jueves, 25 de febrero de 2021

La crónica del engaño

Como es sabido, el engaño funciona por dos cosas. Primero, el encargado de urdir el engaño es muy sutil y convincente en sus planes, es decir, parece/siente/actúa como si fuera auténtico. Segundo, e igualmente importante, el sujeto engañado debe estar predispuesto a creer que el encargado del engaño es en efecto auténtico. Estos dos criterios funcionan entre sí en relación inversa: un tipo suficientemente engañoso puede convencer a una víctima escéptica, mientras que una víctima que quiere desesperadamente creer podrá pasar por alto los defectos graves en la persona a la que da su confianza. 

"El sueño del androide" (2006), John Scalzi

Parte de los males actuales 

que aquejan a la democracia,

como forma de gobierno,

y también de convivencia,

eel engaño que ha sufrido

-y que hemos sufrido-

dparte de quienes

ejercen el poder,

desde todos sus espacios.

 

Somos muy ligeros,

aanalizar la realidad.

e intentamos responder

y buscar soluciones,

solamente en relación

a las consecuencias,

nunca a las causas.

 

Las enfermedades

y los males de nuestra

y de nuestras democracias,

nlo son por lo que pasa ahora,

o por lo que pasó el año pasado,

o el año anterior al pasado.

Estas enfermedades y males,

tienen sus orígenes

varios años atrás,

producto del populismo,

corrupción, irresponsabilidad

y desfachatez

duna clase política

aservicio de sus propios vicios,

desafueros y sinsentidos.

 

Escribimos la crónica de un engaño,

aque le pusieron el disfraz de democracia.

La mentira, se convirtió de a poco

ela forma de mostrar 

una realidad inexistente

una obra pública defectuosa,

construida con sobreprecios

y sin condiciones de calidad.

 

La crónica del engaño,

incluye un capítulo

sobre el debilitamiento

dlas instituciones claves para la democracia:

salud, educación, seguridad,

justicia, investigación,

innovación y dignidad social.

 

La crónica del engaño,

incluye la forma o formas,

a través de las cuales

todos estos desgraciados,

alteraron los datos,

lverdad de las cosas,

asesinaron a sus críticos,

encarcelaron los que los denunciaban,

sembraron el terror y el miedo,

a través de sus pactos con la mafia.

 

En la crónica del engaño

scuenta cómo los mandatarios,

aservicio de sus vicios,

enriquecieron a sus socios,

dilapidaron el dinero público,

pactaron con el diablo,

y buscan a toda costa

ndejar jamás el poder,

npor miedo a la cárcel

sino por el miedo

a no poder seguir robando.

 

Las calles de tiñen de sangre,

los hospitales se llenan de muertos,

las cárceles son el lugar

donde reina el mal,

y los desgobiernos callan,

cuando deberían hablar,

rendir cuentas y actuar,

pero se llenan la boca,

de lo que supuestamente

les da réditos 

para seguir buscando los votos

que permitan mantenerlos

allí, donde el engaño

hace el mayor daño

a la democracia actual.

 

Y, los ciudadanos,

miramos solamente las consecuencias,

sin mirar las causas.

vivimos nuestro propio baño de sangre

elas redes sociales,

creyendo y compartiendo,

lque el engaño

quiere que creamos y compartamos.

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