Hay dos lobos que siempre están luchando. Uno es oscuridad y desesperación. El otro es luz y esperanza. ¿Cuál gana? Aquel al que alimentas
Britt Robertson - Casey Newton
Hay situaciones, tiempos y momentos,
que se convierten en detonantes
para que en nuestra vida se despierten
la oscuridad y la desesperación,
o la luz y la esperanza.
Nos acostumbramos
a un supuesto camino,
y de pronto la ruta cambia,
cambia el clima, cambian las señales,
cambian las condiciones
y sentimos miedo y desesperación.
¿Por qué las cosas, por qué la vida,
no podrían ser más sencillas?
¿Por qué las personas
y por qué ciertas situaciones
nos duelen tanto y nos hacen tanto daño?
Hay muchos “por qués”,
y pocos “y ante esto, ¿qué haré yo?
¿cuanto de mí debo poner,
para que exista un equilibrio interior?
Hay todo un gran debate
sobre la alimentación del cuerpo.
Alimentos orgánicos,
alimentos saludables,
rutinas de ejercicios,
hábitos para la vida sana.
Y es un tema importante,
en medio de un matiz complejo
de inequidades sociales,
donde unos mueren por hambre
y otros por sobredosis.
A ello,
hay que sumar eso de
alimentar el alma.
Porque siento que ese llamado,
nos lleva a mirar
nuestro propio interior
y encontrarnos con aquello
que nos hace daño,
que nos alegra, que nos aterra,
que nos desespera, que nos duele,
que nos motiva, que nos da vida,
o que nos lleva camino a la muerte.
Un ejercicio de sabernos conscientes
de qué es lo que alimentamos,
y al descubrirlo aprender,
a corregir si es necesario
o a seguir así, si la respuesta nos lleva
por ese camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario