jueves, 6 de junio de 2019

Sobre la estupidez humana


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Sólo hay dos cosas que son infinitas, el universo y la estupidez humana,
y de lo primero no estoy seguro.
A. Einstein

No termino de entender,
los niveles y los alcances
de la estupidez humana.
No termino de entender,
cómo es posible,
que la mano que te pidió tu mano,
en momentos de angustia y dolor,
en momentos de escasez,
en momentos de necesidad,
sea la mano que carga
el cuchillo que entra en tu espalda.

No alcanzo a entender,
cómo es posible,
que debas hacerle un reglamento
al sentido común.
Porque si no hay reglamento,
el sentido común no existe,
no existen las buenas costumbres,
la ética, la transparencia,
la prudencia, la responsabilidad
y también la corresponsabilidad.
Si todas ellas,
y otras artes perdidas,
no están reglamentadas
o enunciadas en un cuerpo legal,
la estupidez humana
las desconoce y las pisotea.

No entiendo cómo es posible,
que alguien que se equivoca
y que recibe una nueva oportunidad,
de la que sea,
una vez que le es concedida,
reniegue de su falta
y acuse a quien le concedió
el nuevo comienzo,
de ser alguien inhumano.

Es que la estupidez humana,
no tiene límites
y nos lleva a echar la culpa de todo,
a todos, menos a nosotros,
aún sin llegar a saber (ni entender),
que lo que pasa,
que lo que atrae nuestras preocupaciones
son situaciones o cosas
sobre las que no tenemos control,
sobre acontecimientos
que probablemente
no sucedan o sucederán,
y que no podemos cambiar,
porque ese cambio,
no depende de una decisión,
sino de un proceso de educación.

Seguimos aspirando
a momentos diferentes
(seguramente mejores),
pero seguimos haciendo
las mismas cosas
y cometiendo los mismos errores,
dentro de los que se incluye
el culpar a otros
de nuestros males y dolores.

Atados
a una ética de mínimos,
las aspiraciones humanas,
se reducen a bienes materiales,
contribuyendo con ello
a la muerte de las artes perdidas:
valor, amor, pasión,
responsabilidad, compromiso,
fidelidad, verdad, ética,
en fin…
las buenas costumbres,
aquellas que están allí
adormitadas
y medias muertas,
intoxicadas por los discursos,
por las acciones y las decisiones
de la estupidez humana.

1 comentario:

Unknown dijo...

Grande Roberto. Siempre he pensado así. Creo que se definiría como MEDIOCRIDAD. Este es nuestro mundo. Siempre la culpa o responsabilidad es de otro. Solo cuando aceptamos nuestra responsabilidad somos mejores seres humanos