jueves, 31 de mayo de 2018

La miseria humana, como servicio público


“Partiendo de la nada, hemos alcanzado
las más altas cotas de miseria” 
Grouncho Marx

     

El sentido común,
no permite entender,
por qué debemos soportar,
por qué debemos permitir,
que alguien que está 
en el servicio público,
representando al país,
vaya por allí, 
viajando con dinero público,
con el dinero de todos,
con el fin de conseguir,
más poder personal,
y más beneficios e impunidad.

Es triste mirar,
que llevamos años sin contar
con representación institucional,
en el servicio exterior,
y en la diplomacia internacional. 

Es doloroso aceptar,
que la miseria humana,
ha llegado a ser,
la representante fiel,
de la diplomacia estatal.

No se entiende,
que un presidente,
que se dice demócrata y humanista,
mantenga como canciller,
a una persona que proclama
a los cuatro vientos,
que los genocidas son los héroes,
que los fascistas son el ejemplo a seguir,
que no importa lo que piense el país,
mientras el personal bien,
de la singular canciller 
se mantenga y crezca,
a costa del erario nacional,
y de la vergüenza internacional.

Basta con recordar
el triste episodio de aquellas personas, 
secuestradas y asesinadas 
en una frontera que clama
la atención de la autoridad.
Una cancillería ausente,
lejana y callada,
que deja solos a los que quedan,
a los que lloran por los muertos,
mientras ella se trabajaba,
un porvenir siniestro.

Mientras haya gente así,
en el servicio público.
Mientras los corruptos,
los mafiosos y los desgraciados,
se llenen la boca de supuesta honestidad
y hagan uso
del dinero público,
para su beneficio personal,
mientras eso pase,
digan lo que digan los go4bernantes,
y los discursos pomposos,
mientras eso pase,
la miseria humana 
será la impronta 
de un servicio,
que en lugar de ser público,
es personal, siniestro, corrupto y fatal.


1 comentario:

Elena Malo de Mancino dijo...

Excelente, muy bien dicho y refleja el sentimiento generalizado de un pueblo enardecido.