jueves, 3 de marzo de 2022

Matones y matanzas


Las leyes callan cuando las armas hablan

Cicerón

Empezaba la pandemia

y en el transcurso de ella,

hablábamos de que el mundo

tenía la oportunidad de cambiar,

de ser más humano,

más sensible, 

más consciente de las desigualdades.


Hace poco, 

hablábamos de la necesidad

de invertir en salud, en educación,

en prevención,

en fortalecer las libertades,

y el trabajo que como seres humanos,

tenemos que hacer

para transformar

un mundo ahogado en individualidades,

mafias, populismos, extremismos,

fundamentalismos y lideres

de la peor calaña.


Nada conmovió al mundo,

ni los miles y millones de muertos,

de desempleados, de desparecidos,

de desplazados y suicidados.

Los más ricos acumularon más dinero,

y las sociedades más poderosas 

compraron todas las vacunas 

sin pensar en los demás.


El poder se hizo más fuerte,

porque el miedo creció

a pasos agigantados.

Y la ignorancia alcanzó

niveles insospechados.


No acabábamos 

de pensar en nuestra triste realidad

y el clima nos recordaba

que la tierra está cansada

y demasiado contaminada.

Los desastres naturales

cobraban vidas inocentes,

como siempre, 

como en todo tiempo.


Y de un momento a otro,

llega una invasión

disfrazada de guerra,

liderada por una potencia militar

que desafía al mundo

con su discurso contumaz,

imponiendo el lenguaje de las balas,

la prepotencia de las armas,

el sonido de los misiles

y el olor de la muerte.


Embarcado el mundo

en un nuevo conflicto

queda claro que la ley,

que la justicia y que la razón

no pueden hablar

cuando lo hacen las armas.


De nada han servido

las instituciones que nacieron

para evitar el horror de otra guerra

de otra matanza y de otro desangre.


Los medios nos cuentan

y otros inventan,

lo que de verdad pasa

y lo que quieren que creas que pasa.


Es doloroso saber,

que a pesar de ser capaces

de conquistar el espacio,

desarrollar vacunas

y construir tecnologías inteligentes,

aún no podamos vivir

y convivir, como seres humanos.


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