viernes, 30 de junio de 2017

Poder corrupto, poder injusto

En un espíritu corrompido no cabe el honor
Tácito
Siempre que lo pienso me preocupa,
¿será que nos acostumbramos
a leer en los diarios
o a escuchar en los noticiarios,
los continuos y diversos casos
en los que el poder y sus súbditos
se encuentran envuelton
en tramas de corrupción?.

Ministros que recibieron dinero,
funcionarios que se enriquecieron,
usando el poder como el ideal cómplice.
Autoridades que en lugar de controlar,
se descontrolaron al momento de actuar,
y se convirtieron en lo que ellos perseguían,
o en lo que al menos habían jurado perseguir.

Cuando el poder es corrupto,
se corrompen los corazones,
y también las voluntades,
de los mandos medios,
de los colaboradores,
de los comunicadores,
de todos cuantos saben
de la corrupción,
entonces es fácil,
comprar un silencio cómplice,
que deja actuar al poder corrupto
que lo deja hacer y deshacer
sin límites, sin tiempos,
sin ética y sin moral.

Cuando el poder es corrupto,
las instituciones a su servicio,
se corrompen también,
y solamente sirven
para allanar el camino
a la corrupción sin límites.

Cuando el poder es corrupto,
el fin justifica los medios,
no hay independencia en las instituciones,
no ha libertad de la palabra,
no hay libertad de pensamiento,
solamente piensa y habla ese poder
diciendo qué está mal y  qué está bien.

Cuando el poder es corrupto,
construye a su alrededor,
una suerte de defensores incondicionales,
que expiden leyes,
reglamentos y procedimientos,
que impiden investigar,
que hacer compleja una labor de fiscalizar.
Defensores incondicionales,
que con dinero público,
organizan sainetes y shows,
que buscan distraer la atención,
de una público ignorante,
que por el hecho de ignorar,
suele creer que ese sainete,
es una muestra de la lucha contra la corrupción.

Cuando el poder es corrupto,
las preguntas sobre ¿dónde está el dinero?,
¿dónde están los funcionarios corruptos?,
¿cuánto dinero falta en las cuentas del estado?,
¿por qué pagamos obras de no funcionan?,
¿por qué gastamos tanto en dinero
en obras que no existen?,
¿por qué huyó un funcionario,
sin que haya la posibilidad de apresarlo?,
y tantas otras,
no tendrán respuesta,
o su respuesta será evasiva,
confusa, incluso violenta y amenazadora.

Cuando el poder es corrupto,
es un poder injusto,
porque esconde la verdad,
y muestra a la mentira,
como una realidad,
y sobre esa mentira,
y con esa mentira,
nos levantamos todos los días,
distraídos, ignorantes,
discutiendo nimiedades,
mientras el poder corrupto,
esconde las verdades,
para seguir haciendo sus maldades.

Ese poder corrupto,
es el que debemos identificar,
investigar y atacar.
A ese poder corrupto
hay que sacarle la máscara.
A se poder corrupto,
hay que decirle ¡nunca más!,
porque mientras exista,
no esperemos nunca

que tengamos justicia.

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