jueves, 4 de marzo de 2021

Vivir, para sentir

Lo menos frecuente en este mundo es vivir. 

La mayoría de la gente existe, eso es todo.

Oscar Wilde

En estos días,

donde el cielo

cubre con un manto negro

de fétido olor y sensación

a pandemia mortal.

En estos días -digo-,

la muerte es quizá

algo más frecuente,

o al menos, más evidente.

 

En estos días,

lmuerte,

pasa a ser para algunos,

una estadística

unos números,

que se dicen con pena,

o quizá, con algo de asombro.

 

En un hospital,

sencuentran ahora

familiares, amigos,

gente querida,

gente desconocida,

que lucha por su vida,

algunos con esperanza,

otros con resignación.

 

Entonces me siento,

umomento,

en esta vereda del tiempo,

y me pregunto

si esto de vivir

tiene algo más que el existir.

 

Las respuestas

pueden ser variadas,

como en el efecto lo son.

Todos miramos el mundo,

desde nuestra propia realidad,

desde nuestra propia verdad.

No se si todos,

podamos encontrar,

ldiferencia y la clave

para existir,

y también vivir.

 

Que todos tengamos

algo que nos inspire,

algo que nos motive,

algo que nos invite

a vivir intensamente,

y a sentir esa intensidad

elas cosas más sencillas

pero profundas de nuestra vida.

 

Que no nos pase la vida,

siendo un número más,

eesta sociedad.

Que no existamos,

-solamente-

Y que en esa existencia

dejemos que otros

decidan por nosotros,

que otros nos digan 

qué pensar, qué decir

y cómo vivir.

 

Que cuando estemos,

afinal del camino,

podamos sentir

que hemos vivido.

 

Esta vida actual,

nos ofrece muchas formas de existencia,

y pocas formas de vida.

Volver a lo más sencillo,

y a la vez a los más complejo:

uviaje a nuestro propio interior,

a nuestro propio corazón,

donde luego de enfrentar

nuestros propios demonios,

podamos vivir,

junto a nuestros mayores anhelos,

amorescorazones,

pasionesdeseos y vida.

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