Lo que la oruga llama
el fin, el resto del mundo le llama mariposa
Lao Tzu
Empezar una nueva etapa
de vida,
empezar nuevos días,
que están listos para
escribir en ellos,
días para vivir, días
para sufrir,
días para empezar de
nuevo.
La vida nos presenta
retos,
nuevos comienzos,
nuevos momentos para
ser vividos.
Cuando algo debe
cambiar,
cuando algo debe
empezar,
no es el fin, es el
comienzo,
de algo nuevo,
de algo diverso,
que espera por
nosotros,
para ser vivido.
Es una invitación a la
renovación,
un reto que se nutre
de lo que hemos vivido,
de lo que hemos
construido
en momentos pasados.
Es que llevamos en la
espalda,
la experiencia de los
años,
las caídas,
las levantadas,
los errores,
los tropiezos,
las faltas graves,
las decisiones erradas,
todo eso es nuestro
bagaje,
al que sumamos también
los aciertos,
los triunfos y los éxitos.
El nuevo comienzo,
no viene solo,
se acompaña del pasado,
de lo que hemos vivido,
y por eso no es el fin,
es el nuevo comienzo.
Es verdad,
cuando termina una
etapa en la vida,
cuando debemos empezar
otro reto,
dejamos atrás no solo
los sitios,
sino, y sobre todo, los
buenos amigos,
las personas que
hicieron
que aquel momento
vivido
haya sido llevadero,
haya valido la pena
vivirlo.
Ya no compartirás con
ellos,
las horas del día,
y los problemas del día
a día,
eso es verdad.
Pero también es cierto,
que los buenos amigos,
te acompañan siempre,
en todo comienzo.
Si algo me llevo,
en cada comienzo,
son los verdaderos
amigos,
la gente que quiero,
la gente que querré,
la gente que admiro,
todas esas manos,
que me ayudaron a
levantarme,
cuando había caído.
No es el fin,
es un nuevo comienzo,
es un nuevo reto,
que espera le ponga
el corazón y la vida,
para hacer del momento
un recuerdo inmenso,
un espacio de tiempo,
que será recordado
con la alegría de la
tarea cumplida,
con la nostalgia de
dejar lo que amas,
con esperanza de que
aquello viva
cuando te hayas ido,
cuando vivas… un nuevo
comienzo.
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