jueves, 5 de enero de 2023

Alimentar el alma


Hay dos lobos que siempre están luchando. Uno es oscuridad y desesperación. El otro es luz y esperanza. ¿Cuál gana? Aquel al que alimentas

Britt Robertson - Casey Newton 

Hay situaciones, tiempos y momentos,

que se convierten en detonantes

para que en nuestra vida se despierten

la oscuridad y la desesperación,

o la luz y la esperanza.


Nos acostumbramos

a un supuesto camino,

y de pronto la ruta cambia,

cambia el clima, cambian las señales,

cambian las condiciones

y sentimos miedo y desesperación.


¿Por qué las cosas, por qué la vida,

no podrían ser más sencillas?

¿Por qué las personas

y por qué ciertas situaciones

nos duelen tanto y nos hacen tanto daño?


Hay muchos “por qués”, 

y pocos “y ante esto, ¿qué haré yo?

¿cuanto de mí debo poner,

para que exista un equilibrio interior?


Hay todo un gran debate

sobre la alimentación del cuerpo.

Alimentos orgánicos,

alimentos saludables,

rutinas de ejercicios,

hábitos para la vida sana.


Y es un tema importante,

en medio de un matiz complejo

de inequidades sociales,

donde unos mueren por hambre

y otros por sobredosis.


A ello,

hay que sumar eso de 

alimentar el alma.

Porque siento que ese llamado,

nos lleva a mirar

nuestro propio interior

y encontrarnos con aquello

que nos hace daño,

que nos alegra, que nos aterra,

que nos desespera, que nos duele,

que nos motiva, que nos da vida,

o que nos lleva camino a la muerte.


Un ejercicio de sabernos conscientes

de qué es lo que alimentamos,

y al descubrirlo aprender,

a corregir si es necesario

o a seguir así, si la respuesta nos lleva

por ese camino.



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