jueves, 6 de agosto de 2015

Caminante, ahí está tu camino (a Pablo Ruiz Aguirre, y a todos los caminantes)

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, o hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

Antonio Machado
Extracto de Proverbios y Cantares

Decidiste ser caminante,
trazar rutas y construir caminos,
incluso ahí,
donde todo era oscuro,
donde todo parecía un desperdicio.

Decidiste caminar,
iniciar el rumbo,
dejar atrás tu estado de bienestar.

Decidiste ser caminante,
con la esperanza quizá
de que ese camino llegue
al soñado destino
de la libertad total,
del respeto irrestricto
por el pensar distinto.

Un destino quizá…
que se mira lejos,
mas no imposible.
Imposibles son los sueños,
que se sueñan dormido,
y que se alimentan de aquellos lamentos,
que rinden culto al conformismo.

Bienvenido caminante,
te dice el camino,
muchos empiezan,
pocos terminan,
porque en el trayecto
presos se encuentran,
de los cantos de sirena,
que anuncian falsas metas,
falsas llegadas,
falsos destinos.

¿Y cómo saber,
-quizá preguntes-
por el destino correcto?.
Solo te puedo decir,
que en el corazón bueno
la fe, la conciencia y la razón,
son la brújula, el horizonte y la motivación
para saber que se está en el camino correcto,
lejano quizá,
imposible tal vez,
pero correcto sin dudar.

Poco es el descanso caminante,
y largas las caminatas.
A veces se camina solo,
y en otras las manos sobran.
Pero ten cuidado,
no todas las manos
se extienden sin buscar
algo a cambio,
siempre habrán intereses mundanos,
que busquen servirse
de tus pasos y tu trecho caminado.

Poco es el descanso caminante,
y pocas son las alegrías,
porque entre el caminar,
e iluminar el camino,
pasarán muchas horas antes de ver
que se está en lo cierto,
que solo el cielo es el infinito.

Es verdad,
ese caminar causa daño,
ese caminar duele,
no solo a ti,
sino a los que te aman,
que cuando te ven partir,
su corazón llora
hasta verte venir.
Pero no sufras tanto,
pues esas lágrimas son de amor,
son de compañía para el corazón.

Caminante, ahí está tu camino,
no esperes más,
hay que construir el destino,
hay que empezar a encender,
en ese caminar,
en esos pasos,
las antorchas de los caídos,
las velas de los peregrinos,
y la luces apagadas de los desesperados.

Hay que trazar la ruta,
hay que aprender y enseñar,
hay que caminar y equivocar el camino,
hay que rectificar,
hay que caerse y levantar.

Mientras hayan esas manos hermosas,
de la gente que amas,
que a lo lejos se extienden presurosas,
para aplaudirte cuando triunfas
y levantarte cuando caes,
el camino por más duro que sea,
será llevadero,
tendrá sentido,
tendrá sustento.

Hasta la próxima


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