Algo pasa...

De qué sirve una casa sino se cuenta con un planeta tolerable donde situarla.

Henry David Thoreau

Algo pasa,

cuando se asesinan a personas,

por pertenecer a una religión determinada,

y a los asesinos no les pasa nada,

porque están protegidos

por la impunidad de la intolerancia,

y por la incompetencia de la sociedad desorganizada.

Algo pasa,

cuando la frase “cese al fuego”,

en una guerra fratricida,

es solamente una mentira disfrazada,

y el mundo observa impotente

como se mata e invade

en nombre de una supuesta libertad.

Algo pasa,

cuando la guerra es un negocio de pocos,

y un mal de muchos,

cuando la guerra hace más ricos a los ricos,

y mucho más pobres, 

a los pobres y desvalidos.

Algo pasa,

cuando en un país,

se asesinan a jóvenes estudiantes,

se queman sus cuerpos

y se desaparece toda evidencia,

que permita dar

con los asesinos desagraciados.

Algo pasa,

cuando a pretexto de defender

la dignidad de una deidad,

se asesina, se amenaza,

y se contribuye a formar

una imagen falsa

de una determinada religión,

y de un determinado grupo étnico o social.

Algo pasa,

cuando la libertad de expresión,

se limita por la ley y la violencia,

intentando favorecer,

los regímenes políticos

que buscan limitar el pensar,

y favorecer el “divide y vencerás”.

Algo pasa,

cuando la riqueza del mundo,

se acumula en unos pocos,

y cuando los muchos pobres,

creen saberlo todo,

sobre lo que pasa en ese mundo,

sobre lo que vendrá en el futuro.

Algo pasa,

cuando los derechos humanos,

se limitan a una declaración,

pero se reducen totalmente

en su verdadera aplicación.

Algo pasa,

cuando los organismos y tribunales internacionales,

no cumplen,

ni pueden cumplir la misión

para la que fueron creados,

y están maniatados por el poder en el poder,

por una burocracia inhumana,

y por un miedo a actuar,

en contra del verdadero mal.

Algo pasa,

cuando los ciudadanos callamos,

ante las pequeñas y grandes injusticias,

y al final nos arrodillamos,

ante el poder en el poder,

que nos dice qué pensar,

qué vestir,

qué hablar,

qué opinar.

Algo pasa,

cuando el mundo deja de ser mundo

y se convierte en una película de ciencia ficción,

que poco a poco,

con el silencio de todos,

se transforma en una triste

y penosa realidad.