Parte de la naturaleza humana
es que no aprende la importancia de nada
hasta que se nos arrebata
algo de nuestras manos
Malala Yousafzai
Opacado por la pandemia,
el mal del cáncer,
dejó de ocupar la atención
de gobiernos y medios de comunicación.
La prioridad por atender
a tantos enfermos afectados por el virus,
los esfuerzos, medicinas y acciones
en favor del combate del cáncer,
han disminuido en su intensidad.
En muchos hospitales,
de muchos países,
los tratamientos, atenciones,
operaciones y diagnósticos
del cáncer, tienen que esperar,
aunque la enfermedad no espere,
aunque la enfermedad siga,
siga su marcha
y sume día a día
nuevos diagnósticos
y nuevos enfermos.
Hay tanto por hacer,
en relación al cáncer,
que la única forma,
de poder hacerlo,
es juntar voluntades,
recursos, capacidades,
instituciones, ideas y acciones.
Hay que educar,
en salud preventiva.
hay que educar
en hábitos de salud,
para evitar lo evitable,
entender lo inevitable
y comprender los desenlaces.
Hay que educar
para la dignidad,
para acompañar en la enfermedad,
para cuidar, para amar,
para sanar el corazón
de aquellos que tienen
enfermo su cuerpo,
y miran la vida con desesperación.
Vivir intensamente,
cada momento,
cada hecho, cada instante.
vivir conscientemente,
como homenaje
a la corresponsabilidad,
porque nos necesitamos,
porque nos necesitan.
No podemos bajar la guardia,
no debemos descuidarnos,
debemos cuidarnos,
debemos estar conscientes,
el cáncer puede aparecer
y hay que entenderlo
para poder hacerle frente.
De la misma forma,
deberemos estar atentos
a otros cánceres que hay en la sociedad:
populismo, fanatismo, extremismo,
corrupción y violencia social.
esos cánceres debemos combatir,
extirpar y acabar.
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