¿Me das un beso? -le preguntó-
Te doy miles, le dijo,
te doy todos.
Que no haya lugar en tu cuerpo,
sin que haya llegado un beso.
Quiero un beso real -dijo ella-,
uno de esos que te paralizan el corazón,
que te quitan la respiración,
que dan vida al alma.
De esos estoy hablando -dijo el-,
no cierres los ojos,
quiero que veas los besos,
cuando llegan todos.
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