudena Grandes

Una ciudad cierra sus puertas,

debe hacerlo, caso contrario,

los delincuentes matarían

a todos sus habitantes.

Es una ciudad, rica en recursos...

pero muy pobre en ayuda y atenciones.


Unos niños,

en lugar de ir a la escuela,

se quedan en casa.

La escuela está cerrada,

los profesores no llegan,

porque hay miedo de llegar.

Es una forma de pobreza

con una mezcla de desgracia.


Esos niños,

ya no aprenden a leer,

peor aún a estudiar,

o a pensar que existe una realidad

que podría llevarlos a otro lugar,

no solamente de espacio,

si no de conocimiento.


Otra población, 

sigue abandonada a su suerte,

los políticos de turno

les dijeron que los sacarían de la pobreza,

les regalaron camisetas

y algo de comida

en esos tiempos de campaña.

Hoy,

no aparecen,

hoy… no dicen nada.


Alguien se acerca,

a un centro de salud,

y solamente encuentra desesperanza.

El personal médico,

no puede hacer nada más

que recetar una curación

ante le falta medicinas

y también indignación

ante aquellos desgraciados

que tienen la responsabilidad

de saber administrar,

en el amplio sentido de la palabra,

aquel sagrado derecho llamado salud.


Lo mismo pasa en la educación,

en la planificación del estado,

en el día a día de un país

que se sume en la desgracia

de una administración pública

pequeña o grande que es pobre.

Pobre de visión, de preparación,

de conocimientos, de aspiraciones.

Pobre de responsabilidad,

pobre de principios, de valores.

Pobre de ideas y pobre de responsabilidad

ante todos su electores. 


Las pobrezas,

no son solamente el tema,

de aquellos que llamamos pobres

porque viven privados de todo,

lo que otros tienen.


Hay pobrezas,

en aquellos que deben administrar 

y no administran la cosa pública.

En aquellos que se roban todo,

hasta el honor de las personas.

En aquellos que roban la ilusión,

de aquellos que los votan.


Mientras esas pobrezas existan,

no podremos cambiar

la situación de pobreza,

de los verdaderamente pobres.


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