jueves, 17 de enero de 2019

La candidatura, preguntas y más preguntas


“O somos capaces de construir en ese siglo una civilización común con la que todos puedan identificarse, con la soldadura de los mismos valores universales, con la guía de una fe firmísima en la aventura humana y la riqueza de todas nuestras diversidades culturales o naufragamos juntos en una barbarie común.”
Amin Maalouf

¿Qué es más importante,
a la hora de votar
por una candidatura,
o por un candidato?.
¿Que sepa toda la geografía,
historia, política y economía,
del país o del lugar al que se postula?.
¿Qué tenga buen porte,
que hable bien,
que tenga un tono firme,
que sepa responder,
que sepa improvisar?.

O, quizá,
se valora más,
el hecho de que haya nacido
-el candidato-
en el lugar donde se postula,
o que sea muy cordial
con todas las personas a las que se acerca.

Que abrace a los niños,
a los ancianos,
a los enfermos,
a los desempleados,
a la gente que transita por las calles,
a la gente del campo,
a la gente en general.

Otros quizá valoran,
el tipo de campaña del candidato,
los colores, la música,
el mensaje,
el refrán, la fotografía
y las personas que lo acompañan.

En fin,
el marketing político,
se encarga de preparar
todos los detalles
que pueden llegar a gustar
para votar -o no-,
por una candidatura en particular.

¿Eso es lo más importante?
¿Sobre eso votamos?
¿Es ese el análisis?
Para algunos si,
y tendrán sus razones.
Pero la idea sería ir,
un poco más allá:
¿quién es el candidato?,
en su interior,
en su actuar personal,
en su entorno familiar,
en su vida social,
en su desempeño profesional.

¿Votamos en razón
de slogans, de fotografías,
de mensaje subliminales,
de rencillas,
de odios, de amenazas,
de desencantos,
de medias verdades,
o mentiras verdaderas?.

O, nos damos la oportunidad
de poder votar,
en función de unos valores,
de un proceder y de un actuar,
que tiene relación,
con las buenas costumbres,
en general.

El candidato,
o la candidatura,
¿es el reflejo de un camino serio,
trabajado y merecido?.
¿Representa a una persona,
o grupos de personas
que han estado siempre
al servicio de los más necesitados?
¿Personas que han servido
y no se han servido de los demás?.

La candidatura
o el candidato,
¿llegan por méritos
o por favores y componendas,
que benefician a un sector,
a un partido
o a un movimiento político?.

La candidatura
o el candidato,
¿apoyan o han apoyado,
a personas u organizaciones,
que atentan o atentaron
contra los derechos humanos?.

La candidatura
o el candidato,
¿se vinculan
o se han vinculado,
con actos, hechos
o personas,
que son investigados,
enjuiciados y sentenciados,
por delitos de corrupción,
asociación ilícita,
narcotráfico, otros delitos,
e incluso de lesa humanidad?.

El candidato
o la candidatura,
¿apoyan y alientan,
a las dictaduras
y los gobiernos fascistas
que existen en el mundo?.

El candidato,
o la candidatura,
¿vive de algo más,
que no sea de la política,
y los cargos públicos
que en mérito de ella,
ha llegado a obtener
para sí o para los suyos?.

El candidato
o la candidatura,
¿es capaz de ejercer su cargo,
buscando el beneficio común?.
O, ¿es solamente,
una pieza más
del engranaje politiquero,
que busca en la elección
el momento ideal
para continuar en el poder
y conseguir su beneficio personal?.

Seguramente,
quedan más preguntas,
muchas más,
que nos invitan a reflexionar
antes de que vayamos a votar,
por una determinada candidatura,
por un determinado candidato,
porque una vez elegido,
ella o él dirá,
lo que tienes merecido.

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