jueves, 7 de noviembre de 2019

Caos


El caos implica mayor libertad; de hecho, es la libertad total, pero sin significado alguno. Yo, en cambio, deseo ser libre para actuar y que mis acciones signifiquen algo.
"La mujer del viajero en el tiempo"
Audrey Niffenegger

De pronto
una nube negra
cubre lo que parecía
una eterna primavera…
llamada democracia.

De pronto el caos,
se apodera de las calles,
de las voces,
de las gentes,
de las acciones,
de las noticias,
de las opiniones.

El caos es la respuesta inmediata
a tantas y tantas inequidades,
a tantas desigualdades,
a tantas injusticias.
“Justos y pecadores”,
se unen al caos
porque no hay otra forma
de decir que ya no más
que no es posible vivir
y peor vivir en paz,
si seguimos intentando
dividir al mundo
en buenos y malos,
en blancos y negros,
en legales e ilegales.

El caos seguirá,
muchas veces oculto,
otras… manifiesto,
mientras siga el abuso del poder.
Mientras desperdicien la comida,
el dinero y la vida,
los que están en el poder
y roban a manos llenas.
Mientras haya familias
que vivan en la miseria,
mientras las mafias controlen
las fronteras, los comercios,
las autoridades y las decisiones
de la vida de nuestros países.

El caos reina y reinará,
en medio de la desinformación,
en el desastre que deja
la ignorancia a su paso,
siguiendo el culto
a dioses de barro
creyendo en estadísticas falsas,
en falsas noticias,
en falsos augurios,
en promesas mentirosas,
en medias verdades,
en mentiras disfrazadas.

El caos llega,
como un llamado,
como un grito que busca
decirnos que no es democracia
el régimen en que vivimos.
Que lo que pasa es,
que se robaron todo
y que siguen robando a manos llenas.
Que las instituciones democráticas,
siguen siendo una quimera,
que no hay tal representación popular,
que no son verdad
los servicios públicos de calidad,
que importa un pepino
la dignidad de las personas,
entonces a más de llorar,
de molestarse,
de protestar,
de incendiar, de quemar,
de asaltar, de actuar de forma vandálica,
la única forma de salir,
y salir adelante en paz,
y en bien común,
es trabajar por la dignidad
y por los derechos y los deberes
de los ciudadanos en general.

Salir del caos,
implica no ser caos en casa,
respetar a las personas
que con nosotros conviven,
fomentar la tolerancia,
la diversidad,
el derecho humano
de todos los que nos rodean.

Salir del caos,
implica que los gobiernos
vayan más allá de las fotos,
de los protocolos
de las fantocherías:
si han sido elegidos para gobernar,
para servir,
que lo hagan,
sin robar, sin mentir
y sin creerse la divinidad.
Sirven, trabajan, dejan un legado de legalidad
y entregan la posta
al siguiente en gobernar.

Y en medio de ello,
los ciudadanos,
entregando parte de su tiempo
y de su esfuerzo
en la construcción
de un estado de derecho,
que no es otra cosa
que poner orden en el caos,
sin violencia,
pero si con disciplina,
amor, alegría, fe y respeto
al prójimo y a la tierra
que los vio nacer.

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