El futuro no es
una página en blanco
es una fe
de erratas
Mario Benedetti
Los anuncios
sobre una vacuna
que combatiría la pandemia,
abrieron los ojos
de todas las personas.
Parece ser
que se podría pensar,
que puede existir
un futuro para la humanidad.
El futuro,
deja de ser
una idea irreal,
una página en blanco,
un espejismo quizá,
y pasa a ser…
¿una nueva realidad?
¿una nueva normalidad?
Pero el futuro no llega,
de un día para el otro,
necesita construirse hoy,
necesitaba construirse
desde el mismo ayer.
El futuro no puede ser,
sin una reflexión,
personal y colectiva,
que nos permita reconocer
errores, equivocaciones,
acciones e inacciones,
que han hecho del mundo,
un lugar lleno
de desequilibrio,
inequidades y desigualdades.
El futuro,
nuestro futuro requiere
trabajar de inmediato
en una suerte
de fe de erratas.
Leer nuestras acciones,
revisar nuestros actos,
no solamente para saber
lo que se hizo mal.
Necesitamos una fe de erratas,
como testimonio y compromiso,
de que, a pesar de los errores,
somos capaces de corregir,
de enmendar,
de hacer diferentes las cosas,
para que ese futuro,
no sea una hoja en banco,
no sea una ruleta de la suerte,
sino que sea el resultado
de una y miles
de acciones consientes
por un mundo más humano,
mas digno, más tolerante,
más sensible y más sencillo.
Si el anuncio de la vacuna,
se transforma,
en el peligroso testimonio
de que no es para todos,
de que no todos podrán
acceder en cantidad y en calidad,
y recuperar la capacidad
de volver a las calles,
sin peligro de enfermar,
habremos perdido
la mejor oportunidad
de hacer un ejercicio
de fe de erratas,
de nuestra vida,
de la vida de los otros,
de la vida de la vida.
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