jueves, 4 de mayo de 2017

Mentes críticas para tiempos críticos

La mejor crítica es la que no responde a la voluntad de ofensa,
sino a la libertad de juicio.
Fernando Sánchez Dragó
Negros nubarrones,
se posan sobre lo que hemos llamado,
la libertad de prensa y
la libertad de expresión.

Es que al poder en el poder no le interesa,
que haya un pensamiento libre,
un pensamiento crítico,
un pensamiento deliberante.

El poder,
convertido en absoluto
por la gracia de la ignorancia,
se fortalece
con la teoría del pensamiento único:
una única realidad,
una única voz,
una única forma de hacer las cosas,
un único color,
una única forma de pensar y ser.

Por esa razón,
el poder en el poder
expedirá todo tipo de legislación
como una especie de tapadera
para imponer una mordaza
que impida que el libre pensamiento,
que el periodismo de investigación,
y que la libertad de expresión,
vivan, crezcan y se fortalezcan.

Podrán callar las voces,
impedir que las palabras
y que el pensamiento
se plasme en las editoriales.
Podrán escribir
una realidad falsa,
que repetida mil veces
podrá que sea una mentira verdadera.
Pero no podrán impedir
que una mente crítica,
lo siga siendo
por el hecho de que eso
es un ejercicio de salud mental,
un ejercicio de libertad,
de responsabilidad,
de compromiso con la sociedad.

El poder en el poder,
no podrá impedir
que hayan mentes críticas,
para tiempos críticos,
para quienes tienen
la responsabilidad de informar,
de hacer evidente
una molesta realidad
que incomoda al poder.
Una realidad de inequidad,
de ineficiencia del servicio público,
de corrupción, de intolerancia,
de abusos e injusticias.
Esa es la labor de las mentes críticas,
ese es su reto,
difícil y complejo.
Un reto que no les causa beneficio,
pero sí un perjuicio,
justamente por no doblegar la rodilla,
por no cerrar la boca,
por no amedrentarse,
por no entregarse
al poder y a sus dictados.

Y así como necesitamos
mentes críticas para opinar,
para hablar, para denunciar,
para investigar, para educar,
para motivar e iluminar,
necesitamos también
mentes críticas para recibir el mensaje
para cuestionarlo,
para no creerse cualquier cosa que se lee,
para no creerse un discurso
adornado de medias verdades,
para no creer una realidad imaginaria,
para reflexionar: sobre si lo que se vive
es lo digno para si y para todos.

Mentes críticas,
para tiempos críticos.
Porque no podemos permitir
que el populismo cruel,
que el fascismo mortal,
que la corrupción total
y que la inmoralidad,
sean los valores del poder en el poder,
que seguirá allí,
mientras la ignorancia servil
se encuentre presa y amordazada,
ante la ausencia evidente,
de mentes críticas que digan: ¡ya basta!,
no solamente con palabras,
sino con hechos noviolentos

pero firmes, fuertes y sin miedo.

No hay comentarios: