jueves, 30 de septiembre de 2021

Sobre nuestros miedos


El valiente no es el que no siente miedo, sino el que a pesar de tenerlo actúa

Anónimo

En este caminar por la vida,

suceden muchas cosas,

se viven diversas situaciones,

se conocen todo tipo de personas.


Hay que ir aprendido,

a tomar decisiones,

a convivir,

a llorar y a reír.

Aprender a amar

y también aprender a olvidar.


En ese caminar por la vida,

llega un momento en el camino

que debemos elegir

cuál de las rutas deberemos seguir.

Entonces aparecen los miedos,

que permanecen ocultos

en nuestros pensamientos.


Miedo a fallar,

a tomar la decisión menos adecuada.

Miedo al qué dirán,

miedo a quedar mal.


En ese caminar por la vida,

sentimos amor,

sentimos temor,

sentimos pasión,

sentimos animadversión.

¿Estará bien,

¿Estará mal?

¡qué miedo pensar!

¡miedo a que me pueda equivocar!


Miedo a querer mucho,

miedo a querer menos.

Miedo a estar solos,

miedo a vivir juntos.


En fin,

los miedos son,

una especie de compañía

de esto que llamamos vida.


Creo que (esos miedos) serán fuertes,

en la medida que los llamemos,

que los alimentemos,

que les demos cada vez

mas de nuestra vida.


Por otro lado,

es bueno que estén,

si su existencia nos permite,

combinarla con la prudencia.

Entonces siento

que nuestro camino

tiene sentido,

si con esa fórmula

evitamos hacernos daño

y hacer daño

a los que amamos, 

al momento de elegir el camino,

al entendernos,

al comprendernos

y al actuar en la vida.


Y, si fallamos,

que el miedo no impida levantarnos.

Y, si fallamos,

que el miedo no impida seguir queriéndonos,

y animándonos a intentarlo de nuevo.


Yo y mis miedos,

tenemos días alegres

y otros un tanto complejos.

A ratos los domino,

otros pierdo la batalla.

Trato de aprender día a día

a convivir con ellos,

en una suerte 

de alquimia de sabores:

dulces y amargos.

He aprendido que, 

a pesar de su existencia,

debo seguir el camino.



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