Mientras remojas tus pies en el río,
me cuentas sin pausa de esa noche,
donde tus ojos se resistieron a cerrarse,
y no era el frío, eran... tantas cosas,
tantos besos pendientes, tantos abrazos por dar,
tantas horas por hablar,
tantos minutos para compartir
entre matices de colores y sabores.
Mientras remojas tus pies en el río,
me acerco, para estar cerca del momento
en el que dejas el agua
-y estar allí-
para secar tus pies y arropar tu alma.
Mientras remojas tus pies en el río,
he puesto el fuego a punto
para una cena de sabores y amores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario